Fachon models

Ulises y “El Charal” no serán aspirantes a modelo de pasarela, pero ambos luchan para convertirse en algo que tampoco se salva de los estereotipos de belleza propios de la televisión: estrellas de infomerciales. Desafortunadamente, estos 2 amigos, interpretados por Eugenio Bartilotti y Héctor Jiménez, parecen no contar con el look y los atributos masculinos necesarios para lograr sus sueños o encontrar el amor… al menos, hasta que todos los trucos de la comedia romántica se pongan en marcha, al pie de la letra, bajo la tutela del director Rafael Montero (Cilantro y perejil).

La comedia mexicana Fachon models gira alrededor de la difícil aceptación de uno mismo, con 2 protagonistas de “pesos distintos” –uno gordo y uno flaco– , un contraste que ha demostrado ser exitoso a la hora de evocar la simpatía del público (recordemos a Viruta y Capulina, Chompiras y Botija, el Gordo y el Flaco…). Sin embargo, ni las ocasionales puntadas de este dicharachero par, ni la presencia del actor y comediante Edgar Vivar (el mismísimo Botija), ni la fresca sátira del mundo de los infomerciales logran sacar avante a un guión de receta, en el que todo parece suceder porque sí.

Mientras que “El Charal” de Jiménez toma una vez más el lugar del mejor amigo optimista y “de barrio” (que recuerda a su rol en Besos de azúcar), Bartilotti encarna al héroe con nombre de epopeya griega, un joven con problemas de sobrepeso, asiduo al casting de infomerciales, pero que en realidad desea actuar en teatro. Temas como el de la obesidad, la autoestima, los cánones de belleza impuestos por los medios y la perseverancia son tocados a lo largo de su muy personal odisea, pero nunca del todo desarrollados. Más bien, sirven de telón de fondo a su romance con Carolina (Adriana Louvier), una amiga de la infancia con la que se reencuentra y que, en un principio, parece estar totalmente fuera de su alcance.

La película se esfuerza constantemente por mantenerse fresca y graciosa en sus diálogos; de hecho, más que construir un relato que evolucione naturalmente, el guión se concentra más bien en arrebatar risas en cada escena, como si se tratara de una comedia de situación o una serie de sketches. La química y complicidad de Bartilotti y Jiménez, así como la representación del detrás de cámaras de los infomerciales, logran sacar algunas sonrisas en esta cinta de lugares comunes, cuya historia de amor de fórmula parece suceder en piloto automático, predecible por el simple hecho de que ya ha sido narrada incontables veces en la pantalla grande.

Fachon models hace burla de la superficialidad y de los estereotipos que reinan en la industria del espectáculo.  Sin embargo, utiliza sus propios clichés –todos los del género– que, paradójicamente, no le dejan alcanzar mayor profundidad, más allá del humor ocasional, la promoción de cadenas de cafeterías y un mensaje bien intencionado.

Jessica Oliva Periodista, editora en Cine PREMIERE y bailarina frustrada en sus ratos libres. Gustosa del cine, la literatura, el tango, los datos inútiles y de la oportunidad de desvelarse haciendo lo que sea.