El señor de los anillos Las dos torres
El segundo capítulo en la trilogía de Peter Jackson sobre el anillo único que los gobernará a todos.
A propósito del estreno de El Hobbit Un viaje inesperado (The Hobbit An Unexpected Journey), decidimos hacer la review de las ediciones extendidas de El señor de los anillos (The Lord of the Rings).
Gracias
a La comunidad del anillo, la Tierra Media ya no
era más desconocida para nosotros, ahora con Las dos torres, las expectativas eran aún más altas al tratarse de
la cinta puente entre el inicio y el final de una trilogía.
Es
así que iniciamos a manera de flashback
con la triste secuencia de Gandalf enfrentándose al Balrog en Moria y su
aparente muerte. La dirección de Peter Jackson, más la música de Howard Shore
logran transportarnos en tan sólo segundos a un momento clave para la historia
del mago.
La
historia entonces sigue los diferentes caminos que tomó La comunidad del anillo, por un lado Legolas, Gimli y Aragorn van
tras el rescate de los Hobbits Merry y Pippin, quienes fueron capturados por un
grupo de uruk-hai. Las circunstancias los harán encontrar más humanos en su
camino. Por otro lado, el camino del anillo único bajo la guía de Frodo y Sam
tiene un nuevo integrante en su camino: Gollum, y a partir de aquí ya nada será
igual.
El señor de los anillos Las dos torres es, sin duda, mucho
más compleja en narrativa que La
comunidad del anillo, tanto en su versión escrita como el largometraje. Las
líneas argumentales se dividen y pueden hacer perder el interés del público,
sin embargo el trabajo de adaptación de Peter Jackson, Fran Walsh y Phillippa
Boyens estuvo muy cuidado y gracias a los riesgos que tomaron, se benefició el
desarrollo de la historia.
Es
así que tenemos escenas realmente icónicas como el regreso de Gandalf el Gris
Blanco, el ejército de Uruk-hai convocado por Saruman en un plano épico que
llega a estremecer, o la conversación entre las dos personalidades de Gollum,
donde Jackson con un simple respeto del eje visual, logra un momento clave para
la historia de Sméagol y Gollum.
Nuevamente
nos encontramos con una versión extendida que será del gusto de todos sus fans,
y aunque se entiende la razón por la que fueron suprimidas de la versión
cinematográfica, enriquecen todavía más la experiencia de llevar a J. R. R.
Tolkien a la pantalla grande. Aquí vemos desde las pocas habilidades de cocinar
de Éowyn donde Aragorn tenga que probar ese terrible estofado, hasta un diálogo
entre esta pareja, donde el heredero de Isildur le explica que tiene 87 años y
que su manera de envejecer es mucho más lenta que el resto de los humanos. Sin
embargo, lo más emocionante es volver a ver a Boromir en un flashback que nos demuestra la relación
que tenía con su hermano Faramir y su padre Denethor, a quien veremos en El señor de los anillos El retorno del Rey.
Éste es sin duda un momento clave que extiende la complicada relación que había
entre los hombres de Gondor.
Es
claro que el momento de mayor clímax es la batalla por el Abismo de Helm, en
donde se hace un despliegue nunca antes visto de recursos en efectos
especiales, como maquetas o fotográficos, y los visuales, logrando una
combinación que vale por sí sola como una de las secuencias más recordadas en
la historia del cine.
Andy
Serkis como Gollum es otro de los parte aguas para la producción de Peter
Jackson, pues aunque bien pudo recurrir a algún actor maquillado con efectos de
luz, el cineasta utilizó la técnica de motion
capture, y esto, aunado a la estupenda actuación por parte del actor, logra
un resultado impresionante, que ayuda a pensar que aquél ser alguna vez fue un
pequeño Hobbit.
A
primera vista, muchos podrán haberse quedado con las ganas de ver a Ella La Araña
en Las dos torres, debido a su
participación en el segundo libro para lograr así un gran cliffhanger, sin embargo fue una correcta decisión terminar de
manera diferente el filme, dejando así un escenario gris, un camino obscuro y sin
caer en el gran shock, porque al final, la batalla por la Tierra Media apenas
ha comenzado.