Avengers: Endgame – Crítica
Un viaje de diez años termina en la película más ambiciosa y emotiva hasta la fecha que ha entregado Marvel Studios y todas las personas involucradas.
“Somos los Vengadores. Una cosa es pelear contra traficantes de armas todo el día, pero lo que pasó allá arriba… ésa es la fase final”. Ésa fue la primera vez que Tony Stark mencionó la palabra Endgame y lo hizo durante los sucesos de Era de Ultrón, refiriéndose el ejército de Loki (bajo el mando de Thanos) que irrumpía en el cielo de Nueva York en 2012. Ahora, tras once años transcurridos desde la primera película de Iron Man, y en las palabras de Doctor Strange, “la fase final” ya no está arriba, sino a su alrededor. “We are in the Endgame now [Estamos en la fase final]”, son las palabras del Hechicero Supremo.
Avengers Infinity War fue una de las películas más complejas en la historia del cine debido a la enorme cantidad de talento que apareció en pantalla. Hasta este momento ninguna producción ha lidiado con tal número de actores y actrices principales en pantalla y fuera de ella. Avengers: Endgame, por otro lado, resultó “más fácil” ya que no se contaba con la mitad de ese elenco. Sin embargo, su deber es mucho mayor: tiene que cerrar la “saga del Infinito” de la mejor y más emotiva forma posible. Eso nos han prometido Kevin Feige, los hermanos Russo y todos los involucrados en la película.
Endgame aprovecha cada minuto de sus tres horas de duración para darle a los fans de Marvel un sinnúmero de referencias y guiños a este universo cinematográfico que los ha hecho disfrutar, reir, llorar y emocionarse a lo largo de once años. Por otro lado, es posible que aquellos miembros del público que no estén tan comprometidos con el MCU, perciban que 180 minutos es un poco excesivo. Pero despreocúpense: al llegar al segundo acto de la película, el tiempo pasará muy rápido.
Los Avengers en Endgame –es decir, aquellos que aún están activos– lidian con sus errores y con las promesas que no le pudieron cumplir a todos aquellos que ya no están. El principal aspecto de cada uno de nuestros sobrevivientes al chasquido de Thanos es cumplir con esa promesa: es hacer algo al respecto.
La película es un homenaje a los seis Avengers originales y cada uno tiene su momento de gloria e importancia. Lejos está el Clint Barton (Jeremy Renner) que conocimos en Thor de Kenneth Branagh. En aquel entonces, él se escondía en las sombras y siempre estaba al servicio del agente Coulson. Ahora Renner, con una carrera sólida bajo el brazo, nos entrega a un Ronin en búsqueda de venganza letal, sin rumbo, pero siempre dispuesto a escuchar a su eterna (y única) amiga: Natasha Romanoff. Desde Avengers, la amistad entre Black Widow y Hawkeye ha sido un elemento fresco en la franquicia. Sin un vínculo amoroso o tensión sexual, su relación es simplemente la de dos profundos y honestos mejores amigos que han compartido secretos y batallas: desde Budapest, hasta Nueva York.
Por su lado, y desde los primeros minutos de la película, Scarlett Johansson se percibe más profunda y honesta que en cualquier otra película de Marvel. Vemos a una Natasha diferente, una que intenta esconder sus lágrimas en todo momento. Esto no la hace débil o vulnerable, sino más humana, aunque no por ello menos letal.
Uno de los personajes que más dará de qué hablar es el Gigante Esmeralda, pues Avengers: Endgame presenta a un Banner muy diferente al que hemos visto hasta ahora. Sencillamente es un nuevo Hulk al que probablemente tengamos que acostumbrarnos.
Otro cambio importante en los personajes es el que sufre el Dios del Trueno. Sin revelar demasiado, sólo digamos que es una decisión arriesgada por parte de los Russo, pero especialmente de los guionistas Christopher Markus y Stephen McFeely. Desde que visitamos el set en Atlanta hace un par de años estos últimos nos advirtieron que no veían a los personajes como algo “intocable” y con Thor lo dejaron muy claro. Pero quien más lo disfruta, además de nosotros, es Chris Hemsworth, que desde Ragnarok le ha dado un giro completo a su personaje.
Robert Downey Jr. y Chris Evans, como siempre, entregan a la historia sus respectivos atributos. El primero su encanto en pantalla y amor por los reflectores, mientras que el segundo esa compostura característica del líder del equipo y con el foco en la misión de defender al planeta a toda costa. Ambos actores se han apropiado de sus personajes y sería imposible imaginar a otro actor con ese papel. Ambos de unen a un grupo de actores y personajes que incluyen a Hugh Jackman como Wolverine, Sigourney Weaver como Ellen Ripley o Michael J. Fox como Marty McFly.
El resto del elenco que les acompaña, desde Josh Brolin, a Bradley Cooper y hasta Paul Rudd, cumplen con su papel entregando lo que se espera de ellos. Pero es Capitana Marvel quien se siente ligeramente fuera de tono. Sus interacciones con el equipo son limitadas y no se siente completamente integrada. Si esto se trasladara al mundo deportivo, ella sería la estrella que acaban de contratar por millones de dólares, pero que todavía no se lleva con nadie.
Avengers: Endgame tiene tres bloques muy bien delimitados. El primero se concentra en exploración la devastación después del chasquido. A levantar los escombros y analizar qué queda de pie. El segundo se enfoca en “poner manos a la obra” y reparar los daños. Pero es el tercer bloque el que más dará de qué hablar una vez que la película haya sido vista por más personas. Aquí no ahondaremos en eso para evitar spoilers, pero sin duda es un evento que se vive mejor en pantalla grande (recordemos que la cinta fue filmada enteramente con cámaras IMAX). Digamos que es un momento comparable con la primera vez que vimos a Neo esquivar balas en Matrix o el hundimiento del Titanic en el filme de James Cameron. Es imposible no sentir emoción.
Al final, Avengers: Endgame es el evento que Marvel ha estado planeando a lo largo de más de 10 años. Un trabajo en conjunto de todos los hombres y mujeres delante y detrás las cámaras, que nos prometió emocionarnos con algo épico. Todos en la historia del MCU han cumplido, desde Jon Favreau, Hayley Attwell, Anthony Hopkins, James Gunn, Evangeline Lilly, Ryan Coogler y Brie Larson, hasta los mismos Russo, Victoria Alonso, Kevin Feige y Stan Lee. Todos ellos serán siempre los Vengadores.
Ahora las palabras que Nick Fury le dice al Consejo de Seguridad Mundial en The Avengers resuenan mucho más. En aquella cinta, el Consejo le cuestiona haber dejado a los Vengadores libres en el mundo. Ellos le preguntan si los superdotados son un peligro: “Sin duda lo son, todo el mundo lo sabe, todos los mundos lo saben”. Al preguntarle si mandar ese mensaje era lo que él buscaba, él simplemente contesta que los Vengadores son “una promesa”. Y de eso se ha tratado la Saga del Infinito: una promesa de defender al mundo, de ser digno al trono de Asgard, de proteger a Wakanda, de buscar a mamá en el reino cuántico y hasta la promesa de un baile.