Visita al fin del mundo: Gerard Butler se enfrenta a un meteorito

En agosto de 2019 éramos felices y no lo sabíamos. En ese entonces pudimos visitar el set de la película El día del fin del mundo en Atlanta, Georgia. Presenciar la filmación de una película apocalíptica sonaba a diversión garantizada, ya que las tragedias que asolan a la humanidad solían quedarse en el cine, ahí donde nosotros como espectadores estábamos seguros… hasta que nos alcanzó el 2020. El filme, protagonizado por Gerard Butler y Morena Baccarin, cuenta la historia de un ingeniero que debe sortear varios contratiempos para poder poner a su familia a salvo antes de que un letal meteorito impacte a la Tierra.

Fue un día lluvioso en Atlanta, y del hotel nos llevaron a una locación en una de las calles residenciales de la ciudad. Ahí atestiguamos la filmación de unas escenas que el director Ric Roman Waugh, ex stunt man y especialista en escenas de acción, considera las más difíciles para él: la convivencia familiar entre John, Allison y su pequeño hijo Nathan. “Yo prefiero volar cosas (ríe), porque estar entre dos personas es un momento muy íntimo y tener a un equipo alrededor es muy complicado, pero soy muy afortunado de tener a un elenco increíble, la química entre Gerard y Morena ha sido fantástica”.

Tras acomodarnos afuera de la casa frente a un monitor, pudimos ver a Gerard Butler y Morena Baccarin convivir y reírse como un matrimonio completamente feliz. La gente de producción nos explica que lo que estamos viendo en realidad es un flashback, porque al inicio de la historia, ambos se encuentran ya distanciados. Al finalizar el rodaje, nos invitan a pasar al comedor para platicar un poco con los protagonistas. Aunque es una película de acción y desastres, Gerard Butler prefiere definirlo como una «family drama disaster movie«:

“Es un filme muy afianzado en la realidad, en la familia, en las cosas que realmente importan”, nos explica.

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Morena Baccarin, por su parte, nos cuenta que luego de leer el guion, el aspecto realista de éste fue lo que la convenció de participar en el proyecto:

“Me gustó que el protagonista de la historia no fuera una especie de superhéroe, sino que es alguien normal que hace cosas realizables”.

Butler piensa que esta historia también se centra en una situación que le ha tocado ver varias veces: cómo reacciona la gente en situaciones extremas.

“Para sobrevivir, la gente buena hace cosas malas y la gente mala hace cosas buenas. Curiosamente, me ha tocado presenciar momentos bastante álgidos. Estuve en Nueva York el 11 de septiembre; en Los Ángeles durante los disturbios por Rodney King; en Londres cuando ocurrió el ataque terrorista de 2005, y en todos esos momentos, vi cómo las tragedias sacaron lo mejor de la gente, pero también lo peor. Y en El día del fin del mundo también vemos eso, pero sobre todo, vemos cómo la gente se ayuda, es un relato inspirador y emotivo”.

El día del fin del mundo requiere un stuntman

Después de terminar el día de trabajo, el crew se encaminó a cenar y nos invitaron a ir con ellos para platicar un poco más con Ric Roman Waugh, quien nos dice que en un inicio, éste era un proyecto que iba a realizar alguien más, con otro protagonista. “En cuanto aquél proyecto se cayó, yo lo tomé de inmediato, porque me había encantado el guion y también de inmediato llamé a Gerard, con quien acababa de filmar Agente bajo fuego. Él era la estrella perfecta para el papel”.

Por su parte, Brad Martin, el coordinador de stunts, también habla de lo fácil que es trabajar con Butler: “Es alguien que realiza sus propios stunts y se mete tanto en el personaje que no duda en realizar cosas realmente peligrosas, como una escena en donde uno de sus brazos se incendia”.

Durante la cena, nos tocó presenciar el cumpleaños de alguien del crew, todos parecían formar parte de una gran familia. Waugh nos dice que eso es algo que aprendió de su mentor, el cineasta Tony Scott. “Me gusta involucrar al crew en todas las decisiones, eso hace que todos sientan que la filmación es un trabajo en equipo y no algo que hacen para alguien más. Y creo que eso se nota en el resultado final”.

Rebeca Jiménez Calero Soy comunicóloga, pero le he entrado al cine desde diversos frentes: la academia, la investigación, los archivos, la distribución, la crítica y el subtitulaje. Además del cine, también me gustan la televisión, la fotografía, la música, el café, el béisbol y los viajes. Cuando pueda volver a viajar, iré a dejar flores a la tumba del único dios al que le rezo: Billy Wilder.