FICG 2024: Corina, una película sobre la valentía, la nostalgia y la importancia de empujar los límites
Corina, ópera prima de la directora Urzula Barba Hopfner, obtuvo el galardón de Mejor película jalisciense en la 39° edición del FICG.
En las secciones Mezcal y Hecho en Jalisco de la 39° edición del Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG), tuvo lugar la premiere nacional de Corina, una película que viaja hasta el año 2000 para contarnos la historia de una homónima mujer radicada en Guadalajara que sufre de agorafobia (ese trastorno de ansiedad que provoca en quien lo padece no sentirse seguro en ciertos lugares o situaciones aparentemente inofensivas) a raíz de un trauma infantil. Sin embargo, no se trata de una cinta asfixiante ni mucho menos. Es en realidad un colorido y afable dramedy estelarizado por Naian González Norvind (Nuevo orden) y dirigido por la tapatía Urzula Barba Hopfner, quien hizo de Corina su primer largometraje como directora, después de casi dos décadas de dedicarse mayormente a la edición fílmica.
En la película, la temerosa Corina es una correctora de estilo y aspirante a escritora que durante años no ha cruzado la calle. Vive recluida en una misma cuadra, donde se encuentra su casa, la tienda de víveres que la abastece y la editorial donde ella trabaja, revisando manuscritos de literatura erótica. Por otro lado, el gran éxito de esta compañía son los libros de una enigmática autora cuyo pseudónimo es Xareni Silverman. Y si bien el encanto de su obra es el optimismo que permea en cada página, su último libro resulta ser un giro de 180 grados, con un final sumamente trágico, y la editorial teme que al publicarlo, devenga un fracaso rotundo y perjudique su ya delicada situación financiera.
Últimadamente, corresponderá a Corina salvar el día y dar con el paradero de Silverman para intentar convencerla de que cambie su final. Para ello, contará con el apoyo de Carlos (Cristo Fernández), un vecino extrañado por su comportamiento pero de noble corazón. Y antes deberá lidiar con su madre, que al igual que la protagonista, se resiste a salir de su zona de confort, a causa del mismo evento traumático.
En el marco del FICG 2024, Cine PREMIERE pudo conversar con la directora Urzula Barba Hopfner, su coguionsita Samuel Sosa (productor de Sopladora de hojas) y las actrices Naian González Norvind y Carolina Politi (Leona) acerca del proceso que cada uno siguió desde su trinchera y la aproximación al tema de la agorafobia –entre otras cosas–, en aras de llevar a la pantalla una película que ha conectado profundamente con el público.
CP: A partir del aislamiento y el miedo a salir que se maneja en la película, pienso que quizás hubo detrás reflexiones o experiencias personales que pudieron surgir específicamente durante la pandemia. ¿Ese fue su caso, Urzula y Samuel, a la hora de escribir Corina?
URZULA: Fue previo a la pandemia. Tuve episodios agorafóbicos en mi vida hace años y me parecía un tema interesante que abordar. Llegué con la idea con Samuel y después sucedió lo de la pandemia. Entonces sentimos que el timing fue un poco perfecto de alguna forma. Digo, nadie quería la pandemia de ninguna forma, pero sentimos que pudimos explorar y enriquecer [el guion] mucho más al haber pasado por esa experiencia también.
SAMUEL: Urzula me contó de los temas que para ella era importante hablar y a partir de ahí hubo un proceso de año y medio, más o menos, de llevar el guion por diferentes líneas. Creo que lejos del tema de la agorafobia, [la película] te plantea una situación muy rica en términos cinematográficos. [La protagonista] es alguien que tiene que vencer sus miedos y creo que ese es el punto donde el espectador empatiza tanto con el personaje de Corina. Todos de alguna forma hemos sentido que el mundo se nos cierra, algunos de una forma más literal que otros, y este ejercicio de empujar los propios límites y empujar los confines del propio universo es una cosa que, haya o no un tema de salud mental, lo has experimentado de una u otra forma. Creo que por eso la gente conecta [con la historia].
CP: Naian, en conferencia de prensa, comentabas que inyectaste en tu personaje un poco de tus propias experiencias en materia de salud mental. En ese sentido, ¿Corina significó para ti un consuelo o te ayudó en tu proceso de sanación?
NAIAN: Sí, totalmente. Corina me ayudó y yo ayudé a Corina. Es recíproco porque nuestro trabajo –[a Carolina] y dime si no estás de acuerdo– afortunadamente nos permite procesar lo que nos pasa a nosotras, canalizarlo y desfogarlo por ahí. A veces no nos damos permiso [de hacerlo] siendo nosotros y necesitamos la excusa o el disfraz de un personaje para poder entrar en ciertas emociones.
CAROLINA: Quizás a través de eso comprendemos mejor lo que nos pasa a nosotras. Como que hay algo de la historia y de la ficción que nos invita a dejarnos llevar y a través de eso descubrir algo más de lo que suponíamos, de lo que cada quien vive.
CP: Puedo imaginar que dentro de la película hay varios momentos en los que justamente, a través de sus personajes, experimentan una catarsis, una especie de explosividad emocional. ¿Hubo una escena en particular que sintieran excepcionalmente liberadora en ese sentido?
NAIAN: Pues la escena en la que estamos hablando de la valentía y la cobardía.
[En esa escena, Corina sostiene una íntima charla con su mamá, mientras se debate si salir al mundo e intentar dejar sus miedos atrás].
CAROLINA: Sí, ahí hay algo de… Siento que ahí se establece mucho de lo que pasa en esta relación de madre e hija. [Refleja] la necesidad de nombrar algo. Es como si también estuviera contando el camino que hace Corina para liberarse, para poder ir hacia donde tiene que ir. Necesita primero terminar de decir las cosas ahí, al interior de ese vínculo.
NAIAN [a Carolina]: Pero, ¿tú crees que tu personaje en esa escena, cuando le dice [a Corina]: “Tu personaje tiene que hacer lo que tenga que hacer”, como que le está dando permiso a Corina de que…?
CAROLINA: Sí, de que siga su camino.
NAIAN: Y de que haga lo que ella tenga que hacer.
CP: En esa escena, hay una frase que me parece muy memorable, de que tal vez nunca hubo cobardía, sino que más bien se estaba esperando el momento ideal para salir adelante. Imagino que en sus carreras han experimentado un momento así. Y en tu caso, Urzula, pienso que al ser Corina tu ópera prima, quizás esta película significó para ti dar ese salto.
URZULA: Creo que todo mundo ubicó ese paralelismo. La última fui yo [ríe]. Muchas personas me han preguntado mucho acerca de eso. Yo llevo editando creo que 18 años de mi vida, editando frente a la pantalla, frente a la computadora, muchísimas horas al día. Llevo casi dos décadas escondida, como en una especie de zona de confort. Y sin duda, con la dirección y con la ópera prima me enfrenté a retos que como editor nunca enfrentas. Te enfrentas a otros distintos, pero como directora me estoy enfrentando a retos que para mí son nuevos, sin duda alguna.
CP: En el personaje de Corina, hay mucho esta manía de corregir cada signo de puntuación…
NAIAN: ¡Ese perfeccionismo lo tiene Urzula! No literariamente, pero… Es que yo creo que Corina es Urzula. O sea, yo creo que las películas son su director. Es el director o la directora en un microcosmos. Reflejan muchísimo de quiénes son. Y sí, ella es híper perfeccionista.
URZULA: Sí, me gusta el detalle [ríe].
CP: Naian, entre Corina y tú, siento que también hay mucho paralelismo en cuanto a la conexión con lo literario, aunque de manera distinta. El personaje trabaja en una editorial, y tú has sido escritora, guionista, anfitriona del programa Léemelo en Canal 22 y tienes tu propio canal de poesía. Entonces quisiera saber qué aportaste al personaje a partir de ese amor por la literatura, y si en cambio Corina te brindó una especie de motivación o inspiración para mantenerte en el mundo de las letras.
NAIAN: Corina me dio motivación e inspiración para seguir actuando, más bien. Fue un proceso muy alentador, pero definitivamente es un punto en común con el personaje: el amor por la literatura y el refugio que encontramos ambas en el mundo de los libros y en las reflexiones alrededor de la creatividad, del mundo artístico, de la relación del artista con su arte, etc. Y también, no sé, en un punto más allá, ver las rotativas [de la editorial en la película] me recuerda a mi infancia. Mi papá trabajó en el mundo de los periódicos. Fue director del Ovaciones toda su vida y uno de mis recuerdos más antiguos es en las rotativas del Ovaciones. La imprenta, el olor de la tinta… Entonces, me conmovió mucho ver esas escenas también.
CP: Hablando de progenitores, pienso que ustedes, Naian y Carolina, vienen desempeñando una relación madre e hija en la ficción desde la película Leona. ¿Cómo influyó esto en la construcción de su vínculo para Corina?
CAROLINA: Lo que nos sucede es que hay un entendimiento [mutuo]. No sé cuándo sucedió eso, quizás antes de conocernos, como si estuviéramos compartiendo algún código expresivo, pero también como de comprensión de vida. Hay mucha resonancia. [En Corina] siento que ese acompañamiento que hacía la madre de la hija o la hija de la madre era una comprensión que estaba en el guion, que estaba en el planteamiento. Pero además [Naian y yo] ya sabemos cómo jugar. Le preguntaba [a Naian] hace ratito: «¿Y cuál será nuestro próximo proyecto?»
NAIAN: ¡Porque aparte [Carolina] también fue mi mamá en Ámsterdam de HBO! Sólo que nunca se ve porque únicamente está en llamadas [telefónicas]. Si hubiera habido una segunda temporada, hubiera aparecido. Entonces son tres [proyectos donde somos madre e hija].
CP: En la película, Xareni Silverman escribió toda una serie de libros teniendo claro cómo debían terminar. Pero ustedes, Urzula y Samuel, ¿supieron desde un inicio cómo debía terminar la historia de Corina o fue algo que evolucionó a lo largo del proceso?
SAMUEL: La realidad es que evolucionó mucho y creo que Corina acaba teniendo el final que la propia película nos exigía […] Creo que no es gratuito que terminara así, pero nos costó llegar ahí. Y también he de decir que Urzula es editora desde hace 18 años y no me parece en vano que haya sido tanto tiempo de editora porque es como el tercer proceso de escritura de una película –la edición– y hay un montón de cosas que no se sostuvieron del papel a la pantalla. Y yo confío plenamente en esta señora y creo que tiene un ojo muy entrenado y una sensibilidad muy resuelta para trabajar en función de lo que la película pide y no de lo que pide el guion, que no siempre es lo mismo.
URZULA: Nos costó mucho, mucho tiempo llegar a ese final. Fue como una especie de ente vivo. O sea, el final nos iba acompañando durante el proceso, durante la escritura, durante el rodaje y obviamente durante la edición, hasta llegar al que quedó.
NAIAN: [Terminamos con] la misma ciudad del principio, pero vista desde otra perspectiva.
URZULA: Justo, y con la misma música resignificada.
Corina obtuvo el galardón de Mejor película jalisciense en el FICG 2024. Su estreno comercial está previsto para el 9 de enero de 2025, cortesía de Cinépolis Distribución.