Recomendación anime: ¿Por qué deberías ver Los niños lobo?
El magistral relato coming of age de Mamoru Hosoda.
Esta cápsula sobre la película Los niños lobo (2012), de Mamoru Hosoda, fue emitida originalmente en el marco del Podcaston de 24 horas por el 26 aniversario de Cine PREMIERE en octubre de 2020.
Como muchos amantes de la animación, Mamoru Hosoda se enamoró del medio al entrar en contacto con una película de Hayao Miyazaki: El castillo de Cagliostro, de 1979.
Su historia es una de perseverancia, pues, aunque el talentoso realizador de la primera película de Digimon fue rechazado en dos oportunidades por su amado Studio Ghibli, incluyendo el ser despedido de la dirección de El increíble castillo vagabundo (2004), Mamoru Hosoda se convertiría en los años posteriores en uno de los cineastas japoneses más galardonados a nivel internacional, gracias a uno de los portafolios temáticos más distintivos en toda la industria, cuyo núcleo, a partir de exploraciones fantásticas de lo ordinario, devela un conocimiento profundo de la condición humana.
Los niños lobo se siente como un cuento de hadas moderno. Hana es una estudiante universitaria gentil y trabajadora que se enamora de un misterioso joven que asiste a una de sus clases y quien resulta ser un hombre lobo. Producto de su amor, la pareja da a luz a dos saludables retoños: Yuki y Ame, quienes heredan la capacidad de su padre para convertirse en lobos. Entonces, la tragedia se hace presente. Con la repentina muerte de su compañero de vida, Hana se queda completamente sola con la responsabilidad de criar a dos niños que no son como nadie más en el mundo, dando pie a una exploración naturalista de la maternidad, una infancia atípica y un entrañable relato coming of age.
A través de una filmografía que incluye obras como La chica que saltaba a través del tiempo (2006), El niño y la bestia (2015) o el filme nominado al Óscar Mirai, mi pequeña hermana (2018), Hosoda ha hecho gala de sus obsesiones recurrentes: los lazos familiares, las dificultades de crecer, el cambio en las personas con el paso del tiempo y el cómo somos definidos por el lugar del cual procedemos.
A fin de mantener su identidad en secreto, Hana toma la decisión de mudarse al campo, donde espera que sus hijos puedan disfrutar una vida libre de los prejuicios del mundo moderno y, a su vez, esta cercanía con la naturaleza les brinde la opción de elegir la identidad que realmente desean asumir.
Conforme avanza la historia desarrollada a lo largo de varios años, somos testigos de la encantadora dinámica familiar que se forma, regalándonos por igual momentos de dicha y humor, así como las dosis justas de angustia y melancolía. Observamos los desafíos afrontados por un estoica y cariñosa madre soltera, mientras a la par, los niños enfrentan situaciones cada vez más complejas que los obligan a debatirse entre encajar en la sociedad humana o abrazar por completo su lado salvaje.
Studio Chizu, compañía cofundada por el propio director, realizó un despliegue técnico excepcional en su primera producción, que se traduce en una animación minimalista, pero increíblemente cálida y expresiva, el sello de fábrica de Mamoru Hosoda. El resultado es de una intensidad emocional pocas veces vista en la gran pantalla, haciendo que secuencias carentes en apariencia de grandilocuencia, como una familia jugando a través en un bosque nevado, acompañada por la soberbia partitura musical de Masakatsu Takagi, se conviertan en joyas indiscutibles en la historia de la animación.
¡Bienvenido al universo de Mamoru Hosoda!, un cineasta que nos recuerda constantemente que este es un mundo en el que vale la pena vivir.
Los niños lobo está disponible en Netflix. La película puede ser adquirida en Blu-ray/DVD a través de Amazon.