Attack on Titan: The Final Season – Crítica del episodio 17

ADVERTENCIA: La siguiente review del decimoséptimo episodio de Attack on Titan: The Final Season contiene spoilers.

El comienzo del fin ha llegado. Después de una espera de casi 10 meses, Attack on Titan vuelve con su capítulo 76 (el 17 de la cuarta temporada), “Juicio”. Es importante recordar que el manga de Hajime Isayama llegó a su conclusión durante el intermedio entre la primera parte de la temporada final y este episodio. Por tanto, el material que veremos en esta nueva tanda del anime abarcará el arco de la Guerra de Paradis, el último de su versión impresa.

Así, esta segunda parte tiene ya el camino marcado. Tomando en cuenta la fidelidad que ha mantenido el anime respecto al material original, lo más probable es que no se altere esta recta final esperada con altísimas expectativas por el fandom: el sector que seguía el manga, por ver cómo será animada; y el que solo ve el anime, que llegará con sorpresa ante todo lo que verá por primera vez.

Ahora sí, discutiendo el tema principal, el regreso del anime es un episodio que invierte poco tiempo en exposición y va de forma casi directa a la acción, con algunas escenas que otorgan guías de acción a personajes: a Zeke, recuperado de sus heridas, decidido a encontrarse con Eren; a Armin, Mikasa y los demás, que deben decidir si ayudar a Eren o no; el ejército de Magath, atando cabos para descubrir el plan de los hermanos Jaeger y fijarse un objetivo: evitar que se toquen para que no activen el poder del Titán Fundador.

Esas escenas funcionan para añadir complejidad a cada personaje, confrontándolos con emociones pendientes que, si bien, podrían intuirse en ellos, no habían desafiado; ahora que tienen enfrente una situación límite, un asalto sorpresa que deviene en guerra, tienen que hacerlo.

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Con Zeke, en la secuencia inicial, vemos el desconcierto. El que le deja el haberse encontrado súbitamente en un páramo azul, rodeado de dunas, luces en el cielo y ayudado por una niña, que moldeó su cuerpo con arena. La experiencia tuvo lugar en “los Caminos”, un lugar al parecer fuera del tiempo y el espacio, que guarda una relación especial con la estirpe eldiana y que jugará un papel nodal en las revelaciones que esperan.

Por otro lado, la llegada de los guerreros de Marley a la isla nos muestra la determinación, la venganza y hasta el afecto. Es significativo que lo primero que hace Magath al ver a Gabi sea darle un fuerte abrazo, antes siquiera de increparla por su decisión de ir a la isla. Con esto, así como las palabras que Pieck le dice a la niña –acerca de que no cree en Marley, pero sí en sus compañeros de lucha–, nos percatamos de que este grupo confía entre sí y que su afecto está fuera de dudas. Este cariño, ¿se verá afectado en los siguientes episodios?

En Armin, Mikasa y los demás, vemos la duda. Onyankopon, asustado, llega a liberarlos. Ahí lo ataca Connie, quien está “cansado de ser traicionado”, incluyendo a Eren, recordando las heridas que causó en el capítulo “Violencia”. Onyankopon les dice que no está de acuerdo en el plan de Zeke y que los Voluntarios realmente querían ayudar a Paradis a progresar, utilizando el Retumbar como disuasión.

El grupo no sabe si creerle, hasta que Armin, exponiendo su carácter pacifista y retórico, decide creerle y expone una idea que pone en duda lo visto: ¿Y si Eren, es quien está utilizando a Zeke? ¿Y si lo que sucederá es que, una vez acceda al poder Fundador, él decidirá qué ocurre con los eldianos y el Retumbar? Todos dudan… ¿Eren tendrá otro plan en mente?

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“Ven Reiner”: La batalla por el Titán Fundador

El resto del episodio se concentra en una batalla épica entre Eren y Reiner que entra de lleno en las secuencias de acción, imponiendo el tono que tendrán los primeros capítulos de la recta final: frenesí, violencia entre titanes, lucha descarnada.

El Titán Acorazado y el Titán de Ataque se enfrascan en una pelea animada excepcionalmente. Muchos detalles ambientales: polvo, escombros y derrumbes; profundidad de escenarios, con vistas panorámicas de Shiganshina o los paracaidistas cayendo a lo lejos; personajes detallados, con trabajo de sombras profundamente marcado; densidad en el diseño sonoro para recalcar la brutalidad de los golpes, elementos como las chispas que salen de los nudillos de Reiner al golpear los brazos de Eren o los efectos de la sangre y los músculos expuestos del Titán Acorazado. Cada uno suma dimensión a una pelea que además posee una coreografía que utiliza el entorno y los poderes para ambientar: el humo que sale de Reiner, materializando su furia; las astillas gigantes del Titán Martillo, macizas; o la agilidad del Titán Mandíbula, girando rápidamente, moviéndose en el aire.

El uso de CGI se ve más limitado y usado en momentos donde el fotograma ofrece cierta estabilidad; el movimiento de los titanes vuelve en su mayor parte a la animación tradicional y luce espectacular. La fotografía en tonos amarillentos le da cierta “suciedad” y calidez, como evocando el fervor de la pelea y un atardecer decisivo.

Hacia el final, la situación pone en desventaja a los eldianos. El ejército de Magath ha asesinado a varios Jaegeristas y Eren está en jaque, con Reiner atravesando su cuerpo y los titanes Mandíbula y Carguero al acecho. El asalto de Marley inclina la balanza a su favor. El arrojo de Eren lo ha puesto en desventaja. El juicio tendrá que dar un veredicto veloz… antes de que la batalla acabe demasiado pronto.

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Attack on Titan: The Final Season está disponible en Crunchyroll y Funimation. 

Carlos Carrizales Comunicólogo. Aprendí a graduarme en todo de aprendiz. Cinéfilo irredimible, que nunca puede ver todo lo que quisiera. Aspirante, también, a periodista. Amante de las series, de la trova, y de todo lo que implique conocer cosas nuevas.