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Cine

Desde muy, muy atrás

17-10-2013, 1:07:53 PM Por:
Desde muy, muy atrás

Aunque The Way Way Back entretiene, su guión parece sólo estar al servicio de las situaciones quirky. La protagonizan Sam Rockwell y Steve Carell.

Cine PREMIERE: 3
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Situada en un pueblo playero y durante las vacaciones, Desde muy, muy atrás (The Way Way Back) cuenta la historia de un chico tímido que tiene que pasar el verano en la casa del odioso novio de su mamá. Aburrido y dolido porque nadie parece hacerle mucho caso, el chico agarra la bicicleta de la hija del susodicho novio y termina consiguiendo trabajo en un parque acuático al lado de su nuevo ídolo, el siempre cool Sam Rockwell.

Aunque Desde muy, muy atrás es entretenida y adecuadamente emocional, se queda muy corta por el lado de la historia y ésta parece más bien sólo estar al servicio de las situaciones encantadoras y quirky:

  • Está el niño bizco que tiene que usar un parche
  • La bici de niña que el protagonista tiene que usar
  • La vecina excéntrica

Todos son elementos que, dentro de una narrativa interesante, los podríamos aguantar. Como ejemplo, ver Juno, Pequeña Miss Sunshine o, incluso, Adventureland. Aunque esta última tampoco es la epítome de la complejidad.

En más de una forma, esta ópera prima de los escritores de la fantástica Los descendientes resulta un poco demasiado dulce, un poco demasiado excéntrica, un poco demasiado sincera y los personajes un poco demasiado autoconscientes para su propio bien. Y es que cada una de sus partes se siente como lo que es: un mecanismo de entrega de peculiaridades. No como situaciones o personas con cargas emocionales reales.  

Y aquí, quizá, la respuesta a la pregunta que muchos se han hecho al ver que un guión es nominado o (como Los descendientes) incluso gana un Oscar sin que su director se lleve uno: ¿qué tan efectivo es el guión por sí mismo y qué tanto influyó la mano del realizador? Aquí es claro que Nat Faxon y Jim Rash son excelentes guionistas situacionales, pero como directores les falta la visión emocional de un realizador que le inyecte vida a sus personajes y ate todas esas situaciones dentro de una narrativa cohesiva. Alguien cuyo instinto como creador transforme este mundo idílico sin amenazas en un universo real y tangible.

Es claro que los personajes le caen demasiado bien a los guionistas y optaron por no darle a ninguno esa gama de grises de las que estamos hechos todos. El chico es torpe, Sam Rockwell es perspicaz y Steve Carell es un ojete. Eso es todo lo que sabemos y, al parecer, es lo único que los realizadores quieren que sepamos.

autor Escritor, director de cine y director editorial en ésta, su amigable vecina publicación de cine, Cine PREMIERE. Nunca perderá la esperanza de una segunda temporada de Studio 60 on the Sunset Strip y Firefly.
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