Ladrones
Ladrones... de nuestro tiempo.
Para los que no tuvieron la experiencia de ver en pantalla grande un videohome, como sucedía a finales de los 80 cuando era el principal formato en que se estrenaba el cine mexicano, ésta es su oportunidad, aunque tendrán que hacerlo bajo su propio riesgo. Y es que siguiendo las órdenes de Joe Menéndez, director de varios episodios en From Dusk Till Dawn: The Series, Eduardo Yáñez y Fernando Colunga, dejan atrás –o más o menos- ese aire telenovelero que impregna su trayectoria, para sustituirlo, al parecer de forma involuntaria, por un tufo muy similar al de aquellas producciones, con las cuales definitivamente se emparenta la naturaleza de esta película titulada simplemente Ladrones.
Todos los elementos están ahí, una premisa simple –por no decir simplona- y poco ingeniosa, que sólo sirve de pretexto para desarrollar una trama predecible y presentar personajes estereotipados, en situaciones que pretenden ser graciosas, pero que a lo mucho, siendo muy poco exigente –y que los dioses me amparen por decir esto- resultan algo simpáticas. Claro, la diferencia es que aquí se cuenta con un presupuesto y un estándar de calidad en la manufactura un tanto mayor -no demasiado, la resolución de algunas escenas raya en lo ridículo-, además de un reparto integrado por actores con cierto renombre y mayores pretensiones. Pero eso es todo, si no fuera porque alcanza distribución en cartelera comercial, cualquiera diría que se trata de una pieza pensada para el mercado del entretenimiento en casa, de ésas para verse quizás mientras se hace alguna otra actividad
doméstica, disfrutarse y luego olvidarse, si es que se puede. Ah sí, hay que mencionar de qué va. En ésta que es la secuela de Ladrón que roba a ladrón, regresa Alejandro Toledo (Colunga), quien aquella ocasión pusiera en su lugar al responsable de una serie de estafas realizadas a través de infomerciales, para unirse al criminal experto, Santiago Guzmán (Yáñez), y volver a hacer justicia. Para ello utilizará a las propias víctimas, descubriendo cuáles son sus talentos, para enfocarlos en un nuevo plan y finalmente entrenarles y llevarlo a cabo.