Los 33
Una cinta que apela a nuestros sentimientos de parte de una cineasta con talento para el cine comercial.
“La historia que conmocionó al mundo”, dice la publicidad de la película. Y es que Los 33 parte con ventaja. No sólo está basada en hechos reales, sino que se apoya sin complejos en el recuerdo colectivo de cómo todos vivimos aquella historia de 33 mineros chilenos que sobrevivieron 69 días bajo tierra.
La mexicana Patricia Riggen, directora de la exitosa La misma luna, sabe como aprovecharse de ese gol a favor, y apela a nuestros sentimientos con todas las herramientas de que dispone una cineasta con talento para el cine comercial. Sin ir más lejos, cuenta con la música del fallecido James Horner (¡el mismo de Titanic!), los actores más populares de cada cinematografía latinoamericana y, obvio, un happy ending melodramático y sentido.
Para conseguir esto, Riggen da rienda suelta a los intérpretes: Antonio Banderas tiene la oportunidad de desplegar su histrionismo, Juliete Binoche llora como sólo ella sabe hacerlo, Mario Casas luce músculos e intensidad, nuestros Tenoch Huerta, Kate del Castillo, Adriana Barraza y Marco Treviño aportan la distinción mexicana.
Es casi imposible no emocionarse con esta película, y aunque haya quien pueda calificarla de blanda, o quien esté hecho de palo y no sepa disfrutar de una tarde de lloriqueo cinematográfico, “Los 33” ofrece lo que promete: Cine comercial, emocionante, lacrimógeno, para todos los públicos.
También toca de refilón temas interesantes. Asusta la idea de que el mundo “exterior” contaminara con toda su basura ambiciosa y comercial aquella hermandad tan pura creada bajo tierra, pero es evidente que Los 33 no se recrea en polémicas, ni en repartir responsabilidades. Lo importante, es que revivamos aquella tragedia que, gracias precisamente a la implicación de todos, terminó convertida en un milagro y en una gran historia de superación humana.
–Luis Gamboa