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Los asesinos de la luna: Conoce la historia real de los crímenes en la Nación Osage

12-01-2024, 6:00:00 PM Por:
Los asesinos de la luna: Conoce la historia real de los crímenes en la Nación Osage

Cuando el engaño y la manipulación no fueron suficientes, vino la sangre.

A principios del siglo XX, decenas de nativos americanos fueron asesinados por colonos racistas y avariciosos, con la paciencia para perpetrar sus crímenes no de un golpe, sino en el transcurso de cuatro años. Las víctimas eran miembros de la Nación Osage, asentada en el estado de Oklahoma, EE.UU., cuyas tierras ricas en petróleo habían dado enorme riqueza a sus ocupantes. Pero lamentablemente, la historia nos ha enseñado que donde hay dinero, nunca faltará el hombre blanco dispuesto a apoderarse de él, sin importar a quién atropelle en el camino. El laureado director Martin Scorsese partió de aquella indignante historia real para levantar Los asesinos de la luna (Killers of the Flower Moon), su más reciente largometraje que bebe del género western, pero con consciencia, respeto y el aval de los descendientes de aquellos Osage que hace cien años sufrieron los estragos del denominado “Reinado del Terror”.

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La opulencia antes de la tragedia

Los Osage se establecieron en Territorio Indio (actual Oklahoma) después de que en 1872 se les expulsara de sus tierras ancestrales en Kansas. El nuevo hogar de los nativos estaba compuesto de unas 600 mil hectáreas, las cuales ellos compraron al gobierno federal sin que nadie sospechara que por las venas de esa región circulaba oro negro. Fue hasta la década de 1890 que la Nación Osage descubrió que era dueña de un gigantesco depósito de petróleo y no tardó en sacarle provecho. Su explotación llegó a generar ganancias anuales de lo que hoy serían alrededor de $400 millones de dólares y esta comunidad devino la población más acaudalada del mundo entero.

Cada miembro de la Nación Osage gozaba de derechos de propiedad hereditarios de sus respectivas parcelas, que en promedio y de forma equitativa, abarcaban unas 265 hectáreas. Y si bien, estaban protegidos para que su patrimonio nunca fuera expropiado, el Congreso de los EE.UU. empezó a poner trabas que impedían a los nativos autogestionarse libremente.

En 1908, bajo el argumento de que los Osage no sabían administrar su dinero y sólo derrochaban en choferes, ropa costosa y demás lujos, “el Congreso otorgó a los tribunales testamentarios de los condados de Oklahoma jurisdicción sobre las tierras de los nativos americanos que fueran considerados ‘menores e incompetentes’ por un juez”, explica National Geographic. A partir de ese momento, las finanzas de algunos se sometieron a la supervisión de tutores blancos, quienes además de cobrar altas tasas por sus servicios, maniobraban para embolsarse parte de la riqueza de sus clientes. Sin embargo, el engaño y la manipulación no fue suficiente para ciertos colonos e inmediatamente vino la sangre.

El Reinado del Terror

Los homicidios en el condado de Osage comenzaron en 1921 y se extendieron hasta 1925; plazo en el que hubo no menos de 60 nativos muertos (o desaparecidos) en circunstancias violentas o sospechosas. Algunos de ellos fueron Anna Brown y Charles Whitehorn, asesinados en mayo de 1921, y la madre de Anna, Lizzie Kyle, quien dos meses después falleció por envenenamiento. Luego, entre febrero y marzo de 1923, murió un sobrino de Lizzie, como también otra hija suya y el marido de ésta, víctimas de una bomba en su propia casa.

Tales crímenes condujeron a que el Consejo Tribal Osage demandara al gobierno de EE.UU. esclarecimiento y justicia. Para entonces, la Oficina Federal de Investigación (FBI) ya llevaba más de diez años operando y tomó las riendas de la investigación en Oklahoma para dar con el responsable de los misteriosos asesinatos ahí acontecidos.

Eventualmente se resolvió que William Hale, un ganadero blanco, adinerado e influyente en Territorio Indio, había sido el autor intelectual de las muertes relacionadas a la familia Kyle. En un principio, Hale presionó para que su sobrino Ernest Burkhart se casara con Mollie Kyle, hija de Lizzie. Posteriormente mandó a matar a los parientes de Mollie, con tal de que los derechos de propiedad pasaran a ella y así él estuviera más cerca ―a través de Ernest― del valioso patrimonio de aquella estirpe Osage. Incluso Mollie estuvo en peligro de morir envenenada, pero la tragedia pudo prevenirse gracias al arresto de Hale y su subsecuente condena a cadena perpetua.

Los asesinos de la luna

Después de aquellos funestos años 20, los asesinatos de la Nación Osage ―muchos de ellos irresolutos― quedaron prácticamente en el olvido, debido en parte a que los propios nativos guardaron silencio por casi un siglo. No obstante, todo cambió en 2017, cuando el periodista y autor estadounidense David Grann publicó su libro de no ficción Killers of the Flower Moon, en el cual se basa la nueva película de Martin Scorsese y donde se habla sobre cómo el caso de los Osage devino un episodio significativo en la consagración del FBI.

En el marco del estreno comercial de Los asesinos de la luna, el actual jefe principal de la Nación Osage, Geoffrey Standing Bear, declaró en conferencia de prensa que aunque efectivamente generaciones anteriores no veían oportuno darle difusión a la historia real de las atrocidades sufridas en la década de 1920, ya la postura de su comunidad era distinta.

“Cuando David Grann escribió este libro excelente y bien documentado para demostrar que se trata de una historia real y que no ocurrió hace tanto tiempo, empezamos a alzar la voz más y más”, comentó Standing Bear a Cine PREMIERE y demás medios mexicanos. “Luego, cuando nos enteramos de que se habían vendido los derechos cinematográficos y de que se iba a hacer una película, nos preocupó cómo iba a hacerlo quien fuera; cómo se haría y si se perdería nuestra voz”.

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Más tarde, la noticia de que Scorsese sería el director de esta adaptación fílmica fue bien recibida. En particular, porque el cineasta estaba dispuesto a filmar en Oklahoma y porque deseaba retratar fielmente a los nativos y sus costumbres. El prominente cineasta y su equipo convivieron cercanamente con esta cultura durante meses, luego años, aprendiendo y asesorándose para hacer de Los asesinos de la luna lo que en ocasiones Scorsese percibía como “un semi documental”, menos enfocado en el FBI y más en quiénes son los Osage, su histórica relación con el hombre blanco y lo que aquellos homicidios de principios del siglo XX dicen sobre los valores y la condición humana.

Basada en una penosa historia real, la película Los asesinos de la luna ya está disponible en Apple TV Plus.

autor Tengo muy mala memoria. Por solidaridad con mis recuerdos, opto por perderme también. De preferencia, en una sala de cine.
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