Actores y actrices retirados del cine
El cine perdió un poco de su magia tras los respectivos retiros de estos actores.
El cine nos ha dado grandes actores a lo largo de toda la historia que sin embargo algunos han decidido permaneces retirados del mundo del espectáculo. Ya sea por los deseos de pasar más tiempo con sus familias, por perseguir otras metas o por simple cansancio, estas son algunas de las grandes leyendas histriónicas que se retiraron de la actuación.
Greta Garbo
Una de las primeras leyendas del cine, quien sólo necesitó dos cintas europeas -una de ellas en su natal Suecia- para llamar la atención de los altos mandos hollywoodenses, quienes no vacilaron en importar su talento y presencia a la naciente industria norteamericana. Fue una de las pocas estrellas extranjeras que resistieron la transición del cine silente a las talkies, quien además aprovechó el cambio para protagonizar algunas de sus cintas más reconocidas, con las que recibió tres nominaciones al Oscar. Su inesperado retiro llegó con Otra vez mío (1941), que pretendía emular el éxito de Ninotchka (1930), pero que terminó siendo duramente atacada por la crítica. La actriz no pudo soportar la humillación y optó por alejarse temporalmente de la actuación, pero al final su regreso nunca sucedió: primero por la II Guerra Mundial, después porque la financiación de la película La Duchesse de Langeais se vino abajo y finalmente porque rechazó el rol estelar de Sunset Boulevard (1950). Muchos atribuyeron esta partida a que Garbo detestaba las multitudes y prefería la soledad, numerosos biógrafos argumentaron que quizá padecía depresión o incluso bipolaridad, pero la propia actriz confesó al escritor Sven Broman en los 80 que “estaba cansada de Hollywood […] Realmente quería vivir otra vida”.
Shirley Temple
No sólo fue la primera gran estrella infantil, sino que a la fecha es considerada la más importante de todas, ya que su popularidad la convirtió en una de las actrices más rentables de su época. Pasaron los años y aunque los grandes estudios confiaban en que no tendría ningún problema en su transición a estrella juvenil, la joven empezó a mostrar cada vez menor entusiasmo en su trabajo, que además había perdido impacto entre las audiencias. Esto le llevó a retirarse en 1950, con tan solo 22 años. Sin embargo, Temple siguió llevando una vida pública, ya que en 1967 comenzó una exitosa carrera política con la que se convirtió en delegada de la Asamblea General de las Naciones Unidas, embajadora en Ghana y posteriormente en Checoslovaquia.
Cary Grant
Su talento y carisma le convirtieron en uno de los actores más queridos del público, por lo que pocos entendieron cuando se retiró del cine a los 62 años para estar con su hija recién nacida, argumentando que “descubrí cosas más importantes en la vida”. Sin embargo, su decisión cobra sentido cuando recordamos que Cary Grant tuvo una infancia sumamente complicada: un padre alienado, comprometido con otra familia y que además internó a la madre en una institución mental de manera secreta, diciéndole a su hijo de diez años que ésta había fallecido. El actor descubrió la verdad más de 20 años después, pero el distanciamiento les complicó retomar los lazos que alguna vez tuvieron. Sus biógrafos piensan que estos sucesos le impidieron tener una vida amorosa estable, lo que se manifestó en cinco matrimonios distintos, pero esto no le evitó ser un padre comprometido por poco más de 20 años.
Audrey Hepburn
Títulos como Sabrina (1954), Desayuno con diamantes (1961) y Mi bella dama (1964) convirtieron a Audrey Hepburn en una de las actrices más queridas entre el público, mientras que su Oscar por Vacaciones en Roma (1953) aunado a otras cuatro nominaciones la refrendaron entre las más talentosas de todos los tiempos. La última fue por Espera la oscuridad (1967), que marcó el inicio de un retiro parcial para dedicarse de lleno a su familia y su labor humanitaria con UNICEF. A partir de entonces, la actriz sólo participó en cinco películas más –una de ellas para televisión– de 1968 hasta su muerte en 1993, siendo Robin y Marian (1976) y Siempre (1989) las más destacadas. En la primera compartió créditos con Sean Connery para explorar el reencuentro de un maduro Robin Hood con su eterna enamorada Lady Marian; la segunda es considerada la película más pobre en la obra de Steven Spielberg, cuando realmente debería ser recordada como la última aparición de una de las grandes actrices de Hollywood.
Doris Day
Una de las actrices más queridas del público, por películas como Pillow Talk (1959) o The Glass Bottom Boat (1966), su mítica canción Qué será, será (Whatever Will Be, Will Be) interpretada por primera vez en El hombre que sabía demasiado (1956) de Alfred Hitchcock, además de su popular The Doris Day Show (1968). Sin embargo, la actriz batalló por adaptarse a los cambios de la sociedad, lo que la llevó a retirarse de la actuación en 1973, una vez terminada la quinta temporada de su serie. Desde entonces, Day centró buena parte de sus esfuerzos en el activismo animal, criticando a las celebridades que portaban pieles y creando refugios para perros y gatos sin hogar. Nunca se arrepintió de su decisión, tras declarar a People que “si me hubiera quedado, quizá estaría interpretando abuelas […] Pero amo vivir en un pueblo pequeño. Tengo mis mascotas a mi alrededor y disfruto contestando el correo de los aficionados”.
Sean Connery
Garantizó su lugar en la historia del cine con su brillante interpretación de James Bond. No sólo fue el primero, sino que muchos lo consideran el mejor de todos, un enorme mérito en una franquicia que acumula casi 60 años de historia. A pesar de su talento y su legado, el actor se retiró en 2006 sin mayores justificaciones, siendo La liga extraordinaria (2003) su última aparición. No era la primera vez que el británico realizaba este anuncio, por lo que algunos confiaban en que rompería su palabra para Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal (2008). El sueño no se concretó, pues aunque Connery reconoció a la BBC que hubo un acercamiento con la producción y que “si algo podía haberme sacado del retiro, era una película de Indiana Jones […], la jubilación es demasiado divertida”. Eso sí, al menos los aficionados pudieron disfrutar su elegante voz una última vez con la modesta Sir Bili (2012), primera cinta escocesa de animación CGI.
Gene Hackman
Con cien créditos histriónicos, cinco nominaciones al Oscar y dos estatuillas en su haber, muchos se sorprendieron cuando Gene Hackman anunció su retiro en vivo con Larry King en 2004, para comenzar una carrera como novelista. Algunos confiaban en que un buen guion le haría cambiar de parecer, pero cuatro años después, el actor reiteró su partida en entrevista con Reuters, donde explicó que “realmente no quiero seguir haciéndolo […]. Sí, extraño la parte de actuar, que es lo que hice durante casi 60 años y realmente disfrutaba. Pero para mí, el negocio resulta muy estresante. Los compromisos que debes hacer en una película son parte de la bestia y llegué a un punto en el que sentía que no quería seguir haciéndolo”. Quince años después, el actor se ha mantenido firme en su decisión.
Jack Nicholson
La última aparición cinematográfica de Jack Nicholson fue en 2010 con ¿Cómo saber si es amor?, lo que hizo pensar que el actor había terminado su exitosa carrera de más de 50 años, 12 nominaciones al Oscar y tres estatuillas, presuntamente por un problema de memoria. Sin embargo, el oriundo de Nueva Jersey ha descartado estos rumores en numerosas ocasiones, tras asegurar que está en buen estado de salud y explicar a Vanity Fair que sigue en activo, pero esperando el proyecto adecuado para regresar, ya que “sólo quiero hacer películas que conmuevan al público, cintas sobre emociones y la gente”. Parecía que el remake de Toni Erdmann (2016), anunciado en los primeros meses del 2017, sería la oportunidad perfecta para cumplir su cometido, pero el veterano abandonó el proyecto unos meses después.
Daniel Day-Lewis
Dueño de tres Premios de la Academia y considerado por muchos como el mejor actor de su generación, Daniel Day-Lewis sorprendió cuando en 2017 anunció que El hilo fantasma marcaría su retiro del cine por una decisión privada. En su momento se pensó que todo era una consecuencia del cansancio provocado por su inmersivo método histriónico, pero poco tiempo después explicó a WMagazine que “antes de hacer la película, no sabía que dejaría de actuar. Sé que Paul [ThomasAnderson] y yo reímos mucho antes de hacerla. Y luego dejamos de reír porque estábamos saturados por una sensación de tristeza. Eso nos tomó por sorpresa. No sabíamos lo que habíamos creado. Era difícil vivir con ello. Y aún lo es”. Ha cumplido su palabra, pero con poco más de 60 años y mucho talento por dar, hay quienes confían en que sólo se necesita un buen proyecto para que reconsidere su decisión.
Robert Redford
Una de las mayores leyendas de todos los tiempos, cuya carrera superior a los 60 años incluye más de 80 créditos histriónicos, diez realizadores y un Oscar competitivo por Gente como uno (1980) y uno honorario por sus aportaciones al cine. A pesar de ser una auténtica leyenda viviente, el actor anunció en 2016 su intención de retirarse de la actuación una vez terminado su trabajo en Un caballero y su revólver (2018), tras explicar en el Festival de Telluride que “realmente siento que es el momento de retirarme. He hecho esto desde que tenía 21 años. He puesto mi alma y corazón a través de los años. Pensé ‘es suficiente. ¿Por qué no renuncias mientras sigues un poco al frente? No esperes a que suene la campana. Sólo sal’. Así que sentí que mi momento había llegado y no pude pensar en un mejor proyecto para hacerlo”. El veterano ha externado sus dudas sobre un posible retorno e incluso tuvo una brevísima, pero muy emocionante participación en Avengers: Endgame (2019), pero ha cumplido su palabra ya que no tiene más proyectos anunciados por ahora.