Guardianes de la bahía

Baywatch fue un programa de televisión que dominó por mucho tiempo la barra de programación en los 90. Las tramas de sus episodios eran simples y no requerían seguir cada uno de sus capítulos, pues eran simplemente “el problema de la semana”. Desde ataques de tiburones, a temas de narcotráfico y hasta bombas nucleares… porque son el tipo de cosas que ocurren en cualquier playa.

Es claro que sólo un verdadero fan se echó todos y cada uno de los 242 episodios de la serie. Un mega fan, además, vio las tres películas directas a video: Baywatch the Movie: Forbidden Paradise, Baywatch: White Thunder at Glacier Bay y Baywatch: Hawaiian Wedding. Y un hardcore mega turbo fan también se aventó los 44 capítulos del spin-off Baywatch Nights, que en su última temporada decidió ser de ciencia ficción porque… pues bajos ratings.

Naturalmente la versión fílmica de Baywatch no exige esos niveles de conocimiento del DHTEU (David Hasselhoff Television Extended Universe), pues cualquiera podría disfrutar la película protagonizada por Dwayne Johnson y Zac Efron. Podría… pero lo cierto es que a pesar de una exagerada primera secuencia que nos promete una cinta de absurdos exagerados –Johnson rescata a una persona mientras delfines hacen piruetas detrás de él antes del título de la película–, al poco tiempo esto se pierde y es claro que Seth Gordon (Quiero matar a mi jefe) no supo hacia qué género o estilo quería enfocar su cinta.

El teniente Matt Buchanan (Dwayne Johnson) es la cabeza principal de los salvavidas de Emerald Bay y junto con su equipo deberá entrenar a varios reclutas y de paso frenar una red criminal que pretende acabar con la bahía. (¿Por qué alguien querría acabar con una bahía? Ése es un misterio que jamás será resuelto). La trama respeta la sencillez de los capítulos de televisión, en eso es fiel, así como la explotación del principal atractivo del programa: cuerpos femeninos y masculinos en diminutos trajes de baño. Ahí no hay absolutamente nada que reprocharle a la película.

Fuera de eso, Baywatch no termina por decidirse entre ser una película de buddy cop, una sátira hacia el programa o una comedia de acción sin pretensiones. Como consecuencia, el ritmo de cada uno de los actos de la cinta es torpe y por momentos se desdibuja las personalidades de los personajes de Zac Efron y Alexandra Daddario. Dwayne Johnson el único que sale a flote (irónico siendo él un salvavidas).

La participación de nuestra connacional Belinda tampoco sale muy bien librada, pues únicamente es otro eyecandy en una película donde… todos son eyecandy. Además, los demás tienen algo que la interprete del sapito no: diálogos. 

Con Baywatch se demuestra que el encanto en pantalla de Dwayne Johnson no puede sostener un producto que de entrada no se define a sí mismo, proveniente de un material original que, si bien no exigía una gran cantidad de atención, sí tenía algo que la comedia de 2017 no: identidad.

Sergio López Aguirre Stanley Kubrick alguna vez dijo "Para tener una visión más amplia, no sólo vean cine bueno, también el malo" obvio le hice caso en lo segundo y es muy divertido.