El hubiera sí existe; ciencia ficción simbólica: Ana Serradilla
Platicamos con Ana Serradilla y Christopher von Uckermann sobre El hubiera sí existe, la nueva película de Luis Eduardo Reyes.
Hay dos elementos de El hubiera sí existe que la distinguen de otras producciones mexicanas actuales. Por un lado, es un drama romántico en donde uno de los personajes centrales: Carlos (Christopher von Uckermann) vive enamorado de Elisa (Ana Serradilla), una compañera de trabajo que se siente insignificante mucho tiempo antes de que la historia arranque. Por el otro, el filme también flirtea con la ciencia ficción, un género poco explorado en la filmografía nacional.
Tras leer el guion por vez primera Ana Serradilla sintió temor porque se preguntaba cómo se resolverían esos elementos futuristas. “El cine mexicano no destaca por sus efectos especiales”, ríe. “Mucho menos en este sentido. Cuando vimos que lo iban a resolver de esta forma tan simbólica, a través del agua, me pareció una forma muy inteligente y bonita de resolver la ciencia ficción y de manejar de una forma muy simple el futuro”.
Para la actriz cuando se habla de ciencia ficción solemos imaginar coches voladores o escenarios distintos a los que estamos acostumbrados, pero si se piensa en filmes como Volver al futuro, las cosas han cambiado poco con respecto a la actualidad. “¿Qué tal que el futuro es volver mucho más al pasado, y somos más básicos y mucho más sencillos y más simples”, sostiene.
Von Uckermann coincide, pues en su opinión El hubiera sí existe no pone el acento en los efectos especiales, porque ellos no son los protagonistas, lo más importante son los personajes. “La película es atemporal, pero sabes que está involucrado el futuro, [hay] ciertos elementos de futuro. Su realismo está en el drama y en la profundidad que tienen estos personajes y la transformación que ves en ellos”.
Asimismo, el actor de Diablero considera que en la película no hay un villano como tal, sino que únicamente presenta a seres humanos que cometen errores. El hubiera sí existe sigue a Elisa, quien trabaja en una empresa de agua y vive en la invisibilidad. Incluso la gente alrededor confunde su nombre. Un día aparece una mujer mayor (Ofelia Medina) con un look similar al suyo que le informa que es su yo del futuro y que, para evitar una vida en soledad, debe ser más propositiva y lanzarse al vacío de vez en cuando.
Serradilla piensa que su personaje no era una buena persona hasta que Carlos llega a su vida para iluminarla a pesar de que ella, en un principio, obra mal en su contra. La película dirigida por Luis Eduardo Reyes presenta así una historia de amor en donde no existe competencia entre hombre y mujer, y en la cual tampoco se percibe una envidia tóxica.
“Ahorita está muy hot el tema del machismo. Ni siquiera nos pasó por la mente. Era la esencia de Carlos. Él piensa en Elisa porque la ama y la pone antes que nada, y le encanta que brille. No tiene ningún momento esta cuestión de competencia porque su amor es amor real. Son de esos amores que sanan, que curan, que transforman. Por eso te das cuenta que no hay machismo, no hay competencia”, reflexiona la actriz.