“¿Qué haríamos por el cariño de un padre?”: Entrevista con Lorenzo Vigas sobre La caja
El cineasta Lorenzo Vigas y el talento detrás de la película La caja reflexionan sobre su representación de la paternidad latinoamericana.
Un adolescente lleva en una caja los restos de su padre desaparecido. Con melancolía sube a un autobús, listo para volver con su abuela. Al mirar por la ventana, encuentra a un hombre, que le parece familiar. Es su papá. Quizás lo sea. O puede que sea solo un desconocido. ¿No lleva sus huesos en el regazo? Con esta premisa, el director Lorenzo Vigas presenta su película La caja, una obra en la que busca diseccionar el impacto de la figura paterna o, mejor dicho, su ausencia y el deseo de llenarla. El filme se presenta como el cierre de una trilogía que aborda variaciones sobre el mismo tema y que comprende el cortometraje Los elefantes nunca olvidan (2004) y la película Desde allá (2015), producción con la que Vigas ganó el León de Oro en el Festival de Venecia de aquel año, convirtiéndose en el primer latinoamericano en hacerlo.
De origen venezolano, pero radicado en México desde hace 20 años, el director afirma que culminar en México su discurso fílmico sobre la figura paterna latinoamericana le pareció la opción más lógica, no solo porque sus producciones han contado siempre con financiamiento y talento mexicanos y ya le parecía momento de situar la narración aquí; sino por el hecho de que en el país, el patriarcado se afianza en la figura paradójica del padre ausente o desaparecido, ya sea por voluntad propia o por la violencia del crimen organizado.
Para la película, contó con la colaboración del histrión Hernán Mendoza y del adolescente Hatzín Navarrete, a quien decidió ofrecerle el papel protagonista a pesar de no ser actor profesional, tras hacer casting con jóvenes de Nezahualcoyotl. La interacción entre ambos resulta el elemento nodal de la historia y el pilar emocional que, además, oscila entre el desdén y el buen trato, la buena cara y el gesto severo.
La caja llega a salas comerciales tras su estreno en México en el Festival Internacional de Cine de Morelia y luego de presentarse en distintos festivales, donde sumó a su palmarés distintas preseas: premio a Mejor Director en el Festival Internacional de Cine de Thessaloniki; Gran Premio del Jurado y Mención Especial para el Guion del Festival Filmico de Lisboa & Sintra en Portugal, y el Premio Sfera 1932 y Segnalazione Cinema For UNICEF, en la Biennale 2022.
Lorenzo, considero que la historia de La caja oculta e insinúa distintas cosas sin perder anclaje y claridad temática. ¿Cómo fuiste construyendo el guion? ¿Y cómo utilizaste los elementos del espacio a favor de la propuesta visual?
El guion empezó a partir de una noticia que vi en la televisión y que me impactó, acerca de gente que iba a recuperar los restos de sus familiares a una fosa común y pensé, ¿qué pasaría si un niño que va a buscar los restos de su padre, de pronto lo ve por la calle, vivo? Así empezó todo y decidí que ese sería el inicio de la película, quería explorar cómo lo tomaría él y también cómo lo tomaría el supuesto padre cuando un pequeño se presentara y le dijera de pronto: “soy tu hijo”. Luego decidí ubicarla en Chihuahua porque me parece un estado bellísimo, y quería que los paisajes de la película fueran, al mismo tiempo, abrumadoramente bellos y agresivos, y ese lugar me dio esas condiciones. También los climas son muy importantes para la historia; el niño llega con el calor, que empata con su emoción de haber visto a su padre que pensaba muerto, con su esperanza de ser aceptado. Sin embargo, poco a poco se va enfriando el clima de la película (el real y el emocional), hasta desembocar, por ejemplo, en una secuencia climática en medio de una tormenta de nieve.
Otro gran reto fue conseguir filmar dentro de una maquiladora. Estuvimos casi un año esperando que nos dejaran filmar, porque son muy celosas con sus procesos de producción y no dejan que nadie entre; pero lo logramos y creo que es la primera película de ficción que lo logra.
Hatzin, Lorenzo ha dicho que el rodaje fue una experiencia bastante dura. Tomando en cuenta que es tu primer protagónico y que no te has desempeñado como actor previamente, ¿cuáles fueron los aspectos que te resultaron más desafiantes a nivel actoral, emocional y profesional?
Hatzin: Lo más difícil fue justamente trabajar en las emociones que tenía que transmitir, yo solo y junto con Hernán, para mostrar esta relación de padre e hijo, tratando de que se sintiera lo más real posible mientras se abordaban los temas secundarios, como son las desapariciones o el trabajo precario en las maquilas. Sí fue duro, pero se logró llegar a ese punto en el que yo me sintiera bien trabajando con ellos.
Hernán, construyes una figura paterna que oscila entre el desdén y lo bonachón, entre la buena cara y el abuso. ¿Cómo trabajaste estos matices para dotar a tu personaje de esta ambigüedad?
Hernán Mendoza: Lo que buscábamos era representar un tipo grande, que contrastara con la pequeñez de Hatzín. Para esa caracterización subí de peso lo más que pude y me pusieron varias chamarras. Al mismo tiempo queríamos que tuviera algún toque de bonachón, de buena persona, que fuera simpático pero que también provocara miedo y fuera amenazante; en general, que supieras que es un tipo peligroso. Está combinación hace que sea una imagen muy adecuada para una figura paterna, tal como hemos visto de alguna manera todas las personas a nuestros papás.
Lorenzo, ¿cuáles creen que han sido los problemas más grandes que se han derivado de poner en la figura paterna tanta importancia? ¿Cuál es el comentario sobre el patriarcado latinoamericano que podemos encontrar en el discurso de La caja?
En México y toda Latinoamérica, muchos niños son criados sin la figura paterna, es un conflicto compartido. Quería explorar los problemas que puede traer en la vida, los peligros que trae esa búsqueda desesperada, así como lo que se está dispuesto a hacer para ganarse el amor de esta figura. Porque creo que todos queremos de alguna manera rellenar esa figura si no se tuvo, suplantarla; ya sea con una figura política o con un hombre que te encuentras por la calle y que puede fungir como tu padre.
Considero que todos tenemos una caja llena de cosas, recuerdos, sentimientos. A veces podemos abrirla para sacar todo lo que tiene y otras veces no podemos. El personaje de Hatzín, en última instancia, quizás logra abrirla pero, usted, ¿ha podido?
La caja, película de Lorenzo Vigas, estrenó en cines mexicanos el pasado 11 de noviembre.