Buscador
Ver el sitio sin publicidad Suscríbete a la revista
Cine

El Pájaro Loco – Crítica

26-01-2018, 5:23:12 PM Por:
El Pájaro Loco – Crítica

Una oportunidad desaprovechada para presentar un querido personaje de antaño a nuevos públicos.

Cine PREMIERE: 1
Usuarios: 3
Votar ahora:

Incontables generaciones a lo largo de más de 75 años han disfrutado las disparatadas y atolondradas aventuras de Woody, el Pájaro Loco. Ese hiper-cinético personaje creado para la pantalla grande en una serie de cortometrajes de Universal Pictures a partir de 1940. La creación de Walter Lantz (1899-1994) y Ben Hardaway (1895-1957) fue además provista de palabra y una emblemática risa ni más ni menos que por Mel Blanc (Bugs Bunny, Porky, Pablo Marmol), el hombre de las mil voces, en aquellas primeras apariciones.

La popularidad de Woody crecería aún más en la década de los 70, con su incursión en televisión. En la serie, el propio Walter Lantz presentaba desde sus estudios -sentado en su escritorio o restirador-, cada aventura mientras se divertía con juguetes de Woody o lo dibujaba e interactuaba con él, combinando la acción real con la animación.

En la versión que conocimos en Hispanoamérica, es particularmente curioso el doblaje de voz realizado en Puerto Rico, donde Walter se refería a Woody como «loquillo» y a cada caricatura (cartoon) como «cartón». En México lo gozamos a lo largo de muchísimos años, gracias a las casi ininterrumpidas repeticiones en tele abierta.

En esos programas, Lantz aprovechaba también para contar los orígenes de sus criaturas -como Andy Panda o Chilly Willy-, pero sobre todo de Woody: «Yo pensé que debía de ser un poco loco, simpático y hábil como son los pájaros carpinteros. metido siempre en dificultades y causando la mayor parte de ellas.»

La popularidad del Pájaro Loco es tan grande en Brasil, que en un esquema parecido a lo que sucedió en México con Don Gato y sus películas, se produjo esta versión fílmica en 2017. No sólo la cinta fue estrenada primero en ese país en octubre del año pasado, sino que cuenta con Thaila Ayala, una actriz brasileña, como coprotagonista.

La producción mezcla la acción, escenarios y actores reales con animación (apenas cumplidora) 3D para Woody. Y el planteamiento de la historia se remite un poco a la propia anécdota de Lantz cuando en su luna de miel en una casa junto a un loco, era atormentado por un ave carpintera. Si bien él quería eliminarlo, su nueva esposa lo convenció para que lo usara como inspiración para sus dibujos.

En la película, un abogado sin escrúpulos llamado Lance Walters, un guiño no muy fino para Walter Lantz, planea construir un casa en un bosque sin importarle el entorno. La defensa del hábitat la hará sin misericordia alguna el mismísimo loquillo. Los mensajes a favor del medio ambiente, la protección de las especies y la integración familiar, son propuestos de forma simple y esquemática. Puede ser que el corazón está puesto en el lugar correcto, pero más allá de las buena intenciones, el resultado deja mucho que desear.

La dirección corre a cargo de Alex Zamm, cuya entrega fílmica previa fue Chairman of the Board en 1998, con el «comediante» (comillas obligadas) Carrot Top como protagonista. Si bien Zamm ha trabajado de manera constante como realizador, sus producciones han ido a televisión o directo al mercado en video. Su versión de El Pájaro Loco parecería tener ese mismo destino.

Irónicamente, es el Woody -nuestro loquillo del cine y la televisión- quien está en un verdadero peligro de extinción si es así como se presenta ante las nuevas audiencias. Bueno, no en realidad. Su legado de casi ocho décadas perdura a través de todas las manifestaciones que hemos tenido y que continuaremos disfrutando. Gracias Walter.

autor Cinéfilo incorregible. Coleccionista de juguetes de películas. Fundador y conductor de @CinemaNET. Colaborador en Efekto Noticias y Filmmen. Escribe en Cine PREMIERE desde el 2002.
Comentarios