Katharine Hepburn es, sin lugar a dudas, una de las grandes leyendas en toda la historia del cine. El camino no fue sencillo, pues hubo un tiempo en que sus películas dejaron de ser rentables, lo que le llevó a ser colocada en una infame lista con actores considerados «veneno para la taquilla»
Su enorme talento le permitió salir adelante y más importante aún, construir brillante filmografía de poco más de 60 años y donde colaboró con algunos de los grandes talentos de Hollywood. A esto sumemos sus cuatro Premios de la Academia , todos a Mejor actriz, que la convierten en la persona con más estatuillas histriónicas de todos los tiempos, incluso por encima de titanes contemporáneos como Meryl Streep o Daniel Day-Lewis .
A continuación, las mejores películas de Katharine Hepburn , presentadas en orden cronológico:
Little Women (Dir. George Cukor, 1933)
La novela homónima de Louisa May Alcott ha inspirado numerosas adaptaciones, pero ninguna tan ovacionada como la dirigida por George Cukor. Katharine Hepburn fue fundamental para que la cinta obtuviera este prestigio, ya que su fuerte personalidad resultó perfecta para Jo, la segunda de las hermanas March y que siempre se caracterizó por su fortaleza emocional durante la Guerra Civil, así como por su gran tenacidad en sus esfuerzos por convertirse en escritora. La película tuvo una presencia importante en el Oscar de 1934, pero Hepburn no fue nominada en la categoría de Mejor actriz. Al menos no por esta cinta, ya que la Academia se inclinó por su labor en Morning Glory, que le daría la primera de cuatro estatuillas cosechadas a lo largo de su carrera. La actriz siempre externó su predilección por Little Women, al grado que llegó a asegurar que fue premiada por el filme equivocado.
Holiday (Dir. George Cukor, 1938)
Aunque hoy es reconocida entre las grandes actrices de todos los tiempos, hubo un tiempo en que Katharine Hepburn batalló por cosechar buenas recaudaciones, lo que le llevó a formar parte de una infame lista de actores considerados como “veneno para la taquilla”. Esto no significa que las películas fueran malas, sino que no eran económicamente rentables. Tal es el caso de Holiday, una de sus películas más destacadas en esta etapa de su carrera, sobre un hombre exitoso, pero de orígenes humildes y cuya forma de ser y de pensar le produce continuos roces con la adinerada familia de su prometida. Una comedia romántica memorable, que además ha sido etiquetado como el filme que mejor capturó la personalidad de su actriz estelar: una mujer de personalidad, pero también de gran corazón.
Bringing Up Baby (Dir. Howard Hawks, 1938)
La historia gira alrededor de un paleontólogo ansioso por concretar una intensa labor investigativa, lo que le hace comenzar una compleja relación laboral con una joven heredera de una gran fortuna que le provocará incontables dolores de cabeza. Una película tan poco valorada en su época que incluso provocó la renuncia del mítico Howard Hawks de la RKO. El tiempo le ha hecho justicia, pues su popularidad aumentó con sus transmisiones televisivas en los 50, hasta posicionarla entre los grandes clásicos de la comedia de enredos. También es una de las cintas más queridas entre los aficionados de Katharine Hepburn, en buena parte porque su personaje fue construido pensando específicamente en la personalidad de la propia actriz. El filme ha inspirado varios remakes, pero ninguno se ha acercado a la grandeza del original.
The Philadelphia Story (Dir. George Cukor, 1940)
La historia nació como una obra de teatro en Broadway, mientras que su enorme éxito le llevó al cine sólo unos meses después. Lo más curioso fue que su creador Philip Barry la escribió pensando en Katherine Hepburn como el personaje central: una socialité divorciada, a punto de contraer nupcias por segunda ocasión y con un periodista implicado en la cobertura del evento, lo que provoca toda clase de enredos amorosos. Si a esto sumamos la presencia de James Stewart y Cary Grant, no sorprende que la película se convirtiera en una de las comedias más populares de su época. Su estupenda labor le valió una nominación al Oscar, pero más importante aún, le permitió salir de un bache suscitado tras varios fracasos consecutivos para empezar el ascenso definitivo hacia lo más alto de Hollywood, una posición que no abandonaría hasta el fin de su carrera.
Woman of the Year (Dir. George Stevens, 1942)
Katharine Hepburn compartió créditos con Spencer Tracy en numerosas ocasiones, siendo Woman of the Year la primera de ellas. La película explora el romance entre un periodista deportivo y una columnista política, pero los problemas empiezan cuando contraen matrimonio y él intenta convertirla en una esposa de la vieja escuela. El tiempo ha sido injusto con el filme, pues actualmente se dice que su desenlace conciliador resultó desfavorable para el género femenino. La historia fue distinta al momento del estreno, pues si bien la actriz siempre se caracterizó por la interpretación de mujeres fuertes, Woman of the Year fue uno de sus trabajos más aplaudidos por las fuertes convicciones de su personaje, convirtiéndose así en todo un referente de la lucha femenina de la época.
Adam’s Rib (Dir. George Cukor, 1949)
Katharine Hepburn y Spencer Tracy compartieron créditos en once ocasiones, siendo Adam’s Rib la colaboración más aclamada de todas. No sólo por la estupenda química de la dupla estelar, que se vio beneficiada porque eran pareja en la vida real, sino por su curiosa premisa inspirada en un suceso real: una pareja de abogados que se encuentra en bandos contrarios de un mismo caso, que involucra a una mujer acusada por el asesinato de su esposo. A más de 70 años de distancia, sigue figurando entre las mejores comedias románticas de todos los tiempos.
The African Queen (Dir. John Huston, 1951)
No es la interpretación más destacada en la exitosa carrera de Katharine Hepburn, pero esto no le impide ser una de sus películas más celebradas, en buena parte por la exquisita mancuerna que integró con Humphrey Bogart. La cinta nos transporta al continente negro durante la I Guerra Mundial y nos muestra la historia de una misionera y el capitán de un modesto navío que emprenden un peligroso viaje por los ríos africanos para evitar ser capturados por las tropas germanas. Fue el primer y único Oscar en la carrera de Bogart, mientras que Hepburn tuvo que conformarse con la nominación, ya que la estatuilla fue para Vivien Leigh por Un tranvía llamado deseo.
Suddenly, Last Summer (Dir. Joseph L. Mankiewicz, 1959)
Muchos de los mayores éxitos de Katharine Hepburn están vinculados al romance y la comedia, por lo que una cinta como Suddenly, Last Summer, que toca temas como la locura, la prostitución, el incesto e incluso el canibalismo, resalta de sobremanera en su carrera. La adaptación a la obra teatral homónima de Tennessee Williams muestra a la actriz en el papel de Violet Venable, una extraña mujer que exige una lobotomía inmediata para su sobrina, única testigo en la muerte de su hijo y quien perdiera la cordura tras presenciar el suceso. La entonces experimentada actriz se vio beneficiada por una compañera de reparto de primer nivel como Elizabeth Taylor, quien interpreta a la joven aquejada por la verdad. El resultado es un auténtico duelo de actuación –ambas fueron nominadas al Oscar en la terna de Mejor actriz–, así como una de las cintas más oscuras y perturbadoras en las carreras de ambas féminas.
Guess Who’s Coming to Dinner (Dir. Stanley Kramer, 1967)
Katharine Hepburn acumuló varias nominaciones al Oscar a lo largo de su trayectoria, pero tuvieron que pasar casi 30 años para que cosechara su segunda estatuilla. El proyecto galardonado fue Guess Who’s Coming to Dinner, en el que encarnó a una madre sorprendida por el compromiso de su hija con un hombre mayor y de color, pero dispuesta a todo por defender la decisión de la joven para evitar un rompimiento familiar. A pesar de las adversidades que enfrenta, se trata de un personaje muy distinto a los que interpretó en buena parte de su filmografía, pues lejos de apelar a la intensidad para defender su postura, lo hizo desde una perspectiva completamente amorosa.
The Lion in Winter (Dir. Anthony Harvey, 1968)
Adaptación de la obra de teatro homónima, que se apoya en uno de los periodos más turbulentos de Inglaterra para relatar una interesante ficción histórica sobre el Rey Enrique II y sus complicaciones para definir cuál de sus hijos será su sucesor. Él se empeña en el menor, mientras que su esposa quiere al mayor, quien está destinado a convertirse en el mítico Ricardo Corazón de León. Katharine Hepburn brilla como la soberana en cuestión, al romper con los ideales románticos de la nobleza para encarnar con enorme destreza a la duquesa Leonor de Aquitania, una mujer que siempre plantó cara a su poderosa pareja, que promovió una rebelión entre sus hijos al enterarse que este tenía una amante, lo que llevó a su encarcelamiento, así como al endurecimiento extremo de su carácter. Uno de los trabajos más sobresalientes en la exitosa carrera de Hepburn que, acompañada por un brillante Peter O’Toole, no tuvo problema para hacerse con el Oscar a Mejor actriz.
Luis Miguel Cruz Algún día me uniré a los X-Men, la Alianza Rebelde o la Guardia de la Noche. Orgulloso integrante de Cine PREMIERE desde el 2008.