The Walking Dead: Made to Suffer

Advertencia: Esta crítica contiene spoilers

Es impresionante ver hacia atrás y darse cuenta de que, casi los ocho episodios que constituyen la primera mitad de la tercera temporada de The Walking Dead hayan mantenido un nivel tan elevado de calidad, secuencias de acción, narrativa y grandes actuaciones por parte de casi todo el elenco.

Rick, Michonne y el grupo de rescate van a jugarse el todo por el todo al extraño pueblo de Woodbury, a fin de rescatar a Glenn y Maggie, recién condenados a muerte por el Gobernador. Las secuencias de infiltración al lugar están muy bien balanceadas con la sensación de claustrofobia y horror de la joven pareja, quienes hacen de todo –incluyendo desmembrar a un zombie a fin de fabricarse armas punzocortantes– para escapar de sus captores con vida.

La forma en la que comienza “Made to Suffer” es poco convencional, pues nos muestra a un grupo de extraños infiltrándose con relativa facilidad en la supuestamente inexpugnable prisión donde Carl, Herschel y los demás esperan el regreso de sus compañeros. ¿Todos son desconocidos? Los fans del cómic resultaron muy complacidos con la introducción de Tyreese, un personaje que promete volverse tan icónico en la serie de TV como lo es en la serie de historietas.

Inesperada y digna de una ovación de pie, la aparición de Shane (Jon Bernthal) en la alucinación de Rick durante plena batalla (realizada con mucho realismo y emoción, por cierto). Quizás he jugado demasiado Silent Hill… pero, ¿fue una referencia intencional el fondo de niebla causado por las granadas? ¿Será esta la última vez que veamos al “fantasma” de Shane atormentando a Rick?

Estoy consciente de que a algunos no les gustará que no le haya dado la calificación perfecta al episodio. Es fabuloso, sí. Y casi aventamos el control remoto a la pantalla al recordar que la segunda mitad de la temporada llegará hasta febrero (si los mayas se equivocan). Pero no puedo dejar de pensar en los motivos erráticos y aparentemente irracionales de Michonne al abandonar al grupo en pleno rescate por una ridícula venganza personal. Es cierto que eso llevó a la mejor escena en el episodio, con plausibles referencias al cómic… pero creo que debieron cambiar los motivos del encuentro y cuidar más la psique y motivos del personaje.

Otro error, en este caso de continuidad: ¿por qué le resultó tan sencillo a un grupo de desconocidos penetrar en la supuestamente protegida prisión? ¿Cuántas veces escuchamos a Rick y los otros alegar que el perímetro estaba seguro? Bastaba con caminar alrededor del lugar para ver que había un área destruida por una explosión, y con la reja completamente abierta. ¿Qué falló ahí?

Por último, hay quien critica el que Philip llorara a su hija (en verdad) muerta en lugar de estarse revolcando de dolor al tener un vidrio en el ojo… pero si de por sí es lógico pensar en el dolor de un padre al ver a su hijo morir, imaginen lo que podría suceder en una combinación de adrenalina y cuando la persona está mentalmente dañada (como para tener peceras con cabezas zombies vivientes).

El final, emocionante y lleno de adrenalina. Aunque en un principio me pareció disparatada la acción de El Gobernador hacia su brazo derecho, Merle, hay que recordar que éste le había dicho que mató a Michonne, quien no sólo lo dejó tuerto, sino que “mató” a su hijita zombie. ¿Qué tan diferente será la conclusión de esta batalla entre hermanos a lo que sucede en los cómics? Lo sabemos hasta febrero de 2013. Sí, yo también estoy desesperado y quisiera quedar en animación suspendida –como Eric Cartman (South Park)– hasta ese día. 

¿Cuál fue su momento favorito en “Made to Suffer”?

Julio Vélez Colaborador en web y revista Cine PREMIERE desde 2006. Me especializo en anime/manga, comics, doblaje, tecnología y videojuegos. Mis sagas favoritas: Doctor Who, Star Trek, Dragon Ball y Star Wars. Batimaníaco, geek ochentero y hardcore gamer.