Katee Sackhoff y su historia con Bo Katan en Star Wars
En entrevista nos habla sobre como un consejo mal dado puede ser perjudicial.
Katee Sackhoff es sin duda una de las actrices que más cariño recibe por parte de la comunidad geek no sólo en convenciones alrededor del mundo sino en la vida digital. Y aunque sus seguidores puedan no ser la misma cantidad que tendría una Brie Larson o Anne Hathaway, la fidelidad que le tienen a la actriz está a los niveles de las grandes estrellas de Hollywood.
Sackhoff se hizo del reconocimiento geek gracias al reboot de la serie Battlestar Galactica en 2004, en la que interpreta a Kara Trace, aka Starbuck, un personaje que en el show original sería interpretado por un hombre (Dirk Benedict), pero que como toda la serie en general, se convirtió en un éxito rotundo.
Ha participado en series como 24, C.S.I. The Flash y también le prestó su voz en 2012 a Bo Katan, un antiguo miembro de los mandalorianos conocido como Death Watch en la serie animada Star Wars Clone Wars, Posteriormente su personaje también aparecería en Star Wars Rebels.
Su personaje dio el salto la live action en la segunda temporada de The Mandalorian, donde gracias a los dioses geek, la interpretó ella misma, siendo un caso único dentro de la franquicia donde un personaje animado es actuado en carne y hueso por la misma persona que le da voz.
En exclusiva hablamos con la actriz que interpreta a Bo Katan en la segunda temporada de The Mandalorian y cómo un buen o mal consejo actoral puede hacer la diferencia en la psicología de un artista.
CP: Has hecho la voz de Bo Katan por un tiempo, ¿En qué cambia el hecho de que ahora lo puedas hacer en carne y hueso?
Es muy loco. Siempre tienes sueños como actor. Siento un sueño que pueda hacer esto para vivir, todavía me vuela la cabeza. Hay sueños que a veces son más grandes que otros, más grandes que las oportunidades que tendrás, y para mi darle la voz a un personaje en Clone Wars fue una gran oportunidad el poder ser parte de un universo que crecí idolatrando y poderlo compartir con mis sobrinos, quienes nunca han podido ver nada de lo que había hecho. Cuando se anunció The Mandalorian tuvo esta pequeña voz en mi que se preguntaba si Bo Katan podía existir en ese mundo y ese timeline. Después vi a Dave Filoni (escritor de Clone Wars y Rebels) en Star Wars Celebration donde enseñaron un clip de la última temporada de Clone Wars, y le hice la broma de si podía estar Bo en The Mandalorian, a lo que me dio una respuesta del tipo ‘uno nunca sabe’. Después tuve una llamada con Jon Favreau para reunirme con él y ahí fue cuando realmente me llegó el shock. Me tomó como 20 minutos en la charla el darme cuenta que me ofrecían ese papel. Me voló la cabeza el que me permitieran hacer esto.
Estuviste bajo la dirección de Bryce Dallas Howard, ¿cómo fue trabajar con ella?
Conocí a Bryce cinco años antes. Fue muy poquito, pero visité un set donde alguien que conocía estaba trabajando y ella también salía en la película, pero conectamos muy rápido. Recuerdo decirle a la persona que visitaba ‘sabes, realmente me gustaría que fueramos amigas Bryce y yo, al final también tenemos amigos en común’. Uno de mis mejores amigos fue a la universidad con ella, así que había algo de conexión. Cuando comenzamos a trabajar, para mi era importante hacerlo con alguien con quien no sólo me sintiera cómoda sino que entendiera al actor, porque para mi era vital el éxito de trasladar el personaje a carne y hueso. Bryce me ayudó a entender a Bo y me dio confianza. Yo estaba nerviosa e insegura, una parte de mi dudaba si podía hacerlo, pero ella me ayudó a encontrar una voz y me hizo más segura en el set. Bryce es una campeona.
En el pasado había dicho que darle voz a Bo Katan, como tienes una parte italiana, te mueves mucho en el estudio de grabación. ¿Cómo trabajaste eso en la parte de la actuación en carne y hueso?
Para mi, para bien o para mal no puedo ocultar que hago muchos gestos, no puedo esconder eso, esa soy yo Katee Sackhoff. Eso no funciona en alguien como Bo Katan, quien tiene tantas cosas en la cabeza, tantos planes y pensamientos, pero no puedes verlo. Para mi tenía que encontrar confianza y darme cuenta que para Bo Katan, el estar en escena era suficiente para mantener su atención. Obviamente tuve muchas conversaciones con Jon Favreau para que tuviera confianza con el personaje. Muchas veces los directores pueden tener conversaciones que a la larga resultan dañinas, porque pueden decir cosas que haces que tu no te das cuenta que son de ti. Él tenía una manera muy bella de explicarlo y ayudarme a ver la fuerza en la quietud de Bo Katan, pero que pudo salir muy mal en manos de otro director.
Cuando tenía 28 años, un productor de televisión me dijo que movía mucho las manos y que eso distraía mucho, así que si podía solo sentarme en mis manos que eso sería genial. Y que abría mucho mi boca al hablar, que no era atractiva, que quería que no lo hiciera. Recuerdo quedarme en shock y llamar a mi agente para preguntarle sobre si hacía eso mucho, y me dijo ‘Sí, pero es tu tic, es la forma en que tú eres y eso está bien’. No trabajé por dos años, porque estuve muy pero muy consciente de lo que hacía con mis gestos, era joven y era muy impresionable. Y ahora que lo veo en retrospectiva, que manera tan cruel de hacerle ver algo así a un artista, ¿sabes? Ese comentario pudo haber venido de un mejor lugar, pero fue dicho de una forma horrible.
Pero algo así, en manos de Jon, me ayudó a entenderlo y simplificarlo de una mejor manera, porque además él es actor. Me ayudó a entender que Bo existe aquí y no allí, me aconsejó ver las tomas y ensayos para simplemente saber. Y eso te empodera como actor, el poder ver tu rostro y las caras que haces. A Jon le importa, y eso es muy gratificante.
En un Q&A en tu canal de YouTube mencionaste que una de tus películas favoritas es el western High Noon. Y The Mandalorian claramente es un western en el espacio, ¿qué crees que tiene el género del western que le encante tanto a los creadores?
Una de las cosas que más amo del viejo western es su ritmo. Creo que el ritmo en una película es muy importante para la historia. Pienso que ya estamos muy acostumbrados a un ritmo rápido pasando frente a ti todo el tiempo, sólo atención fugaz porque tenemos lapsos muy cortos de atención que todo debe ser rápido. Creo que una de las cosas que me encanta sobre High Noon es que sabes cómo va a terminar la película, lo sabes todo el tiempo, toda la película, y aún así no puedes quitar tus ojos de la pantalla, es bellísima con un gran ritmo y creo que eso es algo que logra muy bien The Mandalorian. Te permite disfrutar aquellas pausas y conectar emocionalmente con la situación antes de continuar al siguiente momento, y eso es importante. Eso es lo que es una película, y a veces lo hemos ya dejado de hacer en estos días y creo que es una de las razones por las que amo High Noon y eso también encaja perfectamente con The Mandalorian.