Intensa-Mente: ¿Cómo se creó la película de Pixar?

A sus 11 años, Riley está sufriendo cambios de todo tipo. Físicos y emocionales. Para colmo, se muda con sus padres de su querida Minnesota a la ciudad de San Francisco. Su temperamento está, por decirlo de alguna manera, “a punto de turrón”. Intensa-Mente nos presenta las nuevas experiencias de Riley, la nostalgia de sus recuerdos y de manera paralela, la forma en que sus emociones pugnan por tratar de sacarla a flote. En especial, desde el punto de vista de “Alegría”, que encuentra cada vez más laborioso brindar la felicidad que quiere compartir.

Píxeles emotivos

Atravesar la puerta exterior en el vehículo que nos llevaba, con las icónicas letras y tipografía de Pixar a nuestras cabezas, fue tan emocionante como entrar a Disneylandia por primera vez. Justo afuera del Edificio Steve Jobs, el principal de los tres del complejo, hay una reproducción de unos 5 metros de altura de Luxo Jr., la emblemática lámpara de escritorio, y la pelota amarilla con estrella roja.

Pero más interesante que el lugar y la forma, resulta el fundamento de la filosofía de trabajo en estos estudios, donde antes de cualquier otra cosa, la historia es lo más importante. “Nosotros no hacemos películas para niños. Hacemos películas familiares”, nos dijo al recibirnos Pete Docter, el director de Intensa-Mente. El mismo realizador y ganador del Óscar a Mejor película animada por Up: Una aventura de altura (2009), nos presentó la primera hora de su nueva cinta, hasta ese momento aún en proceso de edición.

Con fotografías proyectadas en la pantalla de la sala de cine de Pixar, antes de iniciar el filme, Docter recordó cómo su hija Elie fue la inspiración del personaje de Riley en Up, además de haber brindado su voz. Pero también nos platicó lo que sucedió después. La siempre sonriente Elie cumplió 11 años y sus constantes cambios de estado anímico hicieron que su padre se preguntara lo que estaría pasando dentro de su cabeza. “Mi hija fue el punto de partida. Investigamos y descubrimos que de todos los humanos del planeta, de acuerdo a los psicólogos, no hay nadie más socialmente incómodo que las niñas de 11 a 15 años”.

Ronaldo del Carmen, o Ronnie, como lo llaman sus compañeros, debuta como codirector del largometraje y conversa sobre el desarrollo del guion:

“Lo que hicimos fue contarnos historias entre nosotros. Todo empezó queriendo saber qué le pasaba a Elie, y cómo es que pasó de ser esa niña divertida a una chica callada en una esquina de la habitación. Mi hija es mucho más grande que la de Pete y le dije que si no le gustaba esa parte, menos le iba a gustar lo que seguía. Porque se vuelve más extraño como padre”, dijo.

Con muchas emociones

Fue de esa forma, recopilando las experiencias del staff de Pixar con sus hijos de diferentes edades, como inició la reflexión sobre los estados de ánimo. Los realizadores exploraron con psicólogos y especialistas el papel de las emociones en nuestra vida. Para los personajes se pensó en 27 emociones originalmente pero, con fines narrativos, se redujeron a cinco las principales que nos afectan día a día y les brindaron forma y personalidad: Alegría, Tristeza, Furia, Miedo y Desagrado.

Las emociones trabajan en el cuartel general, ubicado en nuestra mente. Ahí almacenan y procesan nuestros recuerdos. Su objetivo es que logremos superar el día, seamos felices y obtengamos lo mejor de la vida. Aunque cada una tiene su propia perspectiva de cómo lograrlo. Esta interacción entre ellas también puede interpretarse como un ejercicio de poder. Es justamente en la relación entre nuestras emociones cuando vamos creciendo, la que va definiendo nuestra personalidad.

Con un equipo de animación compuesto por solo 45 miembros, uno de los grandes retos del equipo consistió en cómo representar, de manera paralela, los dos mundos presentados en pantalla. Para eso utilizaron dos estilos visuales completamente distintos entre el entorno real de Riley y el abstracto de sus emociones.

En el mundo real, las superficies son duras, los colores apagados, el contraste es menor y los escenarios son visualmente complejos. La cámara está fija y cuando hay movimientos estos son sutiles. Hay más intercortes y la iluminación es más convencional. En el mundo de la mente, las superficies son suaves, los colores están altamente saturados, el contraste es alto y los elementos orgánicos son caricaturizados. Se usan plano-secuencias, en los que la cámara no corta y se mueve constantemente. En muchos casos se usa un estilo teatral y solo se ilumina al personaje o la situación que vemos. Lo demás se oscurece.

A pesar de las diferencias, los dos universos coexisten en pantalla. “Mientras mejor se conecten ambas historias, más interesante resulta cada una de ellas”, señala Docter.

Voces internas

Desde los avances de Intensa-Mente, la primera referencia que se nos ocurrió fue la de una atracción del parque de diversiones EPCOT en Orlando llamada Cranium Command (1989- 2007). Allí, el “piloto” de la mente de un chico de 12 años interactúa con los hemisferios izquierdo (la razón), el derecho (la intuición) y otros órganos de nuestro cuerpo.

Pete Docter nos platicó que él trabajó en la animación de Cranium Command, que a su vez estab inspirada en Razón y emoción (1943), un cortometraje de propaganda bélica de Disney producido durante la Segunda Guerra Mundial. Ahí la emoción era representada como un cavernícola, mientras que la razón era un altanero y trajeado hombrecillo de lentes, ambos disputando el control del ser humano. Tal y como el angelito y el diablito en los hombros de otros tantos personajes del cine y la televisión. Sin embargo, Docter no asumió estos trabajos previos como referentes de Intensa-Mente.

“Yo había hecho lecturas preliminares acerca de las emociones y pensé que si las pudiésemos personificar sería muy entretenido, desde un punto de vista de la animación. Sobre todo en el tema de la personalidad, ya que con la animación puedes caricaturizar y llevar todo al extremo. Simplemente parecía divertido”, comentó Docter. “La investigación hecha para esta película cambió la forma en la que me veo a mí mismo y las demás personas y la forma en que interactuamos”.

Intensa-Mente ofrece atractivas ideas del plano intelectual y emotivo. También interesantes reflexiones sobre la paternidad, el desarrollo individual y la madurez. Lo genial es que todo esto sea narrado con la peculiar sensibilidad a la que Pixar y sus creativos nos tienen acostumbrados como público. De forma visualmente sorprendente y temáticamente divertida. Y en algunos momentos, emotiva hasta la lágrima.

¿Cuáles son las emociones de Intensa-Mente?

Existe una relación directa entre la forma y color que usaron para representar cada una de las emociones. Ronnie del Carmen, codirector de Intensa-Mente, relata el proceso creativo: “Dibujábamos cientos y cientos de personajes todos los días. Todos los que trabajábamos en la historia. Había que encontrar como simbolizar las emociones”. El productor Jonas Rivera agrega: “Otro gran reto en el diseño, partiendo de lo abstracto de la mente, consistió en dotar a las emociones de una textura que emulara la energía. Y así decidimos que fueran fuentes de luz”.

“Al principio le asignamos el trabajo a diferentes artistas”, añade Docter. “Eventualmente, cada uno le daba interpretación a las emociones de acuerdo a la forma. Fue un proceso fluido y dinámico”.

Ésta es la forma en la que el director de Intensa-Mente describe a cada una de ellas:

ALEGRIA
Color Amarillo: “Alegría es como una explosión, como una estrella. A lo largo del filme la verán constantemente estirando sus brazos, como si estuviera centelleando. Es así como muestra su energía, exuberancia y ese sentido de entusiasmo”.

FURIA
Color Rojo: “Furia es como un gran ladrillo. No quiere ir a ningún lugar y tiene brazos grandes, como para golpear”.

TEMOR
Color Morado: “Temor es como un nervio. Es delgado y tiene muchos ángulos”.

DESAGRADO
Color Verde: “Desagrado empezó con nuestra percepción del brócoli. Surge del cliché estadounidense de que a los niños no les gusta comerlo”.

TRISTEZA
Color Azul: “Tristeza es una lágrima invertida. Hasta tiene las piernas cortitas”.

Música con sentimiento

El espléndido compositor Michael Giacchino, ganador del Óscar por el score de Up, continúo su cercana colaboración con Pixar en Intensa-Mente. Pete Docter nos platicó de su relación personal y profesional con el creador de la música de Los Increíbles (2004), Ratatouille (2007) y Cars 2 (2011):

“Es un gran colaborador, un gran músico y también un gran narrador de historias, e inmediatamente comprendió Intensa-Mente. Tiene tres hijos; los dos mayores son casi de la edad de los míos. Desde Up se hicieron buenos amigos y desde entonces convivimos todos por diversión. Cuando vio la película comprendió de lo que yo le había estado hablando. Lo que significa ver a tu hija crecer y que la suya está a punto de pasar por lo mismo. Escribió esta hermosa suite, que fue lo mismo que hizo en Up. Simplemente se fue después de haber visto la película y escribió algo. No está directamente conectado al filme, sino que es un bella pieza de música sobre cómo se sintió al respecto. Nos mató, fue muy emocional. Él simplemente respondió a la película”.

Una versión de este artículo se publicó por primera vez en Cine PREMIERE #249 de junio de 2015.

Charlie Del Río Cinéfilo incorregible. Coleccionista de juguetes de películas. Fundador y conductor de @CinemaNET. Colaborador en Efekto Noticias y Filmmen. Escribe en Cine PREMIERE desde el 2002.