Andrea Romano, la mujer detrás de los éxitos de Warner Bros Animation
Repasamos el legado que la directora de casting estadounidense, Andrea Romano, ha dejado al mundo de la animación tanto en cine como en televisión.
La presencia de mujeres en la industria del entretenimiento, principalmente en el cine, es vasta desde sus orígenes. Desfilan nombres como el de Alice Guy Blaché (considerada la primera mujer guionista y directora en la historia del cine), Lois Weber (quien dirigió al menos 135 películas), Dorothy Arzner (a quien se le atribuye la invención del micrófono boom) hasta la fallecida Agnès Varda o Sherry Lansing (como la primera presidenta de producción de los estudios 20th Century Fox) son algunos ejemplos de dicho fenómeno.
En miras de extender la lista de mujeres que ostentan un lugar importante en la industria no sólo del cine, sino también de la televisión, nos encontramos con Andrea Romano, una mujer que logró construir de manera sólida 30 años de trayectoria en el ámbito de la televisión al posicionarse como una de las directoras de casting y voz más importantes de la animación en Estados Unidos.
INICIOS…
Su camino inició en la actuación, para posteriormente dedicarse como agente de casting durante algún tiempo. Sin embargo, la gran oportunidad llegó cuando se unió a las filas del extinto estudio de animación Hanna Barbera, donde se desempeñó como directora de casting para posteriormente desarrollarse como directora de voz en grandes clásicos animados como Los pitufos, La pantera rosa, Los supersónicos, El oso Yogi y, por supuesto, Scooby- Doo.
Con la desaparición de Hanna Barbera, y el posterior surgimiento de Warner Bros y las enseñanzas de su mentor Gordon Hunt (director de voz de Hanna Barbera) Romano tomó la decisión de desarrollar sus labores como freelance. Esto la llevó a adquirir mucha mayor popularidad en el medio y junto a Steven Spielberg ayudó a darle vida a los personajes de Las aventuras de los Tiny Toons, Pinky y Cerebro y, por supuesto, Animaniacs.
Ese repentino saltó de la actuación a la dirección, estuvo fundamentado principalmente porque Andrea supo desde el principio el camino que quería forjar en un negocio que generalmente es dominado por hombres. “Cuando era una niña, sabía que quería ser parte de la industria del entretenimiento. No sabía con qué capacidad; solamente sabía que quería ser parte de la industria porque me parecía tan emocionante e irresistible. La energía de la industria del entretenimiento parecía estar en sintonía con mi energía”. Fue así como toda esa energía que tantas ganas tenía de desbordar, rindió frutos en donde menos lo imaginaría.
LA MANCUERNA CON DC COMICS
Su primer acercamiento con los héroes y villanos de DC Comics fue con la serie animada The Super Powers Team: Galactic Guardians, (producida por Hanna Barbera entre 1985 y 1986). Pero no fue hasta que dice DC se asoció con Warner cuando Romano se introdujo por primera vez en Ciudad Gótica con Batman: la serie animada (1992-1995).
Ahí, se dio a la tarea de traer a un no tan conocido Kevin Conroy y al eterno Jedi de una galaxia muy muy lejana, Mark Hamill, quienes se encargaron de darle vida al Hombre Murciélago y al Joker, respectivamente. Esta serie tan sólo fue el parteaguas para que también se introdujera por las nubes de Metrópolis con Superman: la serie animada (1996-2000) hasta llegar a los terrenos de la animación cinematográfica acompañada de nueva cuenta del defensor de Ciudad Gótica con Batman: la máscara del fantasma (1993), la primera película animada de DC Comics.
Su trabajo suma alrededor de 10,000 sesiones como directora de voz, 1,600 episodios para televisión, 50 películas animadas, (incluido el DC Universe Animated Original Movies con títulos como: Superman: Doomsday, All-Star Superman, Batman: Year One, Batman: The Dark Knight Returns, Batman: The Killing Joke, Wonder Woman, Green Lantern, Justice League: The Flashpoint Paradox, Justice League: Gods and Monsters etc., así como varios videojuegos.
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UN ESTILO QUE PREVALECE
El legado de Andrea Romano no se limita a la gran cantidad de producciones en las que ha estado involucrada tanto en el cine como en la televisión, ni siquiera por la cantidad de nominaciones y galardones de los que ha sido acreedora (entre éstos los premios Emmy). En realidad también se distingue por poseer un singular tono de voz, así como un peculiar estilo de trabajo que le ha valido el respeto y admiración durante muchos años.
Si te preguntas cuál es el método que durante mucho tiempo ha empleado Andrea en cada proyecto, ella refiere que “Todos los directores de voz trabajan de manera diferente. Esta es la manera en la que yo trabajo: Prefiero, en la manera de lo posible, grabar a todo el cast al mismo tiempo. Esta sesión comenzaría con un ensayo… durante ese tiempo, describo las acciones a los actores mientras leen los diálogos en voz alta. Ese es el momento donde las preguntas pueden ser contestadas respecto a las acciones (de los personajes). Es decir, “¿qué tan lejos están estos dos personajes?”, […] o ¿qué aspecto tiene (este personaje) para que pueda darle el tipo de voz correcto?. Ya que grabamos las voces antes de la animación, tenemos que ser muy cuidadosos en proporcionar a los animadores las mejores pistas de voz, porque esto afectaría absolutamente su trabajo”.
Su prioridad siempre fue encontrar actores con icónicas voces, voces para recordar. “Voces con carácter en contraposición con gente haciendo voces de personajes. Bob Esponja es una voz de un personaje, pero el Batman de Kevin Conroy es una voz con carácter”.
Aunque en 2017 anunció su retiro definitivo, debido a problemas de salud, Andrea Romano tendrá desde ahora un lugar relevante gracias a su labor en la industria del entretenimiento de la que tanto anhelaba ser parte, todo gracias al vasto número de entrañables y clásicos personajes a los que ayudó a dar vida y que han marcado a varias generaciones alrededor del mundo.