Dos días, una noche
En Deux jours, une nuit, Marion Cotillard demuestra por qué merece su nominación al Oscar. Este estreno en cines es dirigido por Jean-Pierre y Luc Dardenne.
Los hermanos Jean-Pierre y Luc Dardenne son quizás los más grandes representantes del realismo cinematográfico contemporáneo. Con cintas como El hijo (2002) y El niño (2005), han realizado una disección de la sociedad europea contemporánea, enfocándose en su natal Bélgica como un punto de encuentro de ideologías, idiomas y patrones migratorios.
En Dos días una noche (Deux jours, une nuit) los Dardenne abordan el tema de la inseguridad laboral y los efectos que el capitalismo más desalmado tiene en la vida íntima de los trabajadores.
Una estupenda Marion Cotillard (su nominación al Oscar es más que merecida) interpreta a Sandra, trabajadora en una compañía de energía solar quien tiene que tomar tiempo libre debido a problemas de salud mental. La administración de su empresa le da 2 opciones a sus compañeros de trabajo: o mantienen a Sandra en la nómina, o reciben un bono. Sandra tiene 2 días para convencer a sus colegas de que la ayuden a conservar su trabajo.
En una especie de road trip en círculos, la protagonista y su esposo visitan a una galería de personajes que representan a distintos sectores de la sociedad belga. Inmigrantes, locales, viejos, jóvenes: todos estos empleados son puestos en una situación imposible. O piensan en el bien del otro o en la supervivencia propia: en la dinámica laboral contemporánea no hay cabida para la solidaridad.
Con un estilo visual que privilegia la cámara en mano, este par de maestros del cine logran lidiar con los problemas de la economía mundial pero retratando historias a la vez personalísimas y universales.