Superman regresa
Del director Bryan Singer llega la película de Superman protagonizada por Brandon Routh y Kevin Spacey, donde su principal error es abusar de la nostalgia.
Probablemente es infinitamente más interesante la historia detrás de la realización de Superman regresa, que la película misma.
A inicios de los 90, Warner Bros. Pictures contaba con un guión, posteriormente Kevin Smith les dijo que éste apestaba y ellos le dieron luz verde para escribir lo que se conoce –y puede consultarse en internet– como Superman Lives. El estilista de Barbra Streisand, Jon Peters, estaba encargado de la producción de la cinta, gracias a que produjo Batman y Batman regresa de Tim Burton y pedía exóticas especificaciones.
Al contratar a Tim Burton, Kevin Smith es sacado del proyecto, Burton quiere a Nicolas Cage como el Hombre de Acero y aun con pre-producción en 1997, Superman Lives nunca se concreta.
Con el boom de los superhéroes en el siglo XXI, Bryan Singer fue la opción de Warner tras el gran recibimiento de X-Men y X2, dejando así a McG y el guión de JJ Abrams, quienes se habían incorporado al proyecto, fuera y empezando de nuevo toda la producción.
A pesar que Bryan Singer declaró no ser fan de Superman, sí lo era de las 2 primeras películas de Richard Donner y rindió una especie de homenaje con Superman regresa.
Tras 5 años de ausencia, Kal-El vuelve a la tierra y encuentra un escenario poco esperanzador: hay guerra, hambre y su archienemigo Lex Luthor salió libre de la cárcel ya que no se presentó Superman para testificar contra él… y al parecer él era el único que podía hacerlo. Lois Lane tiene un hijo y está casada con alguien muy parecido a Cyclops (James Marsden).
Fue emocionante conocer el elenco que conformaría Superman regresa, Brandon Routh nos recordaba a Christopher Reeve e inclusive su actuación fue basada en el desaparecido actor, Kevin Spacey ya había demostrado ser un gran villano y Kate Bosworth pues… se veía bonita. El score usaría el emblemático tema de John Williams y el traje se veía mucho mejor diseñado.
La cinta comenzó bien, gracias a una impresionante secuencia de acción que incluye a Superman salvando a Louis en un avión y hasta una escena que recreaba la clásica portada de Action Comics #1. Sin embargo sólo se queda en eso: un homenaje, una trama inocente que no proponía nada nuevo.
El plan de Lex Luthor era dominar el mundo vía bienes raíces, poco importó que esto no le funcionara en las películas pasadas, el chiste era insistir. Mención especial al hecho de que ningún empleado del Daily Planet notara la pequeña coincidencia del regreso de Clark, al mismo tiempo que la del hijo de Kriptón. Esto incluye a Lois Lane, la ahora ganadora de un Pullitzer por el artículo “Por qué el mundo no necesita a Superman”.
Superman regresa apela demasiado a la nostalgia, a la melomanía provocada en los 70s y 80s, y a las 2 películas de Donner sobre las que se inspiró Singer. Al final estamos ante épocas distintas: en una el Muro de Berlín ni siquiera ha caído, y en la otra apenas habían pasado 5 años del ataque a las Torres Gemelas.
Pero esta película goza de un efecto interesante donde al final de la proyección salimos satisfechos y recordamos a Christopher Reeve. Sin embargo, conforme pasa el tiempo la anestesia pierde su efecto y nos damos cuenta que pudo haber quedado mucho mejor, sin un Superman que se la pasa sufriendo por el despecho de Lois Lane, ni un Lex Luthor repitiendo su plan una y otra vez.
Finalmente, tras conocer el tormentoso camino que hubo para que Superman regresa viera la luz, tenemos que agradecer el resultado, pues pudo haber sido algo sumamente desastroso. Entre las excentricidades que pedía Jon Peters –productor y el exestilista de Barbara Streisand– estaban: Sean Penn como Clark Kent “porque sus ojos eran los de un animal enjaulado”, un Superman que no volara, que Lex Luthor tuviera un perro espacial tipo Chewbacca, a Brainiac con un compañero robot tipo R2-D2 y que la secuencia final incluyera una araña gigante mecánica. Al final nada de eso pasó y Jon Peters produjo Wild Wild West…