Cineteca Nacional de las Artes: así se vivió el primer día de la nueva sede del cine mexicano
Visitamos la nueva sede de la Cineteca Nacional para descubrir sus secretos. Te contamos qué es lo que podrás encontrar en esta nueva casa del cine mexicano.
Es la mañana del 16 de agosto de 2023 y las taquillas de entrada de la nueva Cineteca Nacional de las Artes, resplandecientes vitrinas de cristal, están abarrotadas de entusiastas del cine. A tan sólo unos minutos de haber abierto sus puertas al público, la nueva sede de la Cineteca Nacional, que se alza en medio de los serenos jardines del Centro Nacional de las Artes, está inundada de cinéfilos que han decidido formarse durante más de dos horas para obtener sus boletos. La fila, en un despliegue serpenteante, se extiende más allá de su fachada, hasta la puerta que da a la avenida Río Churubusco.
La paciencia es una virtud que los visitantes han abrazado con gracia y determinación. Con la mirada puesta en la promesa de adentrarse en el mágico mundo del cine, aguardan su turno para adquirir un par de boletos gratuitos. La entrada no tiene costo durante los primeros días y después seguirá un periodo de promoción: del 23 de agosto al 15 de septiembre los boletos estarán al dos por uno, aunque posteriormente tendrán un costo de 60 pesos.
La expectación se desborda en sonrisas. Mientras aguardan, los asistentes exploran los luminosos carteles que despliegan las opciones de función disponibles. Son variadas y tentadoras, y todas películas mexicanas: María de mi corazón, Danzón, Las razones del corazón y El último vagón. Del 16 de agosto al 15 de septiembre la Cineteca Nacional de las Artes proyectará exclusivamente cine mexicano de destacados directores, como Arturo Ripstein (Las razones del corazón, 2011); Jaime Humberto Hermosillo (Naufragio, 1978); José Manuel Cravioto (Olimpia, 2018) y Alonso Ruizpalacios (Museo, 2018).
El vestíbulo de la Cineteca Nacional de las Artes está marcado por su decoración de madera clara y líneas simétricas, que recuerdan a la estética de los cines antiguos. La iluminación evoca las antiguas marquesinas, baña el espacio en una atmósfera vintage de los años 60 con destellos de elegancia. A la derecha se ubica una acogedora cafetería con bancos que invitan a la charla y la contemplación. A la izquierda, una pequeña tienda de souvenirs ofrece recuerdos para los amantes del cine. Un par de máquinas de boletos self-service simplifican la experiencia de compra. Pero la verdadera joya es la cálida lámpara del techo, cuya forma emula al carrete de una película. Los visitantes no pueden resistirse a la tentación de sacar sus teléfonos para capturar una selfie con este fondo tan cinematográfico.
La Cineteca Nacional de las Artes es el resultado del rescate y la remodelación de un complejo multicinema que anteriormente pertenecía a Cinemex. El arquitecto Ezra Buenrostro, quien estuvo a cargo del montaje y la museografía de la exhibición de Stanley Kubrick en México, lideró este proyecto de renovación, que requirió una inversión de 48 millones de pesos. Se llevó a cabo una transformación completa de las instalaciones, incluyendo las salas de proyección (cuatro de ellas contarán con proyectores de 35mm), el mantenimiento de los proyectores existentes y la sustitución de los muros de concreto en la fachada por cristal, permitiendo una conexión visual con las áreas verdes del Cenart que servirán como lugar para proyecciones al aire libre. En total, la Cineteca cuenta con 12 salas, la más grande con 185 butacas y las menores con 65.
El pasillo de los inmortales: artistas que dejaron su huella
La multitud extrae los boletos de sus bolsos mientras sostiene sus palomitas, examinando detenidamente el camino hacia la sala adecuada. La Cineteca está compuesta por dos pisos, en el primero se encuentran seis de las 12 salas, pero lo que realmente nos sorprende es el pasillo adornado con fotografías de rostros conocidos. A medida que nos acercamos descubrimos que cada sala lleva el nombre de directores, cineastas, actores y actrices mexicanos de renombre.
La Sala 1 rinde homenaje al cineasta Arturo Ripstein. Un retrato suyo y una ficha de datos detallan su legado: sus numerosas películas y los múltiples premios que ha cosechado. La Sala 2, por su parte, lleva el nombre de María Rojo, actriz referente del cine mexicano, y quien fue homenajeada durante la noche de inauguración, el 15 de agosto. La Sala 3 está consagrada a Felipe Cazals, uno de los gigantes de la historia del cine mexicano, mientras que en la Sala 6, el nombre de Ignacio López Tarso brilla con intensidad. El resto de las salas están dedicadas a Jaime Humberto Hermosillo, Ernesto Gómez Cruz, Jorge Fons, Ana Ofelia Murguía, Paul Leduc, Ofelia Medina, Luis Alcoriza y Héctor Bonilla.
Los pasillos también están adornados con otras fotografías que recuerdan el legado de artistas mexicanos, como el actor José Carlos Ruiz, la actriz Diana Bracho y Patricia Reyes Espíndola, entre otros.
Para acceder a la planta superior del recinto debemos subir una enorme escalinata compuesta por más de cincuenta escalones. El ascenso nos conduce hacia las salas que se encuentran en la parte superior, incluyendo aquellas de mayor capacidad. Al subir recuerdo a la famosa escalinata infinita en la ciudad de Odessa, retratada en la película El acorazado Potemkin (1925). Las sensaciones que estas escaleras generan al subir son comparables a esa escena. No obstante, cada paso vale la pena cuando se llega a la cima y se es recibido por una zona que está destinada a convertirse en el alma de la Cineteca: el bar. El espacio cautiva el ojo pues adopta la forma de un medio círculo que se abre hacia los exuberantes jardines del Cenart.
Una vez en el segundo piso del complejo cinematográfico el pasillo que guía hacia la dulcería y las salas de proyección –incluyendo la más amplia con capacidad para casi 200 personas–, está decorado con una exhibición de más de 20 fotografías que rinden homenaje a Gabriel Figueroa, destacado cinefotógrafo de la Época de Oro del cine mexicano. A través de su lente, dio vida a historias icónicas, como Los olvidados (Luis Buñuel, 1950), y en 1946, ganó el premio a la Mejor Fotografía en el Festival Internacional de Cine de Cannes por su trabajo en María Candelaria. Las imágenes de la exposición, donadas por el hijo de Gabriel Figueroa, transmiten una mezcla de belleza y nostalgia.
Durante este primer día, la Cineteca Nacional de las Artes recibirá a 709 personas, muchas de las cuales harán filas de hasta hora y media para entrar a conocerla. En sólo dos horas, seis de sus salas alcanzarán el sold out. La función a la que yo elijo entrar es a la versión restaurada de María de mi corazón, película fundamental de Jaime Humberto Hermosillo, protagonizada por María Rojo. Tras obtener el boleto, recorro un pasillo iluminado por focos azules, un rincón preferido por los visitantes por su estética instagrameable. Ya en la sala, las butacas nuevas y erguidas aguardan a los asistentes para dar inicio a la función. Corre la película. Algunas personas comen palomitas, se escuchan susurros, risas y el suspiro de una que otra persona conmovida. Termina la función y la sala retumba en aplausos.
Otros datos sobre la Cineteca Nacional de las Artes
- Cuenta con 12 salas, con aproximadamente 1,300 butacas en total.
- En su primera semana recibió a más de 6 mil personas.
- Tiene tres salas para exhibir cine en 3D.
- El primer mes estará dedicado al cine mexicano, se rendirá un homenaje a la primerísima actriz María Rojo.
- Próximamente habrá una cafetería, un restaurante, una fuente de sodas y dos dulcerías.
- Es tan sólo la segunda de tres sedes de la Cineteca que estarán ubicadas en la Ciudad de México. La tercera se está construyendo actualmente en el Bosque de Chapultepec, como parte del proyecto cultural impulsado en la zona por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.