La respuesta humilde de Brendan Fraser a las críticas por gordofobia contra La ballena
El actor le pregunta al público si él mismo en persona ha realizado algún daño a alguien más.
Desde mucho antes que La ballena llegara a los cines, las críticas que acusaban de gordofobia a la película protagonizada por Brendan Fraser no se hicieron esperar. El filme dio pie a acalorados debates entre aquellos que han atestiguado la historia de un ex profesor homosexual que pesa varias decenas de kilos y se encuentra en el crepúsculo de su vida.
Ante tales reacciones, Fraser se pregunta si realmente la película ha provocado algún daño y si él personalmente ha sido el culpable. Así lo comentó en una entrevista con Los Angeles Time a propósito de la celebración que Hollywood y miles de cinéfilos le han otorgado por su papel.
“Respeto a quienes no están de acuerdo con los objetivos de esta película”, dice Fraser. “Pero no estoy de acuerdo con ellos porque sé que no hay mala intención. Sé que quiero saber si yo —yo, Brendan— he hecho algún daño. Pero la respuesta que recibí de la OAC [Coalición de Acción contra la Obesidad] fue: ‘Sigue haciendo lo que estás haciendo’. Hicimos la película que queríamos hacer, y la hicimos correctamente. Y lo sostengo”.
Fraser explicó las características de su personaje. Un hombre con una profunda depresión al que le quedan pocas días de vida, debido a la congestión alimenticia de su cuerpo. Según el actor, Charlie no es una persona que se encuentre desesperada por morir, sin embargo, sus actos inconscientemente son suicidas.
El tamaño de su cuerpo se equipara al tamaño de su trauma. Y la comida es como esa medicina con la cual trata de llenar el vacío de su trauma. La medicina equivocada porque, desde luego, destruye su cuerpo día con día.
“Este hombre está sufriendo mucho, así que cuando [su trastorno alimenticio] le da un golpecito en el hombro y le dice: ‘Ahora te ocuparás de mí’, se siente impotente, del mismo modo que con problemas de abuso de sustancias, el juego o el sexo. He hecho estas preguntas específicas a los médicos [sobre] los trastornos alimenticios y, sí, son las mismas vías neuronales las que nos dan el subidón de dopamina”, explica.
Aún así, la clara compasión que Fraser tiene por esta alma solitaria no le impide verse afectado por esas críticas que ha recibido La ballena:
“Tener una piel gruesa significa que vas a recibir algunos golpes y no te va a lastimar físicamente. Pero eso no significa que no te golpeará emocionalmente. Lo hace. Lo hace absolutamente”, reflexiona.
Brendan Fraser se encuentra en el camino correcto para ganar el Óscar con su papel. El día de ayer se hizo acreedor de la estatuilla del Sindicato de Actores y allí ofreció un sensible discurso. Aseguró que nunca se sintió tan importante y que pertenecía a algún lugar como cuando obtuvo su tarjeta del SAG que le hizo parte del gremio.
No obstante, dijo que nunca pensó estar parado en aquel escenario siendo merecedor de un premio. Lo más importante de todo el viaje al hacer La ballena, fue que encontró una profunda empatía con el personaje de Charlie. Del mismo modo que Charlie es una persona al borde, él como actor dice haberse encontrado en un borde también.
“Charlie es alguien que está en una balsa de remordimientos, pero está en un mar de esperanza”, dijo. “Y yo he estado en ese mar y me he montado en esa ola últimamente y ha sido poderoso y bueno, y también he tenido esa ola que me ha aplastado hasta el fondo del océano y me ha arrastrado la cara por ahí […] todos los actores que han pasado o están pasando por eso, sé cómo se sienten. Créanme, si se mantienen ahí y ponen un pie delante del otro, llegarán a donde tienen que llegar”.
La ballena con Brendan Fraser ya se encuentra en las salas de cine mexicanas. Puedes leer la crítica de Cine PREMIERE aquí.
Luis Angel H Mora Mi relación más estable es con el cine, la fiesta y la música. Me encanta escribir sobre cine, conocer gente nueva y compartir ideas. Idealista en todo sentido, supongo que es mi rasgo acuariano de ascendente.
