Spider-Man: A través del Spider-Verso – Crítica de la película
La belleza visual de Spider-Man: A través del Spider-Verso vuelve a ser un logro, pero la reflexión sobre cambiar las historias prescritas es lo más valioso.
Si te sorprendió la narrativa emocional y la innovación en la animación de Spider-Man: Un nuevo universo —por su atractiva adaptación del estilo de los cómics—, la secuela Spider-Man: A través del Spider-Verso podría cautivarte aún más. Si bien, conserva los principales atributos de la primera entrega merecedora de un Óscar —hacer tributo al legado de Spider-Man, explorar profundamente los sentimientos de los personajes y aprovechar al máximo las oportunidades de los multiversos para encontrarse con personajes entrañables como Peter B. Parker, Gwen Stacy/Spider-Gwen, Spider-Man Noir, Spider-Ham y Peni Parker—, esta continuación logra expandir algunos detalles de la primera historia y romper con algunos vicios de otras películas de Marvel.
Spider-Man: A través del Spider-Verso se sitúa un año después de que Miles Morales fue mordido por una araña radioactiva y súbitamente tuvo que adaptarse a una nueva vida como superhéroe de Brooklyn, Nueva York. Ahora, tiene 15 años y controla sus superpoderes arácnidos mucho mejor que antes. Lo que está fuera de control, como suele suceder en la etapa de la adolescencia, son sus emociones y deseos.
El ancla a la narrativa emocional proviene de profundizar en la confusión y la búsqueda de identidad de Miles y Gwen. Lo extraordinario es la forma en la que sus guionistas entretejen el concepto de los multiversos con el abismo al que muchos nos hemos enfrentado, incluso después de la adolescencia, para encontrar a las personas y el lugar en el cual podamos crecer.
Miles y Gwen no fueron elegidos para ser superhéroes y, más que soltar sus sueños para convertirse en Spider-Man y Spider-Woman, sus deseos cambiaron a lo largo de su autodescubrimiento en el que, inevitablemente, como cualquier persona, enfrentan desafíos, adquieren experiencia y aprenden importantes lecciones de vida.
No obstante, Miles y Gwen no son cualquier tipo de adolescente, lo que implica que sus decisiones e historias son sumamente inesperadas. Sus impulsos provienen de encontrarse a la deriva, pero también de su deseo por hacer las cosas correctas, o al menos lo que ellos creen que lo es. Ambos perdieron seres queridos tras ser atacados por villanos que no lograron vencer. No permitirían que eso les vuelva a suceder.
Sin embargo, al seguir llevando una doble vida para ocultar su identidad como héroes de sus seres más amados, se enfrentan a constantes problemas que los padres acuñen al típico comportamiento de un adolescente. Esto nos lleva a la segunda parte en la cual se profundiza en otro tema sumamente humano: la relación de padre e hijo.
Estamos muy acostumbrados al tipo de respuesta de los padres hacia los adolescentes incomprendidos, pero las decisiones de sus padres, ambos policías, y la madre de Miles, es tan sorpresiva como el resto de la película.
¿Cómo superar la creatividad de Spider-Man: Un nuevo universo?
Muchos calificaron la combinación de animación CGI con el dibujo manual como algo revolucionario en la primera entrega, al menos dentro de su industria. Eso se conserva en la secuela, pero lo renueva al alinear la técnica de animación, colores y música según las características y emociones que transitan los personajes.
Uno de “los villanos de la semana”, como nombran a aquellos que pueden vencer fácilmente, resulta ser un buitre, quien gracias a un agujero del multiverso logra colarse al mundo de Gwen. El buitre proviene de una pintura de Leonardo Da Vinci y conserva los elementos distintivos de su obra.
Si ese detalle fue para un villano secundario, los fragmentos dedicados a conocer la razón por la cual La Mancha busca vengarse de Spider-Man son visualmente excepcionales: es un personaje que, por ser únicamente de blanco y negro, es comparado con vacas, cebras y otras cosas más… hasta que deja de ser gracioso. La ausencia de color en su cuerpo es el pretexto perfecto para mostrar su trágica historia de la misma forma que él es: incoloro.
Esta escena es una de las pocas en las que la música dramática le da potencialidad para hacer lo que últimamente se intenta con los villanos de cualquier franquicia: sentir empatía. No obstante, a diferencia del uso común de la música para anunciar lo que está por venir, es utilizada solo en momentos clave sin adentrarnos a nada antes de tiempo.
La belleza visual y narrativa de Spider-Man: A través del Spider-Verso vuelve a ser un logro, pero la reflexión sobre cambiar las historias prescritas, representadas por el peligro de “romper las conexiones canónicas”, o las metáforas relacionadas con la búsqueda de una banda, que, en realidad, era la búsqueda de un hogar, es lo más valioso de esta segunda entrega. Aunque, el gran error de esta cinta es que, después de una historia tan emocionante, tiene un abrupto final que nos da la sensación de que no hubo tiempo suficiente para darle un buen cierre, como si se tratara del final del capítulo de una serie.