¿Cuál es la diferencia entre un cortometraje y un largometraje?
A veces la línea que separa a un cortometraje de un largometraje es más delgada de lo que parece. Aquí te explicamos cuál es la diferencia.
Durante los inicios del cine no existía una diferencia entre largometraje y cortometraje. De hecho, tuvieron que pasar veinte años desde el estreno de la primera película para que se comenzara a hablar de una distinción.
Como lo dicen sus nombres, la gran diferencia entre un largometraje y un cortometraje es la duración que tienen cada uno.
Glosario de cine: Largometraje, cortometraje, mediometraje y cineminuto
En términos generales, una película se considera un largometraje cuando tiene una duración total de más de 40 minutos, aunque suelen durar más de una hora. La mayoría de las películas que vemos en el cine son largometrajes y, por lo mismo, también son las que más popularidad tienen.
Sin embargo, sería un error pensar que los cortometrajes ya no tienen importancia el día de hoy. Un cortometraje se puede definir como una película que tiene una duración menor a 40 minutos y, en promedio, suelen durar aproximadamente media hora.
Aunque estas son las dos definiciones más conocidas, también hay personas que hablan sobre mediometrajes. Estos serían como un punto medio entre un cortometraje y un largometraje, y tendrían una duración mayor a 30 minutos pero menor a una hora.
Además de estos también están los llamados cineminutos, los cuales tienen una duración exacta de 60 segundos y son muy populares entre estudiantes de cine.
La importancia de los cortometrajes
Casi todas las películas realizadas durante el nacimiento del cine se consideran como cortometrajes, según la definición moderna de la palabra, ya que la duración de un rollo de película no les permitía filmar más de 10 minutos.
La escena del jardín de Roundhay, filmada por el inventor francés Louis Le Prince, se considera como el primer cortometraje en la historia y muestra a un grupo de personas caminando en un jardín durante 1.6 segundos.
Después de este, en 1896 se filmó La llegada de un tren a la estación de La Ciotat de los hermanos Lumière, el cual tiene una duración de 50 segundos. Se trata de una de las primeras películas en ser mostradas ante un público.
Viaje a la luna (1902), de George Méliès, quizá sea el cortometraje más famoso de la época del cine mudo y, al tratarse también de la primera película de ciencia ficción, su influencia ha sido monumental.
Tuvieron que pasar veinte años después del primer cortometraje antes de que se hiciera el primer largometraje.
Aquella película dura exactamente 60 minutos y se conoce como La historia de la banda de Kelly (1906). Fue dirigida por el australiano Charles Tait y muestra las aventuras de un bandido llamado Ned Kelly.
Los cortometrajes en la época moderna
Aunque la importancia histórica de los cortometrajes es indiscutible, la realidad es que hoy siguen siendo igual de importantes que en el pasado.
De hecho, muchos de los directores de cine más famosos comenzaron haciendo cortometrajes. Esto es porque un buen cortometraje puede servir para demostrar el potencial de un cineasta y ayudarle a conseguir presupuesto para realizar un largometraje.
Uno ejemplo reciente es el del director de cine de terror Ari Aster, quien después de realizar el cortometraje Lo extraño de los Johnsons (2011) logró que financiaran su primer largometraje: El legado del diablo.
También hay directores que deciden hacer cortometrajes simplemente porque prefieren ese formato para contar una historia. Un ejemplo es Paul Thomas Anderson, quien dirigió el excelente cortometraje de Anima (2019), junto con el músico de Radiohead, Thom Yorke.
Otros directores que también han hecho cortometrajes son Wes Anderson (El gran hotel Budapest), George Lucas (La guerra de las galaxias), Christopher Nolan (El origen) y Sofia Coppola (Perdidos en Tokio).
Incluso hay películas que comenzaron siendo cortometrajes antes de convertirse en largometrajes como, por ejemplo, Whiplash: Música y obsesión, del director Damien Chazelle.
En cuanto a los mediometrajes, también hay varios ejemplos notables que vale la pena mencionar. Uno de ellos es Italianamerican (1974) de Martin Scorsese, que dura 49 minutos. Otro es El moderno Sherlock Holmes (1924), dirigido y protagonizado por Buster Keaton, con una duración de 45 minutos.
También se pueden encontrar una variedad de cineminutos increíbles, sobre todo en YouTube. Un gran ejemplo es I am not afraid (2019), de los franceses Merick y Gohu.
La realidad es que se pueden encontrar obras increíbles de cualquier duración. Vale mucho la pena explorar otros formatos además de los largometrajes, ya que nunca sabes qué joyas ocultas puedes encontrar.