Cameron Crowe: Ranking de todas sus películas

Si Cameron Crowe figura entre los mejores directores de su generación no es por el reconocimiento de los grandes certámenes cinematográficos, sino por una visión cuya honestidad es palpable en cada una de sus películas. Esto porque el californiano no duda en emplear sus propias vivencias y pasiones para la realización de toda clase de historias entrañables que van sobre la vida misma, ya sea desde los sueños adolescentes hasta los esfuerzos por reencontrar el rumbo durante la edad adulta. A esto sumemos su capacidad para la construcción de personajes de fácil conexión emocional y cuyas cualidades se ven enaltecidas por los grandes repartos que le han acompañado en cada una de sus películas. Todo esto aderezado por una estupenda selección musical producto de otra de sus grandes aficiones.

Del coming-of-age al sci-fi, un ranking completo de la carrera realizadora de Cameron Crowe.

8. Aloha (Dir. Cameron Crowe, 2015)

Parece imposible que una cinta protagonizada por Bradley Cooper, Emma Stone y Rachel McAdams pueda ser tan desastrosa y aun así, Aloha lo logra descomunalmente. Su premisa respeta el estilo de Cameron Crowe –un contratista militar regresa a Hawái para tratar de reconectarse con su exesposa y termina enamorándose de una arriesgada piloto–, pero su traslado a la pantalla es tan sobresaturado que nunca logra definirse. Romance extremo, reflexiones ambientalistas, mitología local, el funcionar del ejército, arcos innecesarios y cambios en nombre del amor son sólo algunos de los muchos elementos que explora. Su mayor fortaleza recae en la banda sonora y en las actuaciones de la tercia estelar, pero ni siquiera esta última esquiva la polémica con el whitewashing de Emma Stone como una joven con un cuarto de ascendencia hawaiana y un cuarto de ascendencia china que además es experta de la danza hula, con amplios conocimientos de la guitarra folklórica hawaiana y la energía espiritual de la zona. Un caos narrativo y el peor bache en la carrera del creativo.

7. Todo sucede en Elizabethtown (Dir. Cameron Crowe, 2005)

Hablar de Todo sucede en Elizabethtown es más desafiante de lo que parece. Rescata temas recurrentes en la filmografía de Crowe, como son la culpa, la familia y el amor, y los combina con dilemas sobre la vida y muerte. Esto resulta en una de sus películas más ambiciosas, pero que nunca logra sostenerse del todo por las múltiples emociones encontradas que aquejan a los personajes principales interpretados por Orlando Bloom y Kirsten Dunst. Tampoco tiene el equilibrio de otros títulos, pero aun así es perfectamente disfrutable gracias a sus reflexiones que conducen a uno de los finales más sólidos en la carrera del escritor y director. Una cinta infravalorada que exige revisiones que permitan anteponer sus muchas cualidades por encima de sus fallos.

6. Un zoológico en casa (Dir. Cameron Crowe, 2011)

Cameron Crowe aprovecha las memorias de Benjamin Mee como base de una auténtica feel-good movie. La historia verídica de un padre viudo que, ansioso por reencontrar su rumbo y el de su familia, adquiere un zoológico sin tener ninguna experiencia previa y que debe acondicionar para garantizar su apertura al público. No tiene grandes pretensiones más allá de mostrar los esfuerzos por salir adelante de un hombre roto, pero siempre optimista, lo que en muchos casos podría ser una debilidad por su sencillez, pero que en manos de Crowe es toda una fortaleza. Esto porque el creativo la convierte en un viaje increíble que además sale avante por su calidez, honestidad y el buen trabajo de su elenco encabezado por Matt Damon, Scarlett Johansson y Elle Fanning. Una cinta conmovedora e ideal para garantizar una sonrisa, pero carente de las ambiciones y reflexiones que suelen caracterizar las mejores películas del creativo.

5. Vida de solteros (Dir. Cameron Crowe, 1992)

Un giro curioso en la entonces novel carrera de Cameron Crowe, quien luego de explorar distintas caras de la pasión juvenil en el guion de Picardías estudiantiles (1982) y su ópera prima Digan lo que digan (1989), abordó la historia de dos parejas que comparten apartamento en un Seattle dominado por el fenómeno grunge. Una continuación lógica de su andar creativo, pero marcada por una segmentación extrema, lo que limitó sus mensajes a unos cuantos sectores de la generación X norteamericana. Estas propiedades, aunadas al buen trabajo de su cuarteto estelar integrado por Matt Dillon, Bridget Fonda, Campbell Scott y Kyra Sedgwick, a la construcción que ahonda más en las reflexiones propias de la época que en una trama sólida y a su exquisita banda sonora, le valieron el culto y se tornaron determinantes para la evolución del creativo, así como en la concepción de la que hoy es considerada su mejor película.

4. Vanilla Sky (Dir. Cameron Crowe, 2001)

La segunda alianza entre Cameron Crowe y Tom Cruise resultó en la película más divisiva del director. La historia de un hombre adinerado que parece tenerlo todo hasta que una expareja resentida propicia un accidente que desfigura su rostro. Dotada de uno de los giros más sorpresivos de su tiempo deja buenas sensaciones, pero no puede evitar los estigmas propios de ser un remake ampliamente superado por Abre los ojos (1997) de Alejandro Amenábar. Crowe es sumamente respetuoso con el material fuente, Cruise ejecuta un buen trabajo y Penélope Cruz brilla como hiciera en la cinta española: una combinación hipnótica y efectiva que le permite sostenerse sin problema, pero cuyos valores hollywoodenses condenan las reflexiones que convirtieron a la versión ibérica en todo un clásico de la cinematografía mundial.

3. Jerry Maguire: Amor y desafío (Dir. Cameron Crowe, 1996)

Cameron Crowe desafío los viejos estigmas que limitan las películas románticas con una historia de amor empapada de pasión deportiva. La trama gira alrededor de un representante que luego de un abrupto despido, decide fundar su propia agencia apoyado por una asistente secretamente enamorada y de un solo cliente que termina convirtiéndose en su único amigo. Una cinta de amor, pero también de amistad y sobre la importancia de encontrarse a uno mismo, incluso en las situaciones más adversas. Estos valores se ven enaltecidos por su flamante elenco encabezado por Tom Cruise en la que es considerada una de las mejores interpretaciones de toda su carrera y quien fuera acompañado por Renee Zellweger y Cuba Gooding Jr. Celebrada entre las audiencias por sus momentos icónicos y nominada al Oscar en la categoría de Mejor película, terminaría convirtiéndose en la gran esperanza de las majors en el año que inició el dominio del cine independiente. No ganó la magna estatuilla, pero sí el aprecio del público que la mantiene firme entre las mejores películas de su realizador y de su tiempo.

2. Digan lo que digan (Dir. Cameron Crowe, 1989)

Si Digan lo que digan se convirtió en una de las grandes óperas primas de todos los tiempos fue gracias a la enorme capacidad narrativa de su escritor y director, quien combinó los valores propios de la comedia romántica y el cine adolescente para construir una historia redonda sobre un amor juvenil tan improbable como enternecedor, sucedido poco antes de la inmersión universitaria. Una premisa que a primera instancia puede parecer trillada, pero que cobra fuerza gracias a la capacidad de Crowe para ahondar en todos sus personajes, lo que permite conocerlos a fondo e interesarse honestamente por todos ellos. Ésta terminaría convirtiéndose en una de las mayores cualidades en la obra del creativo y como tal se tornaría decisiva para su éxito. Mención aparte para la imagen de John Cusack levantando un estéreo con música de Peter Gabriel que ascendería entre uno de los momentos más icónicos, no sólo del realizador, sino de toda la historia del cine.

1. Casi famosos (Dir. Cameron Crowe, 2000)

Considerado por muchos como el coming-of-age más brillante de su tiempo. Esto porque, lejos de decantarse por las rutas convencionales, aprovecha la pasión musical como punto de partida hacia la madurez con la historia de un chico que recibe la oportunidad de escribir para Rolling Stone, lo que implica seguir la gira de una banda ascendente. La premisa podría resultar desgarradora en otras manos, pero no en las de Cameron Crowe, quien fusiona con enorme destreza la inocencia cuasi infantil de su protagonista con el rock setentero dominada por el sexo y las drogas para abordar temas como el primer amor, la experimentación y la búsqueda de los sueños más alocados sin perder la identidad propia. Todo engalanado con una de las bandas sonoras más memorables de todos los tiempos y por una inolvidable Kate Hudson en el papel de Penny Lane. Más fascinante aún es que el propio Crowe ha admitido que buena parte de esta historia es autobiográfica, lo que resulta clave para entender muchos de los temas que caracterizan la obra del creativo. La joya de la corona de Cameron Crowe y cuyo Oscar a Mejor guion original selló su ascenso definitivo entre los más destacados escritores y directores de su generación. 

Luis Miguel Cruz Algún día me uniré a los X-Men, la Alianza Rebelde o la Guardia de la Noche. Orgulloso integrante de Cine PREMIERE desde el 2008.