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Cine

Amenaza en el aire – Crítica de la película

06-02-2025, 3:49:35 PM Por:
Amenaza en el aire – Crítica de la película

Amenaza en el aire es una película tan descabellada como su protagonista. 

Cine PREMIERE: 2.5
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El cine de Mel Gibson (director de la película Amenaza en el aire) es uno de los que conserva, con mayor claridad, la indeleble marca de la personalidad del hombre más que la del cineasta. Desde Corazón valiente (1995), el espectro ideológico de Gibson no solamente es visible en lo que los personajes dicen, sino también en lo que hacen, la forma en la que interactúan entre ellos y desde luego, la composición de las escenas y el montaje de las mismas.

La estridente personalidad de Gibson, que pasó de ser una de las estrellas más rentables de Hollywood a finales de los 90 e inicios de los 2000 a convertirse en un paria absoluto por sus declaraciones tildadas como racistas y antisemitas, parece encontrar reivindicación con la segunda administración de Donald Trump, quien junto con otras figuras polémicas como Sylvester Stallone y Jon Voight, ha sido nombrado como “embajador” en Hollywood con la encomienda de rescatar la industria de la “plaga del wokismo”.

La propuesta de Gibson bien podría encontrarse en su más reciente película, Amenaza en el aire (Flight Risk) en la que Gibson muestra una técnica cinematográfica que se basa en una mezcla de macabro ingenio y austeridad formal en casi todos los sentidos. A todas luces estamos ante un formidable ejemplo de una película de serie B cuya baratura parece tener la intención de hacer rabiar a quienes defienden una idea de “calidad” en el cine.

Amenaza en el aire película

Usando un reparto de únicamente tres personas, una sola locación, efectos especiales ínfimos y giros narrativos tan suaves como turbulencias, Gibson retoma la idea de costos bajos y alta rentabilidad que en su momento dio vida sostenida a estudios pequeños como la RKO y otras filiales de estudios más grandes y parece denostar las cualidades de una superproducción en favor de una forma de entretenimiento que no solo es burda sino también de una rudeza peculiar.

Basta con recordar las críticas que se le hicieron a Gibson por la violencia gore en La pasión de Cristo (2004) para saber que al actor y cineasta australiano siempre imprime una cualidad viril y dominante que encuentra eco en los discursos políticos de las figuras de derecha como Donald Trump y no es que la película sea trumpista por sí misma, pero si adopta una postura arrogante y agresiva que parte más de un forma de personalidad que de una ideología concreta.

Amenaza en al aire se centra en el conflicto de Michelle (Michelle Dockery) una agente del gobierno que después de un estrepitoso fracaso en una operación previa, debe escoltar a Winston (Topher Grace), el contador de un poderoso jefe de la mafia, que ofrecerá un testimonio para incriminarlo y que pueda ser condenado. Para poder salir de Alaska, cuentan con el apoyo de un engreído y mezquino piloto (Mark Wahlberg) que pronto revela ser aún más mezquino, cruel y sádico de lo que originalmente parece.

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Mark Wahlberg, con quien Gibson ya había compartido créditos en Guerra de papás 2 (2017), se transforma en un sicario psicópata- y calvo- que tiene la misma energía delirante que el mismo Gibson tiene al defender sus cuestionables posturas políticas. Esa misma energía, frenética y abrasiva, es la que Gibson siempre procura imprimir en sus películas acompañadas de un alivio cómico, que en este caso es provisto, a veces de manera irritante, por el personaje de Topher Grace mientras que Michelle Dockery lleva la carga “dramática” de la película. Si la película es austera en aspectos de producción, no escatima en absoluto en teatralidad e incoherencia, teniendo un ritmo tan arrebatado que por momentos ni siquiera permite apreciar lo disparatado y demencial de cada giro.

De una manera similar a lo que sucede en películas como Lifeboat (Hitchock, 1944) o The Hitch Hiker (Lupino, 1953), Amenaza en el aire se apoya en pocos elementos y la interacción entre pocos personajes para crear suspenso y recurrir a un decadente ingenio, tanto de escritores como de cineastas, para lograr mantener una tensión que escala en ocasiones al punto de lo risible, pero que no pierde el don de entretener ahorrando varios millones de dólares en el trayecto.

Amenaza en el aire es una película tan descabellada como su protagonista. 

autor Cofundador y crítico en la página web Butaca Ancha. Escribe de cine en medios como Tierra Adentro, Animal Político, Forbes y Algarabía. Considera que cada película, independientemente de donde venga y quien la haga, tiene algo importante que decir.
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