El fantasma de James Dean en la Berlinale 2015
Hoy en la Berlinale convivieron la bella Léa Seydoux, un documental sobre tradiciones huicholes y el fantasma de James Dean
Definitivamente hoy fue un día de buena cosecha en la #berlinale2015. Aunque se exhibió fuera de la selección oficial, la última cinta de Anton Corbijn, de título Life, fue la que mejor sabor dejó en la boca de los miembros de la prensa internacional. La razón de alguna manera salta a la vista: nadie sería capaz de revelar los secretos que hay detrás de una sesión fotográfica en la manera en que puede hacerlo un fotógrafo. Corbijn rinde honores a la profesión que lo hizo famoso (entre otras cosas, es el responsable de la mítica sesión de The Joshua Tree, del grupo U2) contándonos la historia de otra sesión mítica, aquella que Dennis Stock realizó en 1955 para la revista Life y cuyo protagonista fue James Dean. Cabe decir que para entonces todavía no se estrenaba Al este del paraíso y por lo mismo Dean era un actor prácticamente desconocido, pero Stock vio en algo en él, algo que en alguna parte de los diálogos describe como «puro», que lo mueve a realizar esas fotos pese al escepticismo mostrado por la empresa en la que trabaja. De allí que la película, más allá de describir la relación Dean-Stock, ponga en la mesa cuestiones como el instinto, la autenticidad y la frágil línea que divide el éxito del fracaso. Dane DeHaan hace un magnífico James Dean y, por extraño que pueda parecer, Robert Pattinson hace un más que respetable Dennis Stock. Es una película (casi meta-película) más que disfrutable.
Otro de los filmes esperados fue Eco de la montaña, el cual inauguró una sección que se abrió para este Berlinale bajo el nombre Native: cine indígena. Exhibido ya en otros festivales y acreedor de varios premios, este documental de Nicolás Echevarría se adentra en la cosmovisión de los huicholes. La puerta de entrada a este maravilloso y a la vez desconcertante mundo es Santos de la Torre, uno de los artistas y visionarios más respetados dentro de esta comunidad. La cinta recibió varios aplausos al final de la proyección.
Con mucho menos suerte corrió Journal d’une femme de chambre, película que en realidad nunca alzó el vuelo ni echando mano de Léa Seydoux, actriz que llena la pantalla con una imponencia que no se quizá no se veía desde la mejor época de Catherine Deneuve. Pero ni tanta belleza suple un guión que echa agua por todos lados. Cinta únicamente apta para fans de la Seydoux que, ya se sabe, no son pocos.