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Cine

El príncipe encantador – Crítica

11-01-2019, 4:39:43 PM Por:
El príncipe encantador – Crítica

Una animación poco encantadora que intenta lo que ya muchas (muchas) han hecho antes: hacer humor de los clichés del cine de princesas.

Cine PREMIERE: 2.5
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Más que una dicha, la fascinación y arrebato que provoca en el sexo opuesto el Príncipe Phillipe, mejor conocido como el Príncipe Encantador (voz en español de Ricardo Margaleff), es producto de una maldición. ¡Así es! El pobre Phillipe debe tolerar su irresistible talante ante cualquier mujer con la que cruce la mirada. Pobre. Una «maldición» de la que se debe desprender –por su bien y el de su pueblo– antes de cumplir 21 años. ¿Y cómo? Que nadie se sobresalte por la sorpresa: con un beso de verdadero amor.

Si bien en el filme aparecen en un rol secundario y como soporte humorístico lo personajes clásicos de Cenicienta (Gaby Cam), Blancanieves (Gaby Meza) y la Bella Durmiente (Paola Del Castillo), con quienes el príncipe está comprometido sin que ninguna sospeche de la otra, el verdadero protagonismo lo encontraremos en la figura de Lenore (Daniela Luján). Lenore es un personaje femenino de numerosas fortalezas y formidable carácter independiente. Pero con un corazón blindado al amor.

Lo que sucederá tras el encuentro del Príncipe Encantador con Lenore se puede suponer sin ningún esfuerzo, en esta aventura animada por computadora, que abona a la serie de historias que sustentan su humor parodiando los cuentos clásicos de hadas e intentando refrescarlos.

Tan sólo en la primera década del presente siglo, el gran precedente quedó establecido con Shrek (2001) de Dreamworks, que desmitificaba y se pitorreaba de los arquetipos de estos cuentos, muy en particular de las versiones popularizadas durante décadas por las producciones de Walt Disney. Fue tal el éxito de Dreamworks, que generó varias secuelas y spin-offs.

La propia casa de Disney de alguna manera respondió con la genial y divertida Encantada (2007), haciendo propia la autocrítica. Y más recientemente la subrayó con eficacia en dos de las secuencias más divertidas de WiFi Ralph (2018), donde reunió a todas sus princesas.

Con todo y estos antecedentes, la ironía y sarcasmo sobre los cuentos de hadas quedó plasmada durante mucho tiempo en la revista Mad, gracias al inagotable ingenio del caricaturista Don Martin (1931-2000) y sus «Escenas que nos gustaría ver» que influyeron a muchas generaciones. En televisión, desde la década de los 60 en la serie animada La aventuras de Rocky y Bullwinkle (1961-1963) destacaba su sección «Fractured Fairy Tales«, con insolentes versiones de los cuentos clásicos.

Con tales antecedentes, El príncipe encantador no resulta ni tan innovador, ni tan irreverente. Su animación en CGI es sencillamente correcta y el resultado de su agudeza en el humor es ocasional y un tanto dispareja.

Por cierto que el póster en español ostenta la leyenda «de los productores de Shrek«. En los créditos de El príncipe encantador aparecen 15 productores, de los cuales únicamente John H. Williams trabajó en los filmes de Shrek.

La cinta cuenta con una media decena de números musicales, de entre los que destaca una secuencia que ofrece un eficiente y gratificante homenaje visual y melódico a las entradas musicales al estilo de las de James Bond, diseñadas por Maurice Binder (1918-1991).

El príncipe encantador cumple moderadamente con su misión de satirizar un género desgastado en el cine, a la vez que revalora el papel de la mujer en estas historias. Pero pese a ello, no deja de caer en los lugares comunes. Y al final de cuentas no resulta tan… encantador.

autor Cinéfilo incorregible. Coleccionista de juguetes de películas. Fundador y conductor de @CinemaNET. Colaborador en Efekto Noticias y Filmmen. Escribe en Cine PREMIERE desde el 2002.
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