FICM 2019: Ya no estoy aquí, retrato de una subcultura invisible
El director Fernando Frías de la Parra habló con Cine Premiere sobre la música y los grupos contestatarios que inspiraron su más reciente proyecto.
En el marco del 17° Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), se presentó la cinta Ya no estoy aquí, un homenaje al movimiento contracultural «Kolombia», así autodenominado por su amor a la cumbia y nacido en el noreste de México, particularmente en la ciudad de Monterrey.
La cinta es el segundo largometraje de ficción del mexicano Fernando Frías, director que recientemente encabezó los seis capítulos de la serie Los Espookys, de la cadena HBO. Esta vez compite en la sección de largometraje mexicano del FICM 2019, con su exploración sobre la identidad, el desarraigo y la habilidad que tiene un joven de «desaparecer» al bailar, al mismo tiempo que se encuentra a sí mismo.
Frías regresa a Morelia tras el estreno mundial de su primera ficción Rezeta, hace siete años. Ahora, previo al lanzamiento de Ya no estoy aquí, el cineasta habló con Cine Premiere para destacar las virtudes del festival y recalcar la importancia de presentar ahí su último filme.
«Creo que [Ya no estoy aquí] es una película que tiene un gran peso local. Me interesaba muchísimo estrenarla en mi país. Soy mexicano y en Morelia estrené mi primera película. Es el festival que tiene la programación que más me gusta. Me parece que es un festival muy bien hecho para que las películas lleguen a la gente. Estoy contento, estoy nervioso, estoy también –de alguna manera– de ‘bajadita’, aliviándome de dar a luz el proyecto».
Ya no estoy aquí cuenta la historia de Ulises, un regiomontano de 17 años que lidera la pandilla Los TERKOS. Esta agrupación pasa los días escuchando cumbia rebajada y asistiendo a bailes donde confluyen otras bandas pertenecientes al movimiento «Kolombia». No obstante, posterior a un inesperado choque con narcotraficantes, Ulises debe huir a Nueva York. El reto será adaptarse al nuevo entorno sin perder su identidad.
Fue justo en Monterrey donde nació el subgénero de la cumbia rebajada, una manipulación técnica que ralentiza el tempo de las cumbias convencionales. Con Ya no estoy aquí, Fernando Frías pretendió establecer un vínculo entre aquella música y la juventud condenada por su contexto social.
«Me gustaba la idea de jugar con la metáfora de la cumbia rebajada; que una canción que tiene que durar 5 minutos, dure 10 minutos. Es esta intención de no querer que se acaben esos días de juventud, porque sabes que más allá, cuando crezcas, no hay mucho más para ti».
Asimismo, el realizador reconoce la importancia de la cumbia rebajada propiamente en la contracultura regiomontana: «En situaciones marginales y tan estigmatizadas, estos chicos ‘Kolombia’ tienen una manera quizá no verbal pero sí totalmente elocuente de ser contestatarios hacia una sociedad que les ha quedado mal, que los reprime y los antagoniza. [Lo contestatario se da] a través de la música y de la vestimenta».
Ya no estoy aquí sitúa la historia de Ulises en el sexenio del presidente Felipe Calderón. El narcotráfico comenzaba a apoderarse de Monterrey y reprimía (o absorbía) a las pandillas pertenecientes a la contracultura. Para Frías era muy importante abordar tal contexto, pues fue lo que, en sus palabras, «hizo desaparecer ese movimiento».
«Si tú vas ahorita a Monterrey, [‘Kolombia’] ya no existe. Quedan gotitas de un océano que se secó. La cumbia siempre va a sobrevivir en Monterrey con una fuerza importantísima, pero esta moda en particular –de cómo se vestían, de estas patillas, de estos peinados– ya no existe».
Ya no estoy aquí forma parte de la Sección de Largometraje Mexicano, junto a cintas reconocidas internacionalmente como Mano de obra y La paloma y el lobo.
Antonio G. Spíndola Tengo muy mala memoria. Por solidaridad con mis recuerdos, opto por perderme también. De preferencia, en una sala de cine.
