Percy Jackson y el ladrón del rayo
Aunque puede llegar a caer en muchos clichés, es una buena propuesta para disfrutar con la familia.
Como si atravesar la preparatoria y sobrevivir la adolescencia no fuera suficiente, imagínense enterarse que su papá es un Dios Griego; que tienes poderes y supuestamente eres culpable de robar el rayo de Zeus (Sean Bean). Así empieza la aventura para Percy Jackson (Logan Lerman), hijo de Poseidón (Kevin Mackidd), quién tendrá que salvar a su madre mortal, secuestrada por Hades; y de paso encontrar al verdadero ladrón del rayo, todo antes de desatar una guerra entre los Dioses.
Resulta imposible no hacer comparaciones con la saga de Harry Potter, ya que además de compartir al director Chris Columbus, los protagonistas de ambas historias son jóvenes aparentemente normales, con poderes sobrenaturales, camaradas inseparables, enemigos dispuestos a acabar con ellos y una misión tan importante que fallar significaría el fin del mundo (literalmente).
Aun así, esta película tiene lo suyo. De no ser por alguno que otro cliché, la historia te mantiene interesado hasta el final. Tiene efectos especiales al por mayor pero, ¿de qué otra forma podríamos entrar a un mundo lleno de minotauros, Dioses, ninfas y extrañas criaturas? Algo destacable son las actuaciones de Uma Thurman como Medusa, convirtiendo a cualquiera que la mire en piedra y de un Pierce Brosnan como nunca lo hemos visto: interpretando a un centauro/maestro de escuela. Una buena propuesta para ver con la familia, sobre todo si hay niños pequeños y les interesa saber de la mitología griega.
–Andrea Adame