Joachim Trier habla de La maldición de Thelma
El director noruego nos platicó por qué está tan interesado en explorar la memoria y la identidad de sus personajes.
Joachim Trier , director noruego que será el presidente de la Critics’ Week en Cannes 2018, se encuentra en una situación curiosa. «Es muy chistoso. Estoy en Oslo, en mi departamento. Son las 7 pm. en Noruega y estoy recibiendo cumplidos de periodistas en México», nos dijo a propósito del estreno de La maldición de Thelma, su filme más reciente.
La cinta, que cuenta la historia de una joven con habilidades sobrenaturales, tuvo un estreno previo en nuestro país en la 64º Muestra internacional de cine de la Cineteca Nacional, para después estrenarse comercialmente este fin de semana en varios estados de la República. «Es la mejor parte del trabajo, saber que mis películas llegan a otras partes del mundo. Me hace muy feliz escuchar eso», continua el director, quien se escucha amable, accesible y sobre todo agradecido con el buen recibimiento que sus películas han tenido en nuestro país. En La maldición de Thelma exorciza nuevamente sus inquietudes sobre la memoria y la identidad.
Leí que la memoria y la identidad son temas importantes para ti y La maldición de Thelma trata con estos conceptos. ¿Por qué estás tan interesado en explorarlos dentro de tus películas?
Cuando era niño estaba muy interesado en la idea de la memoria. Recuerdo que cuando tenía alrededor de 5 años, estaba sentado en una bicicleta de tres ruedas y pensé: ‘¡Wow! Voy a recordar este momento, a propósito, por el resto de mi vida’. Y así lo hice. Decidí recordar algo y lo he recordado desde entonces.
El momento en el que un niño descubre la idea de la memoria, también empieza a entender el tiempo, o al menos a darse cuenta de su existencia. De pronto sabes que ese recuerdo es de ayer, luego ese recuerdo ya tiene dos semanas y entonces el recuerdo se convierte en algo que viviste un año atrás. Y empiezas a reflexionar en tu papel como individuo. Creo que esa es una de las cosas más fundamentales del ser humano: el descubrimiento de cómo los recuerdos construyen la percepción que tenemos de nosotros mismos. Sin embargo, también te das cuenta que olvidas cosas y, como adulto, sabes que existe una gran parte de tu vida que no recuerdas. Te formas con base en tus experiencias, pero al mismo tiempo hay muchos huecos y espacios en blanco.
¿Por qué escogiste el terror para contar esta historia con tintes coming of age?
Creo que lo hice por razones muy superficiales. Simplemente, me gustan muchos de esos filmes. […] Entonces pensé que había una fantástica y sensual parte visual en este tipo de filmes. ¿Qué pasaría si intentara hacer eso en Noruega con un tipo distinto de realidad alrededor de la fantasía? Mientras la escribíamos, nos permitimos usar distintas partes de nuestros cerebros, donde puedes lidiar con lo psicodélico, las pesadillas, los sueños, la intuición, y ver si podíamos hacer un filme que fuera impulsado por lo visual. Empecé con la idea de hacer ese tipo de película, pero entre más trabajaba en ella, más se convirtió en una historia de un ser humano y quizá no tanto de terror. Estas cosas son complicadas; nunca tengo un plan exacto mientras trabajo, es paso por paso. Lo exploro y evoluciona todo el tiempo.
¿Cómo fue el proceso de escribir un personaje como Thelma?
Hubo mucha investigación. Hablamos con muchos expertos en epilepsia y epilepsias de origen psicógeno. Nos reunimos con mucha gente joven, fuimos a la universidad de Oslo donde grabamos y vimos a la gente y hablamos con ella. También fui a algunas de estas iglesias independientes… La mayoría de la gente religiosa en Noruega forma parte de iglesias populares donde la gente homosexual puede casarse y donde todo se está volviendo más liberal, pero todavía existen estas extrañas y muy conservadoras prácticas religiosas alrededor del país. Fuimos a algunas de ellas y me di cuenta, hablando con algunas personas, que era muy difícil ser homosexual en esos ambientes. Eso impulsó gran parte del proceso: queríamos contar una historia heroica para la gente joven que se ha sentido fuera de lugar como Thelma, para gente que ha sentido la necesidad de pertenecer. Queríamos una historia que celebrara la libertad en estos ambientes.
La religión es una parte muy importante de la historia porque no tiene las respuestas que Thelma busca. Lo interesante acerca de la película es que la ciencia tampoco le ofrece las respuestas que ella necesita. ¿Qué era lo que tratabas de decir con esta contradicción?
Primero que nada, no soy religioso. Soy ateo. Tengo mucha fe en la ciencia, pero también reconozco que la ciencia tiene sus límites. Y muchos de los orígenes de nuestras opiniones o de nuestras perspectivas del mundo son construcciones sociales; crecemos en ambientes cerrados con mecanismos sociales de lo bueno y lo malo y eso no es exactamente ciencia. Tiene que ver con nuestras creencias.
No estoy tratando de atacar la fe personal de cada uno, pero odio cuando la religión es usada como una estructura de poder para reprimir las necesidades y los derechos de una persona para ser quien quiera ser y, en verdad, me enoja. Veo muchos lugares en el mundo donde esto sucede, también en Noruega, donde la religión tiene un mal uso. Pero vengo del punk y el hip-hop, de contraculturas, entonces siempre me muestro escéptico de las estructuras de poder, sean políticas o religiosas.
También veo mucha belleza en la religión. Estoy interesado en la historia del arte y tengo que reconocer toda la bella creatividad que ha surgido gracias a la religión, entonces no estoy diciendo que todo es malo. Pero sí soy escéptico de imponer tus sistemas de creencias o tus opiniones en otras personas. Supongo que soy muy liberal (risas).
Hablas del concepto de poder. En la película, los padres de Thelma, los antagonistas, son quienes tienen el poder y aunque podrían fácilmente ser los villanos de la historia, sus motivos son complejos y al mismo tiempo, fáciles de entender. ¿Cómo construiste la relación que Thelma mantiene con ellos?
Es una perspectiva importante. Es complicado porque yo vengo de una formación humanista. Estoy más interesado en entender a la gente que convertirla en villanos sin chiste. Cuando estaba haciendo este filme, fue muy difícil, porque los padres son, en cierta manera, terribles, pero necesitaba encontrar una lógica para ello. Y aquí la religión se volvió importante porque, si sigues la lógica de los padres, ellos creen que están haciendo lo correcto y así es como mucha gente vive actualmente. Lo que trato de decir es que la gente no es mala a propósito. Como dijera el director francés [Jean] Renoir en La Règle du jeu, una gran película francesa: «El problema es que todos tienen sus razones». Creo que todas las personas tienen su propia lógica, sus propias razones para hacer las cosas y aún así, la gente termina haciéndole cosas horribles al de al lado. Y eso, para mí, es más terrorífico que un malvado alienígena que llega a la Tierra tratando de conquistarla. Eso no me interesa.
A veces, los directores temen etiquetar sus películas de una forma u otra. Te digo esto porque vi a La maldición de Thelma en muchas listas de «las mejores películas queer del 2017″. Como director, ¿te molesta que la gente ubique a La maldición de Thelma como un filme LGBTQ+?
¿Sabes qué? Las etiquetas están bien siempre y cuando esto haga que el filme llegue a más personas. He pensado mucho en esto. En lo personal, yo no he etiquetado este proyecto como uno de terror o como una película LGBTQ+. Es una historia de un ser humano, esa es mi perspectiva. Pero digamos que, por ejemplo, alguien está pasando por un mal momento en su vida y se siente rechazado por ser queer y entonces ve La maldición de Thelma porque una revista la puso en esa categoría, y aprecia la película, entonces está bien. Creo que la gente es inteligente y sabe que las etiquetas son algo que le ponemos a las cosas para tratar de estructurar nuestra realidad, pero no necesariamente son algo que encapsula toda la realidad. Estoy bien con ello, pero espero que muchos tipos de personas vean mi película. Eso es lo importante.
A través de Cine CANÍBAL, La maldición de Thelma llegó a los cines de los siguientes lugares este fin de semana: Aguascalientes, Cancún, Ciudad Juárez, CDMX, Cuernavaca, Guadalajara, Jalapa, León, Mérida, Mexicali, Monterrey, Oaxaca, Pachuca, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Tampico, Tijuana, Toluca y Villahermosa.