No quiero dormir sola
La ganadora en la décima edición del Festival Internacional de Cine de Morelia es una interesante propuesta visual para un drama que no cae en excesos.
No quiero dormir sola, la cinta ganadora de la décima edición del Festival Internacional de Cine de Morelia, dirigida por Natalia Beristain, es un ensayo sobre la soledad filmado de manera modesta y con muchos aciertos.
La historia trata sobre Amanda (Mariana Gajá) una chica con problemas de abandono, que está dispuesta a tener un acompañante nuevo cada noche con tal de no dormir sola. Por su parte, Adriana Roel da vida a Dolores, la abuela de Amanda, quien está lidiando con Alzheimer, por lo que su familia se ve obligada a internarla. Así, por situaciones de la vida, se ven obligadas a compartir y sobrellevar una etapa muy solitaria de sus vidas, descubriendo mucho tanto una de la otra como de ellas mismas en el proceso.
Con un diseño de arte que luce auténtico y genera fotogramas visualmente muy impactantes, esta cinta es un drama bien construido que nunca cae en la tragedia exagerada, pero tampoco se acerca en ningún momento a la comedia. Beristain toma elementos autobiográficos para tejer una realidad cruda, pero bien fundamentada. Su mayor acierto es el nivel de detalle con el que explica y desarrolla el asilo para actores retirados, generando un escenario único y original. Desde las enfermeras, las instalaciones, hasta el trato de los doctores, el lugar es por demás interesante.
La actuación de Adriana Roel como Dolores, una acabada actriz del pasado, además de contundente, hace muy interesante la construcción del personaje. Sin embargo, esto a su vez, hace que la interpretación de Gajá y el desarrollo de Amanda luzcan más pobres en comparación. Pero es este choque de generaciones lo que resulta el mayor logro del filme, tanto por su impacto emocional, como por lo disfrutable de sus diálogos.
Puede que la cinta tenga algunos errores de guión (su mayor defecto es el hecho de que se torna bastante predecible) o de producción (algunas tomas se sienten demasiado sucias y la cámara en mano no siempre funciona), pero sí es una propuesta bien armada que puede atraer a una gran variedad de espectadores.
Mary Carmen Albarrán Mary Carmen siempre ha sido una ñoña... incluso antes de que se considerara cool. Fue editora de Cine Premiere 5 años y posteriormente saltó a las compañías de tecnología pasando por Comunicación en Google, siendo el Tío Netflix en Netflix y ahora ayudando a los famosos a usar Instagram, Facebook y Threads en Meta.
