Sólo los amantes sobreviven
El director Jim Jarmusch redefine el género gótico con Only Lovers Left Alive. La protagonizan Tom Hiddleston y Tilda Swinton.
Sólo los amantes sobreviven (Only Lovers Left Alive) del icónico director independiente, Jim Jarmusch, no es un respuesta a la invasión cultural y mediática del vampiro-enamorado; es más bien un ensayo sobre la influencia del amor dentro de las relaciones personales y del arte.
Jarmusch, fiel a su estilo lánguido y pausado, presenta la vida de 2 amantes: Adam (Tom Hiddleston), un músico virtuoso y antisocial que vive refugiado en una casa lúgubre de Detroit, y Eve (Tilda Swinton), una mujer elocuente y bien educada que tiene un departamento en Tánger. Aunque su matrimonio inició hace siglos, su amor no ha palidecido ni un solo instante, mucho menos cuando Adam piensa en suicidarse con una bala de madera, porque no concibe cómo los zombies –los seres humanos– han destruido la cultura.
Bajo un ambiente nocturno y una fotografía que enaltece la luz artificial, el director construye un guión plagado de referencias literarias –el escritor Christopher Marlowe es amigo íntimo del matrimonio, el pseudónimo del protagonista es Stephen Dédalus– y musicales –él colecciona guitarras vintage y es fanático de Jack White–, que pretenden ensalzar las virtudes de una raza que no tiene consciencia de su poder creativo. Pues, al parecer, sólo los vampiros pueden apreciar los detalles más excelsos, y Hiddleston y Switon –con su piel transparente, mirada altiva y un aura snob– son quizá los monstruos con mayor presencia en el cine moderno.
Otro de los temas centrales y que se presenta con sutileza, es el contraste entre la nostalgia y el siglo XXI. La pareja constantemente habla sobre el pasado y los personajes que marcaron su vida (Shelley, Byron, Shakespeare) e incluso sobre la gloria de una ciudad musicalmente histórica como Detroit; pero al mismo tiempo, sienten repudio por épocas añejas y aceptan vívidamente a la tecnología, sobre todo cuando mencionan que morder el cuello de una víctima es “tan medieval”, mientras realizan una videollamada desde su iPhone.
Sólo los amantes sobreviven rompe con los cánones de un género decadente y aunque el ritmo narrativo puede causar estragos, la recompensa es sublime: una obra casi matemática que fusiona la comedia, drama y el romance, y que se volverá una referencia para futuras cintas sobre el género. Márquenla como una de las mejores películas estrenadas en el 2014.