“Sailor Moon es una serie adelantada a su época”: Gerardo Reyero
Para el actor que da voz a Mamoru Chiba el mensaje de la saga de Sailor Moon es muy claro: el poder del amor.
A Gerardo Reyero le costó mucho trabajo reconocerse como la voz de Mamoru Chiba, el eterno amor de Usagi Tsukino en la serie de anime Sailor Moon. No fue hasta que una fan se lo dijo firmemente en una convención que entendió que él era la voz de Tuxedo Mask y formaba parte de una saga que rompió con paradigmas y posicionó a la mujer como heroína.
“[Sailor Moon] le da un lugar maravilloso a la mujer y eso me fascina de esta historia”, dijo Gerardo en entrevista exclusiva a Cine PREMIERE con motivo de su participación en Pretty Guardian Sailor Moon Eternal: La película, que se estrenó esta semana en Netflix.
El icónico actor de doblaje, reconocido por darle vida a otros personajes como Freezer de Dragon Ball, Han Solo en Star Wars o Capitanazo de La casa de los dibujos, incluso toma con humor su increíblemente popular papel como el interés romántico de Usagi, ya que muchas veces es él quien debe ser rescatado. Pero aún más importante, ve en esta franquicia el valor de sus diferentes representaciones del amor con un sentimiento universal.
Esto fue lo que platicamos con Gerardo Reyero acerca de Sailor Moon:
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Cuando hablamos de Tuxedo Mask, nos referimos a un personaje que originalmente no era tuyo, pero una vez que lo tomaste se volvió tuyo o al menos es así en la mente del fan. ¿Qué significa Darien/Mamoru Chiba para Gerardo Reyero?
Fíjate que cuando yo entré a doblarlo era de Genaro Vásquez y recuerdo decirle a Paty Acevedo, que ha sido la directora de doblaje de esta serie por muchos años –y volvió a hacerlo ahora en la película–: “Pero… es que la voz de Genaro y la mía no son para nada parecidas”. No pensarías en darnos el mismo personaje nunca. Él tiene una voz más juvenil y yo siempre he tenido una voz más madura. Entonces, Paty me dijo: “Justamente eso lo que quiero. Quiero que Darien ya deje de ser tan inmaduro y tan juvenil, que se convierta en alguien más maduro, en alguien de quien Serena se pueda enamorar”. Ella quería que Darien se sintiera realmente como un hombre mayor que ella y quería reflejarlo a través de la voz y de la interpretación. “Vamos a rehacer al personaje. No quiero que hagas nada de lo que él hacía. Será completamente diferente. Vamos a transformarlo en un caballerito”; esa fue la instrucción de Paty Acevedo. Y creo que fue una muy acertada porque siempre lo trabajamos como un caballerito, como uno de estos jóvenes que en realidad son señores muy jóvenes, que se convierten en señorcitos. A mí me tocó también ser un señorcito. Fui muy serio desde jovencito y ya tenía una voz fuerte, entonces, incluso llegaban a pensar que yo era mayor. Así que Darien me cayó maravillosamente bien. Lo único que tuve que hacer, eso sí te lo puedo asegurar, fue trabajar en mis registros agudos para que tampoco se oyera tan mayor. Pero me encantó, y cuando por fin pude aceptar que yo era Darien en esta nueva convención pude empezar a hacerlo mío.
He tenido gracias a Darien las anécdotas más hermosas y más bizarras que con ningún otro personaje. De verdad, ninguno me ha dado las anécdotas que he tenido con Darien, como este caso de una niña con discapacidad visual de Mérida. He contado esto muchas veces, pero ella se acercó a mí, la llevaron en silla de ruedas, y en cuanto me escuchó, me dijo: “¡Darien, Darien!” Yo todavía sonso le dije: “¡No! ¿Cómo crees? Yo no soy Darien”. Su acompañante, que era otra mujer, me dijo: “No, señor. Por favor, no le diga eso”, porque para ella existe el referente de la serie y para ella mí voz es el personaje. No sabes como me cayó el veinte y puede entender perfectamente lo que es nuestra carrera, pero no solamente lo que es en importancia, sino en responsabilidad y en compromiso con el público que nos escucha, el público que nos reconoce a través de las series. Desde entonces, hago mi trabajo desde otra perspectiva, sabiendo que a alguien más le puede significar toda su juventud, toda su niñez. Darien en ese sentido es quien me cambió la forma de ver y de hacer mi trabajo.
¡Qué maravilloso, Gerardo! Y ahora que ya han pasado 25 años, ¿cómo te has sentido al retomar a este personaje?
Con una gran responsabilidad. Antes los actores de doblaje éramos unos perfectos desconocidos y, de repente, con las redes sociales, pues empezaron a ubicarnos con mayor facilidad. Entonces, llegó Sailor Moon Crystal. ¿Quién van a hacer a Darien? Empezaron una rebatinga entre los fans que me encantó: “Yo quiero a los mismos”; “¡No! Yo quiero nuevos porque ya se vayan a oír viejitos”. Incluso hicieron encuestas de a quién querían: ¿el señor Vásquez?, ¿el señor Reyero?, ¿algún otro? Yo fascinado, pues tu sabes que todo esto, la publicidad sea buena o mala, nos conviene siempre. Se hizo tanto ruido que llegó a oídos de Toei y dijeron: “Está bien. Vamos a hacer pruebas de voz para ver quien se quedará ahora con Mamoru”. Finalmente, me quedé yo, ya sea porque era quien más tiempo lo había hecho o no sé quien escogería allá en Toei, no tengo idea. Y es Toei, así que tenía miedo porque pensaba en que también hago a Freezer y pudieran decir: “¡No queremos a Freezer como Mamoru!“ [ríe].
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Esa dicotomía que señalas en bien interesante. Haces a uno de los villanos más maravillosos de la historia, pero también haces a uno de los héroes más románticos. ¿Cómo logras pasar de Freezer a Mamoru?
¿Sabes? Mucha gente no sabía que yo era Darien; no sabían que yo era Mamoru. Me decían: “Tú, eres Freezer”. Entonces, empezaba a hacer a Mamoru y decían: “Oh, ¡también eres Mamoru!” [ríe]. Chicos, se llama actuación. Justamente los actores somos adictos a la actuación porque nos encanta interpretar diferentes personajes. Hoy podemos hacer Otelo, de William Shakespeare; mañana, somos alguien en Los albañiles, de Vicente Leñero; y pasado mañana somos otros personajes. El doblaje es maravilloso porque un día somos Superman; otro día podemos ser el Capitanazo; otro día podemos ser La Máscara; otro día podemos ser Freezer. Y eso es una bendición. Claro, siempre y cuando seas actor. Es un hecho que si no eres actor te va a ser muy complicada la carrera. Tenemos que interpretar y ese es el reto.
¿Cuál ha sido la enseñanza más importante que te ha dejado la saga de Sailor Moon?
Sailor Moon es una serie adelantada a su época. Un personaje que sin duda rompió paradigmas y posicionó a la mujer como heroína, le dio un lugar en el mundo de los superhéroes y eso me parece maravilloso. Yo me burlaba, me burlo mucho incluso hasta el día de hoy en las convenciones, cuando digo que Serena tiene un novio que no sirve para nada, porque cada que la quiere rescatar al que tienen que terminar rescatando es a él, pues termina golpeado, todo mallugado o secuestrado, y lo tiene que salvar Sailor Moon. Él sólo avienta una rosa y trepado en un poste perfectamente vestido de frag grita: “¡Hazlo ahora, Sailor Moon!”; es lo único que hace [ríe]. La serie le da su lugar al hombre, sí, pero le da un lugar maravilloso a la mujer y eso me fascina de esta historia. Sailor Moon habla también del poder del amor y eso es importante. La fuerza del amor que está presente en la amistad entre ellas; la fuerza del amor entre pareja; la fuerza del amor de padres a hijos, en el caso de Chibi-Usa; la fuerza del amor entre parejas no convencionales. Todo eso me parece maravilloso porque el amor es amor, el amor es universal. Eso es lo que me deja a mí como gran enseñanza Sailor Moon y es lo que tratamos de proyectar a través de nuestro trabajo, lo que trato de proyectar yo haciendo a Mamoru Chiba, un ser totalmente amoroso, tierno, caballeroso, respetuoso y quien ama profundamente a Usagi, a su hija y al planeta entero.
Pretty Guardian Sailor Moon Eternal: La película – Parte 1 y Parte 2 ya está disponible en Netflix. Puedes leer nuestra crítica AQUÍ mismo.