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Sexo, pudor y lágrimas 2: de la lucha de sexos a la amistad entre mujeres

07-02-2022, 9:09:03 PM Por:
Sexo, pudor y lágrimas 2: de la lucha de sexos a la amistad entre mujeres

20 años después, la secuela de Sexo, pudor y lágrimas se propone actualizar la exploración de las relaciones y el amor, a partir de la vida que han construido Ana, Andrea y María.

Han pasado dos décadas desde que la película de Antonio Serrano, Sexo, pudor y lágrimas, se convirtió en un fenómeno. Basada en una obra teatral que el cineasta y dramaturgo había presentado en 1990, la historia protagonizada por Susana Zabaleta, Cecilia Suárez, Monica Dionne, Jorge Salinas, Víctor Huggo Martín y Demián Bichir se adueñó de las salas de cine en el verano de 1999 con su inusual puesta en escena y su retrato de experiencias poco vistas en el cine mexicano comercial. Entre ellas se encontraba la sexualidad en las relaciones, en especial, el deseo femenino de llevar una vida sexual plena; la dinámica entre la lealtad e infidelidad e incluso la violencia machista disfrazada en la clase media. Al ritmo de uom verom dirim da, la cinta se quedó durante meses en la cartelera después de su estreno el 18 de junio.

El éxito también fue una sorpresa para su propio elenco, formado en su mayoría por actrices y actores jóvenes que iniciaban su camino en el cine y en la televisión mexicana.

sexo pudor y lágrimas
Sexo, pudor y lágrimas se estrenó el 18 de junio de 1999 y se quedó en cartelera durante más de 20 semanas.

“A mí sí me impresionó que, cuando se estrenó la película, fue la primera vez que veíamos una mercadotecnia para una película mexicana”, comentó la actriz Monica Dionne, quien interpretó a la aventurera María, una zoóloga que llega para desacomodar el matrimonio de Andrea (Cecilia Suárez) y Miguel (Jorge Salinas). “Con la salida de la canción [de Alex Syntek] en la radio un mes antes para hacer ruido. Luego, el ver una página completa de periódico con el anuncio de una película mexicana. Eso sí era muy impresionante. Fox distribuía y salimos con 85 copias, que era un titipuchal en ese entonces. Fue tal el éxito que subimos a 125. Más que un ‘nuevo cine mexicano’ lo que vimos fue la llegada de ‘un nuevo público mexicano’”.

La actriz de 55 años de edad rememoró aquellos tiempos cierto día de marzo de 2020, desde una de las locaciones de Sexo pudor y lágrimas 2, secuela que fue estrenada por la plataforma HBO Max el pasado 4 de febrero, y para la cual el productor Matthias Ehrenberg convocó a buena parte del elenco original. La intención de esta propuesta es mostrar una perspectiva moderna del amor y ganarse de nuevo al público con su actualización de las relaciones. Si la primera película planteaba una suerte de confrontación entre la forma de amar de hombres y mujeres, la segunda entrega muestra qué ha sido de Andrea, María, Ana, Carlitos y Miguel después de 20 años y crea un nuevo arco para sus hijos, encarnados por Naian González Norvind, Ximena Romo y José Ángel Bichir.

sexo pudor y lágrimas
En Sexo, pudor y lágrimas 2 Naian González Norvind interpreta a la hija de Ana y Carlos, mientras que José Angel Bichir interpreta a Mateo, el hijo de Tomás.

Ya desde la filmación de esta nueva historia, Monica Dionne destacaba ciertos elementos en ella que evidencian el paso del tiempo en este universo. Uno de ellos es la cuestión tecnológica: las redes sociales, los celulares y los contenidos virales ahora cumplen un papel fundamental en las relaciones de los personajes más jóvenes. El otro, quizá el más esencial, era que, en su opinión, la nueva producción tomaba en cuenta una perspectiva más consciente y deconstruida de las experiencias femeninas. Al hablar de esto, la actriz hizo referencia específicamente a la violencia de género que la primera película retrató, pero en la que nunca ahondó ni reflexionó.

“Hay cosas en la primera película que estamos viendo cómo tienen consecuencias en esta, porque en la primera no lo sabíamos. Me refiero a una escena: cuando el personaje de Jorge viola al de Ceci [Suárez]. Cuando yo vi eso me impresioné. Yo no sabía que iba a ser tan fuerte, porque yo no estaba cuando lo filmaron. Yo no tenía consciencia de la escena hasta que la vi”, afirmó Mónica. “En ese entonces había algo normalizado. Era una relación tóxica de los dos, claro. Pero sí, la normalización de la violencia estaba tremenda. 20 años después somos mucho más conscientes de eso”.

sexo pudor y lágrimas
Monica Dionne regresa a la secuela como María, una zoóloga que ha encontrado el éxito económico traicionando sus principios.

«No es coincidencia que la película sea una cinta más femenina, pensando en la época en la que estamos viviendo», dijo Iñiguez. «No hay forma de que una película ahorita sea masculina, no debería de suceder. Creo que a final de cuentas, si la película es un resultado de lo que está pasando en la sociedad, pues tendría que derivarse en eso. Sí fue una cosa no pensada, no planeada específicamente para eso, pero resulta que es una película contada y llevada por mujeres».

Este nuevo enfoque, más centrado en las experiencias de las mujeres, fue discutido y confirmado después en conferencia de prensa por el elenco y por el director Alonso Iñiguez, quien hace su debut en cine con esta secuela. El también director de teatro heredó el mando por invitación de Ehrenberg.

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Envejecer juntas

Dos edificios, uno frente al otro. En el séptimo piso de uno de ellos, tres mujeres se mudan juntas después de declararse hartas de sus respectivas parejas y amantes. En el departamento del edificio de enfrente, los tres susodichos también se encuartelan juntos para quejarse de las mujeres y observarlas de balcón a balcón. Ellas se quejan de los hombres pero también se confiesan cosas que no han podido decirle a nadie más, mientras que ellos se enfrentan a sus demonios internos. Las mujeres salen de ese departamento convertidas en amigas y confidentes, los hombres (al menos los dos que sobreviven) en realidad no.

sexo pudor y lágrimas

De acuerdo con Alonso Iñiguez, mientras Sexo, pudor y lágrimas era esencialmente una comedia de enredos que exploraba la guerra entre sexos, la nueva historia se esfuerza por incluir otros tipos de amor. Una de sus primeras decisiones fue ampliar ese abanico de posibilidades para satisfacer las reflexiones del presente.

“No solo existen los hombres y las mujeres”, comentó el director, quien coescribió el guion junto con el dramaturgo veracruzano Alejandro Ricaño (El amor de las luciérnagas, Cada vez nos despedimos mejor). “También está el amor entre un padre a su hija, entre una madrina y su ahijada, el amor propio, el amor entre dos chicas. También enfatizamos aquello de que cada quien incluso puede inventarse su propia forma de amar”.

Uno de los vínculos sobre los cuales se construye el argumento de la segunda entrega es la amistad entre Ana, Andrea y María, que se ha fortalecido con el tiempo y de la cual, al parecer, ha germinado todo: la complicidad que existe ahora entre las hijas, interpretadas por Naian y Ximena; la presencia de María como madrina y parte de la familia, y la transformación que les ha permitido a Andrea y a Ana conectar con sus hijas y hacer de ellas mujeres que saben buscar su propia libertad. Lo que se ha formado entre los personajes femeninos originales es un vínculo casi de hermanas, que Susana Zabaleta describe con entusiasmo.

Susana Zabaleta, Monica Dionne y Cecilia Suárez en Sexo, pudor y lágrimas 2.

“Yo sí creo que las mujeres escogemos a cierto tipo de grupos para tener una relación como de hermanas”, nos comparte la actriz, “a quienes les puedes decir cosas que no le dirías ni a tu madre. Eso fue: el momento en el que nos juntamos y nos dijimos cosas como: ‘yo soy adicta al sexo, yo soy adicta al orgasmo’, que es algo que mi personaje dijo en la primera película. O el testimonio de Ceci, que dice: ‘mi marido me viola’. Fue muy fuerte en esa época. Y todo ese fondo se nota al tenerlo en pantalla, se nota que nos conocemos”.

Aunque la película le da mayor prioridad a las vivencias del elenco joven y los descubrimientos que hacen sobre el pasado de sus padres, el director decidió extender la complicidad femenina a la relación entre madres e hijas. Para Ximena Romo, quien interpreta a la hija de Andrea, lo más sorpresivo fue descubrir que su personaje, que viste mallas de red y cabello de colores, se aleja del cliché de rudeza y de «rebelde sin causa». El choque entre madre e hija, por tanto, no es el que esperamos.

Cecilia Suárez, Ximena Romo y Monica Dionne en Sexo, pudor y lágrimas 2.

«Para Cecilia era muy importante que, teniendo una hija, que era algo que se planteaba como una imposibilidad en la primera película, su personaje tuviera una transformación respecto a su sexualidad», comparte Ximena. «Por lo tanto, su hija iba a impregnarse de esa nueva forma de ver todo. Y era muy importante que la complicidad estuviera ahí y que no hubiera ningún tipo de juicio entre ellas. Que el conflicto viniera de otro lado. Poder ver una relación de madre e hija que fuera muy íntima y fuerte. Que hubiera mucha libertad y diálogo de por medio».

“Uno de los poderes de lo femenino es el vínculo con otras personas y de ahí se entreteje eso», puntualiza el director. «De pronto están en una cama Cecilia y Monica, y llega Ximena y hay otra vez esta triada de las mujeres, aquellas que hacen equipo y que establecen relaciones complejas y profundas. Ojalá todos adoptemos este lado de lo femenino para hacer conexiones profundas”.

La clave del triunfo

De acuerdo con Victor Huggo Martín, hubo solo un personaje masculino de los tres originales que salió de ese departamento y adoptó el lado femenino del que habla el director: el suyo. En la primera película, Carlos ama a Ana (Susana Zabaleta) pero no soporta la convivencia con ella ni su constante deseo de tener relaciones sexuales. La reconciliación entre ambos requirió una transformación de su parte, lo cual le ha permitido mantener un matrimonio más sano.

El personaje de Jorge Salinas, por el contrario, nunca enfrentó sus demonios. “Los dos hombres en esta película forman una pintura interesante: Miguel [Jorge Salinas] es una persona que sigue mintiéndose, mientras el personaje de Carlos evoluciona con su mujer e intenta ver el mundo con ella”, platica Victor Huggo. “Llegamos a este lugar en donde este hombre camina con esta mujer, lado a lado. Juntos”. 

Para Susana y Víctor Huggo, Sexo, pudor y lágrimas 2 se trata de una película con una visión más femenina de las experiencias del amor y de las relaciones. “Pero no solo por las mujeres, sino también por los personajes hombres”, aclara la actriz. “Porque se dejaron enseñar esta parte femenina. Llorar, expresar sentimientos”. 

 
autor Periodista, editora en Cine PREMIERE y bailarina frustrada en sus ratos libres. Gustosa del cine, la literatura, el tango, los datos inútiles y de la oportunidad de desvelarse haciendo lo que sea.
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