3 días para matar
La película protagonizada por Kevin Costner y Amber Heard, 3 Days to Kill, es un desastre que logra entretener.
Es bueno tener de vuelta a Kevin Costner como el actor principal e igualmente es disfrutable verlo apropiándose del papel, situación que hace más triste contemplarlo en esta esquizofrénica, exagerada e inverosímil trama, 3 días para matar (3 Days to Kill). Oh, cierto, McG (Los Ángeles de Charlie) es quien lleva el timón. Entonces, ¿por qué esperaríamos realismo?
Costner interpreta a un asesino de la CIA, Ethan Renner, un tipo agradable pero de corazón frío y diagnosticado con cáncer, quien decide retirarse de la profesión para regresar a casa en París y pasar sus últimos meses de vida intentando recuperar el tiempo perdido con su esposa (Connie Nelson) y conocer mejor a su hija adolescente (Hailee Steinfeld). Pero, sorpresa, al momento de llegar a Francia debe atender una última misión, entregada ágilmente por Vivi (Amber Heard), una agente enfundada en spandex y stilettos, quien lo quiere de vuelta en el juego para acabar con los chicos malos y sus armas nucleares, a cambio de la promesa de acceder a una droga experimental que podría prolongarle la vida.
Esta descabellada historia está escrita por el francés especialista en acción, Luc Besson, quien curiosamente también coescribe y produce las películas de humor involuntario y protagonizadas por Liam Neeson, Búsqueda implacable, sobre un espía que debe salvar a su hija.
Tanto 3 días para matar como Búsqueda implacable comparten muchas similitudes, y a pesar de los destellos humorísticos dentro de las hábiles escenas de acción, los momentos más graciosos irónicamente son aquellos no intencionales. La producción es un verdadero desastre, pero que extrañamente vale la pena ver en una tarde lluviosa y cuando esté disponible en Netflix.