Todo comenzó con un regalo por parte de su padre cuando Stanley Kubrick tenía sólo 12 años. Era un apasionado del jazz, quería ser baterista profesional y le bastó acercarse por primera vez a la fotografía, para saber que su mayor pasión iba por ese camino.
Empezó a tomar fotografías desde que cursaba la secundaria, hasta convertirse en el fotógrafo oficial de la escuela, después es contratado por una revista llamada Look , en la que pronto notaron su talento y algunos años después se posicionaría como uno de los mejores directores en la historia del cine dejando un gran legado en futuros cineastas.
Hacemos un recorrido por su filmografía compuesta por 12 películas, donde si bien las que serían consideradas sus obras menores , en la filmografía de muchos otros directores sin duda serían las mejores , pero tratándose de uno de los mejores directores en la historia, la excelencia siempre es mucho mayor.
Fire and Desire (1953) Fuego y deseo
Es el primer largometraje con el que debutó como director Stanley Kubrick. No obstante, a pesar del arduo trabajo y las críticas tan positivas de medios reconocidos como The New York Times o Variety, el director no quiso que nadie viera la película y decidió destruir el negativo para evitar su distribución. Afortunadamente, Kodak tenía una copia que salió a la luz 40 años después de su filmación y por fin el mundo conoció la primera historia de este famoso director que se centraba en 3 soldados que se escondían del ejército enemigo en las profundidades de un bosque. El plan de escape iba en marcha hasta que una mujer nativa los vio y se convirtió en su rehén. Aunque no es una historia compleja y puede resultar un poco lenta por momentos, las actuaciones son espectaculares. No en vano, Kubrick comenzó con su segunda película con el mismo protagonista Frank Silvera.
Full Metal Jacket (1987) Cara de guerra
Kubrick ya tenía más experiencia en películas bélicas y esta última, al igual que Dr. Strangelove, fue muy bien recibida por la crítica especializada y para algunos, es la mejor película sobre la guerra de Vietnam (es mucho decir, puesto que es considerado casi un género). Además, Kubrick ha demostrado a lo largo de su filmografía que no sólo tiene un estilo único como director, sino también un estilo único para cada película. A pesar de que ya había criticado la guerra y la industria militar antes en películas como Spartacus, esta vez, no es tan cercano al protagonista como lo fue con Espartaco o Barry.
Eyes Wide Shut (1999) Los ojos bien abiertos
Tom Cruise y Nicole Kidman son la pareja perfecta para esta película. Su química, los celos que sienten el uno por el otro y las situaciones que los orillan a correr un riesgo desconocido para ellos –y también para el espectador– provocan un misterio auténtico y suspenso durante toda la película. Sin duda es una de las mejores películas de Kubrick por la forma en que incomoda al público, porque más allá de las escenas de sexo y las drogas –en las que Nicole Kidman logra hasta contagiar su risa a causa del efecto de la mariguana– el apuesto Dr. William está acechado, espiado y en constante riesgo sin un motivo claro que enloquece de a poco.
Paths of Glory (1975) Patrulla infernal
Representa con respeto y una técnica excepcional del travelling y los planos secuencia de una guerra que se cobró millones de vidas. Contrario a la mayoría de las películas de acción atiborradas de bombas, Kubrick cuida el uso de este elemento de una forma magistral y termina por ser una película antibélica que recuerda las atrocidades de la Primera Guerra Mundial.
The Killing (1956) Casta de malditos
Definitivamente no es la mejor película de Kubrick y dentro de las películas clásicas de crimen, tampoco podría tampoco ser la mayor. En realidad, el atraco es muy sencillo, la historia muy poco original y la intervención de Fay (Coleen Gray) es muy predecible. Además se trata de un crimen a un negocio gigantesco, ¡un hipódromo! Un lugar que resguarda millones de pesos en apuestas, entradas y consumo de bebidas y comida, por lo que resultaría lógico que la seguridad (a la cual no se enfrentan y por lo cual no hay mayor tensión en la película) fuera un elemento clave de la película y en realidad es muy débil.
Dr. Strangelove (1964) Dr. Insólito
Es la primera vez que Kubrick concentró su película en una historia con una crítica social hacia el abuso y lucha de poder, así como las consecuencias cuando se encuentra en las manos equivocadas. Es una mirada a la Guerra Fría en la que Peter Sellers –quien interpreta a 3 personajes diferentes en esta cinta– muestra su talento como comediante, a la par del guion y diálogos tan cómicos que sin duda harán reír a más de uno. Es de esas películas que no pierden actualidad porque la crítica en un acontecimiento histórico por la avaricia del poder se aplica una y otra vez.
Spartacus (1960) Espartaco
Esta película es un parteaguas en el cine histórico. Y aunque su dirección en Dr. Insólito le valió su trabajo en esta película –después de que el productor decidió correr al actor original tras no acatar sus indicaciones– Espartaco, su segunda película bélica fue mucho más aclamada por críticos y taquilla. Al igual que la primera, es difícil que pierda su actualidad porque retrata la esclavitud y tiranía con aires de crítica hacia el poder y la religión. Fue galardonada además, con 4 Oscares.
Barry Lyndon (1975)
Si Martin Scorsese escribiera esta lista, la ubicaría en la primera posición, puesto que en innumerables ocasiones ha dicho que es su película favorita de Kubrick. Es una de las películas más tiernas del cineasta en el que en más de una ocasión logra hacernos sentir compasión por el amor descontrolado que Barry siente por su prima, lo que lo lleva a actuar de manera visceral en contra del esposo inglés de Nora. La película ganó cuatro premios Óscar a la Mejor Dirección Artística, Mejor Fotografía, Mejor Vestuario y Mejor Banda Sonora. Además, los diálogos son tan espectaculares que han sido citados en cintas de Wes Anderson, Lars Von Trier y el propio Scorsese.
Lolita (1962)
Personajes sumamente misteriosos, aquellos de los que quisieras conocer todo su pasado, un argumento sumamente polémico para los años 60 en el que se estrenó, los actores ideales para sus personajes y escenas memorables por todo el conjunto de elementos que las vuelven casi perfectas, convierten a Lolita en una de las mejores películas de Kubrick. Los celos que Charlotte sentía por su hija de 14 años –aunque en la obra original de Vladimir Nabokov tenía 12 pero tuvieron que cambiarla para que fuera considerada una mujer y no una niña y así evitar problemas legales– son extraordinarios, la escena del cha cha cha y sin duda, la malicia e inocencia que representó Sue Lyon. La joven actriz recibió el Globo de Oro por Mejor actriz joven.
El resplandor (1980) The Shining
Se trata de una de las películas más importantes en la historia del cine. Está repleta de representaciones simbólicas, referencias sociohistóricas y una representación de trastornos psicológicos por lo que además de convertirse en un clásico del cine, también ha servido como objeto de estudio para psicólogos, sociólogos y semiólogos.
2001: Una odisea en el espacio (1968) 2001: A Space Odissey
Sin duda es un referente para cualquier amante de la ciencia ficción porque más allá de ser sumamente entretenida –que lo es– o “lenta”, cada escena dura el tiempo exacto para su contemplación y admiración. Además la música clásica, que no recae en la anticipación de cada escena crucial, es otra de las grandes decisiones que la vuelven única en su género. Tal y como lo pensó desde un inicio (Kubrick vio todas las películas de acción que pudo para no hacer una igual o siquiera similar) esta película es sumamente auténtica.
A Clockwork Orange (1971) Naranja mecánica
Así como lo fue Lolita en los años 60, esta película es de las más icónicas y polémicas de los 70. Probablemente sea una de las películas más violentas de Kubrick, pero tiene un objetivo muy claro que es criticar la violencia de estado de una forma discreta y sumamente sarcástica. Y aunque está basada en una novela de Anthony Burguess, el director hizo cambios esenciales –como un protagonista, Alex, que no piensa en los finales felices y mucho más crudo que el original– que convirtieron a la historia de la cinta aún más auténtica y con el estilo de Kubrick en cada detalle.
Susana Guzmán De la O Escribir y el cine son mis más grandes amores. Admiro a Tarkovski, pero lloro cada que veo Up.