Hazlo como hombre

Originalmente llamada Amigo gay, Hazlo como hombre cambió su título para evitar el rechazo del público a la polémica palabra, y, como punto extra, obtuvo un nombre que apela más directamente a la idiosincrasia mexicana, que tristemente sigue rigiéndose por el machismo, la intolerancia y la misoginia, puntos que se abordan superficialmente en esta comedia mexicana, pero se encuentran esparcidos en su argumento. 

Con la intención de hacer un filme que cree consciencia sobre una realidad vigente en Latinoamérica –el hecho de que la homosexualidad sigue siendo tabú– Nicolás López y Guillermo Amoedom escribieron un guion dirigido por López con un afán de frescura que a veces raya en la farsa, pero que en las escenas mesuradas se conduce con una naturalidad más creíble. El también director del éxito chileno Sin filtro –del que ya se prepara una adaptación mexicana– se mantiene fiel a su estilo irreverente, atrevido y contestatario ante las mentes conservadoras y aquí no sólo lo hace a través de la temática, sino del lenguaje, que claramente emula la manera en que se conducen muchos adultos jóvenes y adolescentes. 

Raúl (un Mauricio Ochmann proclive a la exageración) representa todo el cliché del «macho alfa», es mujeriego, se empeña en tener un carro último modelo para impresionar y minimiza a su pareja embarazada, a la que incluso ignora por priorizar sus videojuegos. Así que su pensamiento retrógrada no le permite procesar que su cuñado y mejor amigo, Santiago (Alfonso Dosal, cuyo personaje rehúye por completo del estereotipo amanerado), le revela ser gay. Un espléndido y carismático Humberto Busto representa todo lo que Raúl no es al darle vida a Eduardo, quien domina la jerga homosexual, sus tendencias, y tampoco tiene empacho en aceptar de buena gana la confesión de su amigo. 

Aislinn Derbez, quien se reúne con Ochmann tras protagonizar juntos A la mala y la serie norteamericana Easy, por vez primera rueda una película con su esposo, aparece en un rol secundario como la hermana de Raúl y prometida de Santiago. Su personaje es lamentable no por lo que le ocurre en pantalla, sino por el engrandecimiento de sus gritos y ademanes que trascienden la histeria, pero que obedecen a los lineamientos de la dirección. “Sí me dio un poco de miedo porque Nicolás nos llevaba un poco, a mí por lo menos, al extremo de la locura y había momentos que yo pensaba que era broma, que no iba a tener que hacer eso y de repente me decía que lo tenía que hacer igual”, nos dijo en entrevista. Sin embargo, tal como ella sospechaba, tanta energía no siempre es redituable en algunas escenas.

Sin lugar a dudas, las intenciones de Hazlo como hombre son honorables. Busca crear conciencia sobre la intolerancia que aún existe hacia la comunidad homosexual, en especial cuando se acepta a una edad avanzada; su intención es ser un espejo a través de los personajes que la encarnan para dejarnos ver que tal vez no somos tan abiertos como pensábamos y que todos tenemos algo de monstruoso; sin embargo, la incongruencia del ensamble, el tono y la conducción son desfavorecedoras y terminan siendo un distractor de la misión central. 

Mabel Salinas No soy la Madre de los Dragones, pero sí de @Enlabutaca; desde ahí y en Cine PREMIERE estoy en contacto con las buenas historias. Melómana, seriéfila, cinéfila, profesora universitaria, y amante de las bellas artes. Algún día escribiré una novela de ciencia ficción. ¡Unagui!