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Cine

El culpable (The Guilty) – crítica

04-04-2019, 10:28:47 AM Por:
El culpable (The Guilty) – crítica

El culpable es toda una experiencia sensorial y de desazón. Conforme más se complica el caso, tanto el protagonista como nosotros sacamos a relucir nuestros prejuicios.

Cine PREMIERE: 4
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El culpable (Den Skyldige) es todo lo que El traficante (Beast of Burden) con Daniel Radcliffe intentó ser pero nunca consiguió despegar. Esta cinta danesa se construye en un mismo espacio: el cubículo donde un policía que solía estar en acción ahora trabaja recibiendo llamadas de rescate y canalizando ayuda a las víctimas –no sin juzgarlas cuando están borrachas, fomentan la prostitución o son responsables del percance que vivieron–.

A lo largo de la cinta nos encontramos solos ante Asger Holm (Jakob Cedergren, preciso), quien en su nueva estancia de trabajo se prepara para un día importante. Por un caso del que se nos proporciona información a cuentagotas tendrá que asistir a un juicio al día siguiente. Su incomodidad y nerviosismo se perciben aunque él parece inmutable; además, su malestar se incrementa cuando recibe la llamada de una periodista que quiere entrevistarlo sobre el tema. Una cosa queda clara: lo que haya ocurrido es grave. Mientras espera la hora definitiva, Holm se limita a responder llamadas de auxilio y hacer un trabajo que detesta.

el culpable

Jakob Cedergren es quien carga con el peso de la película y lo vemos prácticamente todo el tiempo a través de diferentes encuadres.

Su percepción, lenguaje corporal e interés cambian cuando recibe la llamada de una mujer secuestrada. ¿Hasta dónde debe llegar para ayudarla? ¿Una vida está por encima de las normas, de la ley? Al fin Holm tiene en sus manos un caso donde puede poner en práctica sus atributos policiales. Detrás de la cuarta pared nos enganchamos por completo con la voz temerosa del otro lado de la línea y su narración fragmentada de los hechos. Junto con Holm debemos adivinar qué ocurrió y cuál es el siguiente paso a seguir para garantizar la seguridad de Iben (Jessica Dinnage).

El culpable es toda una experiencia sensorial y de desazón. Conforme más se complejiza el caso, tanto el protagonista como nosotros sacamos a relucir nuestros prejuicios. El director Gustav Möller crea maravillosos pasadizos de tensión in crescendo a partir de unos cuantos planos –bastantes close ups–, un nulo movimiento de cámara, silencios y una misma locación.

El miedo y la expectativa ante el paradero de Iben se contagian a partir de los diálogos que entablan Holm y ella, y algunos sonidos de fondo que se desprenden del auricular. Su ambigüedad y escasa nitidez alimentan nuestra imaginación y nuestras propias conjeturas, hasta que la verdad se desdobla ante nuestros ojos para electrocutarnos con horror.

el culpable

Éste es el otro cuarto que aparece en la película, la extensión de una misma locación.

El culpable nos enfrenta con nuestros esquemas de pensamiento y los del protagonista –todos podemos tener nuestros propios esqueletos en el clóset o guardados bajo llave–, sí. Pero no sólo eso. En un principio parece plantear un tema como es la violencia doméstica, sus repercusiones y peligros, para más adelante darle la vuelta y plantear nuevos cuestionamientos sobre las relaciones interpersonales.

No conviene abundar en ello para evitar spoilers innecesarios, pero lo que sí vale la pena resaltar es que con cada vuelco y sorpresa, Möller, quien coescribió el guion con Emil Nygaard Albertsen, pone más temas sobre la mesa. Van desde la culpa –como indica el título– hasta el arrepentimiento, y la búsqueda de redención y/o de castigo relacionados con la expiación de nuestros “pecados”. Es impresionante cómo logra todo eso mientras sólo observamos a un hombre descolgar y colgar un teléfono.

autor No soy la Madre de los Dragones, pero sí de @Enlabutaca; desde ahí y en Cine PREMIERE estoy en contacto con las buenas historias. Melómana, seriéfila, cinéfila, profesora universitaria, y amante de las bellas artes. Algún día escribiré una novela de ciencia ficción. ¡Unagui!
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