Buscando (Searching) – Crítica
Buscando (Searching) es un thriller apantallante y sumamente entretenido protagonizado por John Cho.
APANTALLANTE. La película de Buscando lo es en dos sentidos: primero, por el alto y constante nivel de suspenso y tensión que mantiene al espectador al filo del asiento casi toda la película, y que es reforzado con un par de twists inesperados. Y segundo, por la cantidad de pantallas que utiliza, literalmente.
David Kim perdió a su esposa hace dos años y vive con Margot, su hija adolescente. No conversan mucho, pero David está al pendiente de ella y siempre le da dinero para que pague a tiempo sus clases de piano. Un día común y corriente Margot le dice a su papá que va a estudiar con una amiga y que llegará tarde a casa. Pero jamás regresa, así que su padre tiene que iniciar una investigación. ¿Volverá? ¿Huyó? ¿La secuestraron? ¿La mataron?
La peculiaridad de esta cinta es que todo está contado a través de lo que se ve en el escritorio de una computadora. Es decir, conocemos la historia de la familia, leemos sus conversaciones y seguimos la investigación que se lleva a cabo a partir de pantallas y ventanas que David abre en una computadora: programas, aplicaciones y páginas web como YouTube, FaceTime, Google y Facebook. Este mismo formato se ha usado en películas como Unfriended (2014), la cual al igual que Buscando, fue producida por la compañía del director ruso Timur Bekmambetov. La historia por separado no es innovadora y la manera de contarla tampoco lo es del todo, pero una no tendría el mismo impacto sin la otra. Es la fusión de estas dos la que logra un thriller muy disfrutable.
Las distintas ventanas de la computadora, más que sólo ofrecer un producto cinematográfico distinto al que estamos acostumbrados a ver, se justifica y sirve para contar la historia, dejando de lado la estética en la fotografía. David va construyendo su búsqueda de manera digital, investigando los perfiles de los amigos de Margot en Facebook y con otras jugadas que son parte del misterio a develar en la película.
Parecería que un formato así podría abrumar y cansar a la mayoría de los espectadores hasta perder su atención, pero hay otro elemento de la película que tiene la fuerza suficiente para contrarrestar este efecto. Ésta es la actuación de John Cho como David y su interacción con las ventanas. Por un lado esa interacción ayuda a destacar la tensión: cuánto se tarda en responder mensajes, las cosas que borra y la información que apunta. Por el otro, con su interpretación logra transmitir exitosamente la desesperación y el sufrimiento que está viviendo, en gran medida gracias a sus ojos y el movimientos de sus cejas. El actor no sólo tiene que comunicar sus emociones a través de una pantalla de cine, ahora además lo tiene que hacer a través de una segunda pantalla, que es la de computadora. Y lo logra con éxito. Sin embargo, y a diferencia de Cho, la interpretación de Debra Messing como la detective encargada del caso es poco creíble.
Podría suponerse que la película busca antes que nada fomentar la reflexión y ejemplificar lo peligroso que puede ser el internet, las redes sociales y la información personal que compartimos en la red. Y aunque ésta sea una de las lecturas que puede dársele, la realidad es que Buscando utiliza el formato narrativo de las distintas pantallas simple y sencillamente para contar una historia de suspenso y logra ser, antes que nada, un thriller muy bien construido y sumamente entretenido.