El abogado del crimen
De Ridley Scott, The Counselor tiene un excelente cast, con una historia que pierde enfoque. La protagoniza Michael Fassbender y Penélope Cruz.
Sir Ridley Scott tiene un misticismo en la cámara, una forma para retratar los pecados y las virtudes que tiene el hombre. Esta tónica sigue vigente en su nueva película El abogado del crimen (The Counselor), un drama ambientado en la frontera mexicoamericana donde la avaricia es el principal protagonista dentro de un elenco de lujo, sobre un abogado sin nombre que decide importar narcóticos de México.
La perspectiva de Scott, o mejor dicho del guionista-novelista Cormac McCarthy (Sin lugar para los débiles) se enfoca mucho más en debatir sobre las malas decisiones y sus consecuencias en lugar de investigar los embrollos y el origen de la violencia en la sociedad actual. Los diálogos que a veces pecan de redundantes e innecesariamente filosóficos, fungen como una guía moral a través de esta travesía plagada de intriga, traiciones y un cargamento de narcóticos que cambiarán la vida de un puñado de personas.
Lo interesante de esta obra es que a pesar de que podemos vaticinar el destino de los protagonistas, es fascinante ver cómo Scott nos lleva sinuosa y pacientemente a un tercer acto cargado de viñetas que mezclan la redención con la violencia. A pesar de estos momentos memorables, es una lástima que la construcción dramática sea condescendiente y telenovelera, abusando una inocencia narrativa dentro de un ambiente criminal que por antonomasia es mordaz y lúgubre.
La cinta es relevante en un nivel artístico, aunque seguramente tendrá detractores nacionalistas que criticarán la visión yankee de un México inmerso en corrupción y controlado por carteles.
