Viene de noche (It comes at night)
Con elementos misteriosos y drama cargado, It Comes at Night puede defraudar a quien demanda respuestas.
Una agitada respiración y la voz de una mujer preguntando a su papá si se siente bien es lo que escuchamos al comenzar Viene de noche. Lo primero que vemos es a un anciano en close up, es el padre de aquella mujer en trance y tiene los ojos negros y luce muy, muy deteriorado. De pronto aparecen tres personas con máscaras antigas, quienes llevan al hombre al bosque para deshacerse de él.
Lentamente vamos conociendo el microuniverso en el que está la ahora familia de tres: Paul, el padre, su esposa Sarah y su hijo adolescente Travis, esto sin olvidar al perro Stanley. El pequeño Travis es el más afectado por la muerte del abuelo y, sin duda, será un detonante para los eventos que ocurrirán a lo largo de la trama.
Viene de noche es la segunda película de su director Trey Edward Shults tras debutar en 2015 con el largometraje Krisha, centrado también en el tema que le apasiona a Shults: la familia. Y aquí radica la importancia de la dinámica de esta película de horror, la amenaza está ahí, latente, de noche, para acechar a los miembros de esta pequeña familia que literalmente se juega la vida cada noche.
El reparto de la cinta logra un trabajo decente, contenido, sin llegar a ser espectacular aunque la historia nunca pretendía demandar profundos performance de cada miembro. Sin duda el que destaca aquí es Joel Edgerton como el jefe de una familia y la desesperación que hay en él al protegerla cuando la situación parece tornarse peligrosa.
La tensión y el mundo apocalíptico que crea Shults resulta interesante y grandioso para los amantes del terror pausado, que se toma su tiempo para construir una tensión, para presentar a los demonios; pero hay que recordar que el director centra estos pecados, estos demonios en los temores de la familia, por lo que quien espere ver “algo”, lamentablemente saldrá decepcionado.
Y ese es el principal “riesgo” que corre la película desde su título, tanto original como en la traducción: It Comes At Night. Nos anuncia que “ALGO” viene de noche, que detrás de una puerta roja la amenaza está latente, que un virus, una plaga, una enfermedad transforma a la gente en “algo” y que “eso” es más recurrente cuando el día llega a su fin y reina la oscuridad.
Lamentablemente la forma en que A24 vendió la cinta promete un gran nivel de suspenso, pero se queda corto: sí, tenemos secuencias de pesadillas, sangre y hasta acción, pero más bien estamos ante un drama que coquetea con el suspenso, con la idea de una familia amenazada ante situaciones externas, que se enfrenta a la pérdida y los sucesos a su alrededor, que a una película de horror con un tercer acto en donde se desate el infierno.
La obra de Edward Shults juega con este cine lento, que nos va atrapando, en el que secuencias oníricas coquetean con la realidad amenzante para una familia en peligro. Sin embargo, al terminar la cinta nos deja con muchas más dudas, que nunca fue la intención del director aclararlas, pero hubiera sido positivo conocer algunos detalles de este mundo apocalíptico donde reina la noche.