Pie Pequeño (Smallfoot) – Crítica
Un afortunado, ocurrente e hilarante filme que encuentra su principal mérito en el punto de vista de sus protagonistas: Los Yetis.
La raza de la mítica criatura del Himalaya –llámese Yeti o Pie Grande– es el centro de esta nueva animación de Warner Bros. Con eficaz y divertido ingenio, la historia está narrada desde su perspectiva. Para ellos corren las leyendas de una aterradora monstruosidad a la que llaman Pie Pequeño, e ignoran si realmente existe.
La comunidad de los Yetis, recluida en lo alto de una montaña, funciona con la literal efectividad de una maquinaria de reloj. Cada uno de sus miembros, cual engrane, cumple una función específica para el bien de todos. Es tal su alegría, que el filme arranca con una canción sobre el conformismo, interpretada por Migo (Channing Tatum en su versión en inglés), quien será el personaje principal. El tono de feliz complacencia ante el status quo, nos remite de inmediato al inicio de La gran aventura Lego y su canción «Todo es increíble«.
Migo será el primer Yeti de su generación en encontrarse frente a frente con un humano, un Pie Pequeño, un descubrimiento que sacudirá el orden social de su comunidad y de sus milenarias creencias.
A pesar de su carácter derivativo –un argumento que podría compartir la premisa más básica de Monsters Inc. (2001), una población de seres que casi parece arrancada del imaginario del Dr. Seuss o un antagonista con una personalidad moldeada en el Dr. Zaius de El planeta de los simios (1968)–, Pie Pequeño logra encontrar su propia voz para hablarle, gritar o cantar a cada uno de los espectadores de la sala, sin importar la edad.
Como entretenimiento familiar, los pequeños disfrutarán a cada uno de sus personajes, interacciones y reirán a carcajadas con el humor slapstick presentado. Algunos adultos identificarán un estilo que corresponde con las caricaturas clásicas de Looney Tunes, propiedad de Warner, muy en especial con las penosas caídas del Coyote en su infructuoso afán por alcanzar al Correcaminos.
Aún de manera ligera, resulta interesante el tratamiento sobre el manejo de la información como ejercicio de poder social, político y religioso. Amén de las oportunas referencias a la efímera fama mediática a través de las redes sociales y el valor de la integridad. Pero, sobre todo en estos convulsionados tiempos, la reflexión sobre los prejuicios ante quienes parecen diferentes a nosotros.
Con correctísima animación digital, buen manejo del humor, algunos números musicales, divertidos personajes y hasta pertinentes moralejas, Pie Pequeño resulta uno de los gratos e inesperados aciertos del año en la cartelera comercial.
Charlie Del Río Cinéfilo incorregible. Coleccionista de juguetes de películas. Fundador y conductor de @CinemaNET. Colaborador en Efekto Noticias y Filmmen. Escribe en Cine PREMIERE desde el 2002.
