El infiltrado
Un thriller policíaco encallado entre el drama y la acción, Yy protagonizado por Dwayne Johnson.
Está cerca la temporada de verano, en la que podremos ver a la industria hollywoodense hacer, como cada año, gala de su artillería pesada en materia de películas de acción. Es así que el doble de acción convertido en director Ric Roman Waugh (Felon) abre plaza tempranamente en el año con un experimento interesante: El infiltrado.
La cinta cuenta la historia de John Matthews –interpretado por Dwayne Johnson–, un exitoso empresario cuyo hijo es preso por involucrarse inocentemente en un negocio de contrabando de droga. Para poder reducir la condena de su hijo, John hace un pacto con la DEA que lo convierte en un agente infiltrado dentro de un poderoso cartel mexicano.
Si bien la película se vende como una historia de acción, buena parte de la trama bordea el drama, centrándose en la presión que el personaje principal tiene por salvar a su hijo. Es hasta el final del segundo acto que la cinta realmente deja ver las muy afortunadas secuencias de acción que se anticipan en el tráiler.
Sin embargo, tal vez el principal desacierto de El infiltrado son sus actuaciones. Aún si tomamos en cuenta que The Rock no es precisamente el mejor actor dramático, saltan a la vista detalles muy falsos no sólo de él sino de todo el elenco, incluso de la veterana Susan Sarandon (en un papel muy simpático, no obstante). Esto da la impresión de que el verdadero error está en la dirección escénica. Cabe mencionar que probablemente el único actor que sale bien librado es Jon Bernthal (The Walking Dead), cuya intensa interpretación se roba la película por completo.
El infiltrado toca temas polémicos en torno a la penalización de las drogas y muy probablemente busca enviar algún mensaje con su argumento. Sin embargo, inconsistencias de trama, interpretaciones exageradas y algunos detalles cómicos sobrados diluyen el discurso político de esta cinta que queda en un terreno ambiguo entre géneros.
Lo curioso es que pese a sus muchos desperfectos, en conjunto la cinta es muy entretenida. Tiene un sabor muy particular que recuerda a entregas similares protagonizadas por Arnold Schwarzenegger en los años 90, que si bien no son obras de alto valor artístico, es indudable su capacidad de entretener y captar la atención del público durante toda la película. Es, en resumen, una buena opción para pasar un rato divertido en las salas.