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Cine

Alfa – Crítica

30-08-2018, 4:51:28 PM Por:
Alfa – Crítica

A pesar de que la fotografía es extraordinaria y la historia de la amistad entre el perro y el humano tiene muchos elementos reales para convertirse en la base de una película de ficción sumamente emotiva, Alfa termina por ser lenta, con una historia simple y con muy poca autenticidad.

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Para algunos académicos, la amistad entre el humano y el perro surgió al mismo tiempo que la agricultura, mientras que para otros, todo comenzó 4 mil años atrás, cuando los humanos aún eran cazadores y buscaban en los lobos una alianza de caza. Albert Hughes, el director de Alfa, retrata la última versión de este lazo con un uso atípico y extraordinario de la cámara pero con una historia sumamente simple.

Alfa cuenta la historia de dos tribus aliadas para salir a la caza de búfalos.  A pesar de la compleja organización, Keda, el hijo de Tau, líder de la tribu, resulta herido al ser su primera expedición. Al caer del precipicio, su padre y el resto de los miembros piensan que ha perdido la vida y regresan a su hogar dejándolo en el lugar de cacería. Entre hienas y lobos, el joven recobra la conciencia al día siguiente, con una pierna rota y sin comida o agua para poder sobrevivir. Es hasta que, durante un ataque de lobos, se encariña con uno de ellos y juntos combaten las adversidades durante su regreso a casa.

Los primeros 30 minutos, el director Hughes, mejor conocido por El libro de los secretos, desperdicia tiempo fílmico retratando en media hora la relación y organización de la tribu, cuando es un elemento que pudo haber sido explicado en la mitad de tiempo. Aun así, una vez que comienza la aventura entre el lobo y Keda, el ritmo se compone y se siente cada vez más rápido. Sin embargo, el principal problema es que hay un abuso de «ternura» en el lobo. Si bien no se trata de un documental y Hughes tenía la libertad creativa de insertar elementos ficticios en el comportamiento del fiel amigo del joven, desentona con la época y resultan incluso cómicas –lo cual es completamente intencional– algunas acciones empáticas por parte del animal.

Por otro lado, es una historia sumamente simple que no va más allá de lo que el espectador puede observar desde el trailer. El camino de regreso a casa sólo cuenta con un nodo que podría generar cierta angustia por el destino de los personajes. Ello, sumado a que está llena de fórmulas que se han repetido en un sinfín de ocasiones pasadas y el dramatismo exagerado por parte del protagonista, provoca que al final no se trate de una película auténtica ni extraordinaria.

Lo más destacable de Alfa, sin duda, es el realismo que la fotografía, el uso de animales entrenados –el lobo, que en realidad se trataba de un perro de raza rusa– y otros como las hienas y los bisontes en su hábitat natural, provocan en cada instante de la película. Incluso, según IMDb, la película no pudo incluir la advertencia «los animales no fueron lastimados al realizar esta película» puesto que cuatro búfalos fueron estrangulados para la filmación de una escena.

Aunque es muy usual que exista un abuso en el uso de diálogos, esta ocasión la historia no era lo suficientemente sólida para sostenerse sin ellos. Además, la mayoría de las conversaciones entre Keda y su padre tienen un dramatismo exagerado que no contribuye a la melancolía de la trama. Alfa es extraordinaria visualmente por el realismo de la fotografía y las escenas de los animales en un comportamiento natural, pero la historia fue simple, con fórmulas banales y un ritmo sumamente lento.

 

 

 

 

 

autor Escribir y el cine son mis más grandes amores. Admiro a Tarkovski, pero lloro cada que veo Up.
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