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Cine

Locos por las nueces

21-08-2014, 1:11:15 PM Por:
Locos por las nueces

Con poca originalidad y desarrollo de personajes, The Nut Job no logra conectar con su audiencia y se pierde entre muchas cintas animadas.

Cine PREMIERE: 2
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Adaptando su cortometraje Surly Squirrel, Peter Lepeniotis (quien trabajó como animador en Toy Story 2) lleva a la pantalla grande la historia de Surly, una ardilla que es desterrada del parque de la ciudad tras haber quemado tanto el hogar de los animales como sus reservas de comida para hibernar.

Este pequeño roedor, junto a su mejor amigo que es una rata, descubrirá lo salvaje del hábitat de los humanos y lo imposible de sobrevivir allí. En su travesía por encontrar un lugar a salvo, descubren una tienda de nueces a la que planean robar y así poder sobrevivir al invierno. Esto parece ser un plan sencillo, pero las cosas se complicarán cuando el resto de los animales descubran lo que se encuentra dentro de ese establecimiento, que no sólo incluye sus semillas favoritas, sino que es también el lugar donde unos mafiosos planean un asalto al banco de la ciudad. En el caos que está por venir, Surly se encuentra con retos que jamás se hubiera imaginado y descubrirá cuál será el verdadero premio de esta aventura.

Contando con un trabajo de animación que cumple con los estándares de los grandes estudios (aunque sin ofrecer nada innovador), Locos por las nueces cuenta con una buena manufactura que destaca en algunos elementos como el pelaje de los animales, el fuego, el agua, así como la paleta de colores utilizada que logra una ambientación propia de los años de Al Capone, aspecto que recuerda mucho a Rocky y Mugsy, aquellos mafiosos de los Looney Tunes a los que Bugs Bunny siempre arruinaba sus planes.

Son similitudes como estas, por las que Locos por las nueces se siente reciclada ya que todos los personajes, de alguna u otra manera, dan la sensación de haberlos visto en algún otro lado, por lo que la originalidad de la historia se pierde de inmediato.

Pero la gran falla de esta cinta viene desde la construcción de su guión que se siente inconsistente, apresurado y con situaciones forzadas que buscan abarcar la historia en su totalidad, por lo que se deja a un lado el desarrollo de los personajes, que se sienten lejanos y nunca logran conectar con la audiencia, cosa que, especialmente en el género de animación, es un error fatal. Es únicamente por los personajes secundarios, por los que la cinta apenas logra mantenerse a flote hasta el final.

Locos por las nueces cuenta con otra falla: frecuentemente se utilizan recursos como eructos y flatulencias en afán de hacer reír a los más pequeños. Seguir pensando que el público infantil sólo disfruta una película si cuenta con esos elementos, es más que retrógrada. 

Por ello, tristemente, lo más divertido de la película está fuera de ella: Es la secuencia de créditos finales donde todos los personajes bailan el mundialmente famoso “Gangnam Style” junto a una versión animada del rapero surcoreano PSY, aprovechando el éxito de aquel famoso paso del caballo que ha sido visto más de 2 mil millones de veces en YouTube. (Aunque aquello sea ya muy 2012 y no sea del agrado de todos).

Al final, Locos por las nueces podría ser una película completamente olvidable, pero debido al modesto éxito que ha tenido en la taquilla mundial, ya se está preparando una secuela para 2016. Ya veremos como resultará esa nueva aventura.

autor Apasionado de ver, escribir, leer, investigar y hablar sobre cine en todas sus formas. Soy fan de Star Wars, me sé de memoria todos los capítulos de Friends y si me preguntan de cine mexicano, no hay quien me calle. Editor en Cine PREMIERE.
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