El tamaño sí importa

Lo primero que hay que destacar del más reciente trabajo dentro de la filmografía del mexicano Rafa Lara, que incluye títulos como La milagrosa, Labios rojos y 5 de Mayo, además del estupendo cortometraje Aquí no pasa nada, es el intento del director por aprovechar a alguien como Ximena Ayala (Perfume de violetas), quien se distingue por su buen desempeño dentro del drama, en un rango distinto: el de la comedia ligera. Por desgracia, le hace acompañar del debutante Vadhir Derbez quien, a pesar de que se encuentra en un personaje aparentemente a modo, inicia perdido en la definición del mismo y encuentra el tono necesario hasta el segundo tercio de la película. Es hasta ese momento que el relato fluye con mucho mayor soltura, pero ya es demasiado tarde para consolidar la relación con su coprotagonista y ésta se queda a la mitad del camino en la búsqueda del dinamismo y encanto que requieren este tipo de roles. 

La trama sigue los pasos de Vivi, una chica promedio que se asume como poco atractiva y se la ha pasado mucho tiempo suspirando por su jefe, una especie de Playboy engolosinado con su apariencia y su éxito entre las mujeres, sin la más mínima esperanza de que voltee a verla. Pero el destino les tiene preparadas un par de sorpresas y cuando dicho sujeto cae en desgracia y se ve obligado a olvidarse del glamur y los lujos, su estilo de vida cambia drásticamente y ella tendrá la oportunidad de conquistarlo y, de paso, reflexionar sobre la forma en que suele verse a sí misma.

Por supuesto, la premisa sigue la fórmula y está construida para la inclusión de una serie de personajes secundarios, cuya gracia se basa en lo inusual que resultan para algunos de sus intérpretes. Este es el caso de Jesús Ochoa y Laura De Ita, quienes logran sacarlos adelante gracias a su oficio. Esto, además de la participación de Eugenio Derbez quien, para bien o para mal –según sea el gusto–, hace más de lo que ya todos sabemos que sabe hacer y, aunque la escena en que aparece no está del todo bien lograda, funciona como un atractivo guiño para los fans y es el pretexto ideal para que el actor pueda cobijar a su ya mencionado vástago. Por otro lado no se puede dejar de mencionar el planteamiento que, a partir del título, ofrece un juego de conceptos que redunda en un interesante discurso con respecto a “los tamaños”. Así pues, estamos ante una propuesta de comedia romántica que funciona a medias en algunos aspectos y que a pesar de que nunca logra cuajar un punto fundamental (que es la química entre los dos protagonistas), hay que reconocer que se atreve a trastocar algunos convencionalismos y puede resultar algo entretenida para quien guste de la evasión sin complicaciones.

Jesús Chavarría Critico de cine y cómics. Critico en Cine con Kristoff de Telehit. Fue editor de Stageone México. Colaboró con Playboy, Chilango y la edición mexicana de Archie. Hoy escribe para La Razón y Mórbido Magazine. Conduce el programa de radio y Tv, Rocket.